Las causas detrás de la “voltereta” del dólar

El valor de la divisa volvió a ser casi el mismo del día de la salida del cepo; la polémica por una movida del BCRA y la apuesta de Georgieva

Abr 25, 2025 - 23:54
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Las causas detrás de la “voltereta” del dólar

Alguien en Casa Rosada le preguntó a Javier Milei sobre el retorno del dólar al precio que prácticamente tenía el mismo día de la unificación cambiaria, tras el levantamiento del cepo. La respuesta del libertario fue contundente: “Adentro de la banda no nos calienta en lo más mínimo”. Para el Presidente, tal volatilidad es parte de una normalidad que los argentinos –cree– perdieron hace muchas décadas y de una experiencia necesaria socialmente: “Hay que aprender a flotar”.

Cerca del equipo económico que acompaña a Luis Caputo en Washington en la asamblea de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial coincidieron con que los movimientos de los últimos días no los conmueven. “El dólar flota”, reafirmaron.

“Hoy puede estar en medio de la banda; mañana, un poco más arriba y pasado mañana, un poco más abajo. Esto recién empieza. Hay que darle tiempo para que estacione. Así es la flotación dentro de la banda. Por eso, es absurdo llamarlo una devaluación. La prueba ya pasó: estuvo al mismo precio que el oficial. Y eso puede seguir pasando. En un esquema en el que no se está emitiendo pesos, puede ser que hoy valga $1200 y dentro de un mes cueste $1000”, dijeron. El programa, que será aún más estricto en lo fiscal (se recortará este año 0,3 puntos del PBI por encima de la meta fijada con el FMI en un plan con superávit primario que se mantiene desde el inicio de la gestión) y en lo monetario (llegan más series de Bopreal para aspirar pesos producto de stock de utilidades de las empresas aún encepadas), está hecho para una cotización de $911.

Nada es fácil en la Argentina y luego de la salida del cepo, sin el apocalipsis anticipado por el kirchnerismo, con un nuevo programa con el Fondo para recapitalizar al Banco Central (BCRA) –más dólares de los previstos– y una desaceleración de la inflación que se sostendría, surgen –al menos– dos interrogantes. El primero, vinculado con los objetivos comprometidos para hacer frente al pago de la deuda. El segundo, con otra de las obsesiones del Fondo: el respaldo político que tendrá el programa, sobre todo en un año en el que los argentinos serán convocados a las urnas.

Milei aseguró la semana pasada que sólo se comprarán reservas cuando se perfore el piso de la banda ($1000) a pesar de que existe una meta de acumulación de dólares a alcanzar en junio próximo con el FMI: son US$500 millones negativos netos para junio. Esto implica que deberán comprarse US$5100 millones en ese pedregoso camino que es la flotación (se tienen en cuenta desembolsos del Fondo, de otros organismos y el repo). A pesar de que el campo está liquidando más que la semana pasada –en los tres primeros días de esta, vendió poco más de US$474 millones–, las cerealeras creen que la verdadera liquidación llegará con otro precio del dólar. “Entre $1250/$1300 [los productores] van a vender bastante”, dicen en una de ellas, pese a que un valor arriba de los $1200 ya conformaría. A fin de junio, vale recordar (ya lo hizo el Presidente), volverán a subir las retenciones al campo. El tipo de cambio mayorista de referencia cerró la semana en $1174. El minorista promedio, en $1193. Se esperan además ingresos de dólares financieros tras la eliminación del cepo para inversiones.

En Casa Rosada explicaron que un esquema de flotación en una banda amplia protege de los shocks. “Ya no tenemos el problema de perder reservas”, aseguraron. Allí ratificaron que los dólares para los pagos de deuda de este año están firmes y estimaron que, en 2026, el riesgo país ya habrá descendido a niveles deseables –entre 400 y 500 puntos– para acceder al mercado.

En Economía sostuvieron que la meta de reservas de junio debe verse en un contexto de un plan integral en el que lo monetario y lo fiscal actuarán para proveer al Banco Central (BCRA) de las divisas. Sin embargo, afirmaron que el programa con el Fondo se terminó aprobando más tarde –culpan a la ley Guzmán– y que, en la previa –por el hermetismo oficial sobre el nuevo régimen cambiario y el “ruido opositor”– se perdieron más de US$2000 millones. “Obviamente, eso no estaba tenido en cuenta cuando cerramos el programa”, admitieron. “Si comprás en junio, julio o agosto, no cambia nada”, minimizaron desde EE.UU. El ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Santiago Bausili

¿La llegada del Punto Anker?

Algunos economistas cuestionaron esta semana que el BCRA decidiera “financiar al Tesoro” como en los viejos tiempos del kirchnerismo. Fue cuando se conoció que las utilidades de la entidad irían, en parte, a una cuenta del Tesoro para hacer frente al pago de deuda.

En el equipo económico retrucaron: no es financiar al Tesoro si ya no hay déficit fiscal. Cerca de Caputo hablan del llamado “Punto Anker”. Cuando el ministro y el titular del BCRA, Santiago Bausili, compartían la dirección de esa consultora previeron ese momento en el que los bancos dejarían de renovar toda la deuda del Tesoro por la necesidad de hacer frente a la mayor demanda de pesos por la reactivación del crédito en el sector privado. De hecho, por la falta de pesos, y tras la salida del cepo y la baja inicial del dólar, los bancos subieron sus tasas de plazos fijos para poder retener liquidez. Esta semana, en una licitación de la Secretaría de Finanzas, que conduce Pablo Quirno, se rolleó el 70% de la deuda que vencía.