La última morada de Carlos V muestra una joya del siglo XVI hasta ahora oculta

Dragones, grifos o basiliscos, pero no solo criaturas fantásticas. También perros, ciervos, monos, castores o pelícanos extraordinariamente tallados en madera de nogal pueblan el coro de la iglesia del Monasterio de San Jerónimo de Yuste (Cuacos, Cáceres) que desde el próximo martes 15 de abril abre sus puertas al público. Hasta un águila bicéfala anida en uno de los respaldos de la sillería alta, en clara alusión a la coronación del emperador Carlos V , que escogió el lugar como residencia de retiro para pasar los últimos años de su vida. La sillería, realizada durante el primer tercio del siglo XVI, es «una de las piezas artísticas más relevantes del monasterio por la calidad de su confección, su rica iconografía y su buen estado de conservación », destaca Patrimonio Nacional. Está formada por 61 sitiales (31 altos y 30 bajos) y fue diseñada específicamente para este espacio , ajustándose al milímetro a la estructura arquitectónica del coro de la iglesia. En el coro se puede ver también un facistol de 1564 , un atril giratorio que servía para colocar los cantorales y para que los monjes pudiesen seguir la lectura de los oficios divinos.   Ubicado en la comarca de la Vera (Extremadura), el Monasterio de San Jerónimo de Yuste acoge cada año la ceremonia de entrega del Premio Europeo Carlos V y es sede de actividades culturales y académicas que permiten comprender mejor la Europa contemporánea. En 2023 recibió el Sello de Patrimonio Europeo , que reconoce el valor simbólico y el papel histórico del Monasterio en la creación de la Europa actual. Además, fue declarado Patrimonio Europeo en 2007 y Bien de Interés Cultural en 1931.