La restitución de obras de arte: ¿principio o final del proceso descolonial?

La descolonización de los museos va más allá de sus muros, e implica repensar la forma en la que narramos el pasado. Expertos analizan cuál es el papel de la restitución en este proceso.

Mar 4, 2025 - 20:39
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La restitución de obras de arte: ¿principio o final del proceso descolonial?
restitucion museos

La descolonización de los museos y la restitución de obras de arte y bienes culturales a sus países de origen son dos caras de una misma moneda, pero su relación es mucho más compleja de lo que parece a simple vista.

Mientras que algunos ven la restitución como un acto final que cierra el ciclo de expolio colonial, otros la consideran un punto de partida indispensable para una transformación más profunda de las instituciones culturales y su narrativa.

Analizamos con cuatro expertos cuál es el papel de la restitución en el proceso de descolonización de los museos.

Agustín Pérez Rubio, curador e historiador del arte y comisario del pabellón de España en la Bienal de Venecia 2024.

Pérez Rubio sostiene que la descolonización no puede reducirse únicamente a la restitución de obras de arte: «La descolonización debe pasar de los territorios a los cuerpos y más concretamente a nuestras mentes, formas de pensar y actuar».

Para Pérez Rubio, centrarse solo en la devolución de objetos sin abordar estos aspectos fundamentales podría resultar en un cambio meramente superficial, un gesto simbólico que no aborda las raíces del problema.

«De nada nos sirve cambiar un guión del museo, restituir obras o reescribir guiones si esto es algo exógeno a nosotros. Es una práctica que atraviesa un compromiso con las desigualdades raciales, económicas, territoriales, de género, ecológicas…», añade Pérez, que subraya que la descolonización debe integrarse en todos los aspectos de la vida cultural y social.

El experto también destaca la “necesidad” de ampliar el concepto de descolonización más allá de los museos y el arte, relacionándolo con problemas contemporáneos como la crisis ambiental, los derechos de género y las desigualdades socioeconómicas.

En su opinión, la descolonización es un proceso interconectado que debe abordar todas estas áreas, no solo la cultural. «No debemos entender la descolonialidad de forma aislada en relación al museo y al arte; todo forma parte de lo mismo», concluye.

Andrea Pacheco, investigadora, curadora y comisaria del pabellón de Chile en la Bienal de Venecia 2024.

Pacheco, que también fue comisaria de la exposición temporal La memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza, complementa esta visión con el foco puesto en la resignificación del patrimonio colonial.

Pacheco también forma parte del comité de expertos del Museo Nacional de Antropología, y considera que el debate público sobre la descolonización ha cometido dos errores principales: «Centrarse en la restitución» y «pensar que es algo nuevo que ha traído Urtasun».

Para ella, el proceso de descolonización no es una iniciativa reciente ni responde a una agenda política momentánea. «Este es un debate que lleva mucho tiempo en marcha, en el que muchas personas han estado trabajando durante años», explica. “Las demandas de descolonización no son una moda pasajera ni una seña de la “izquierda woke”. 

La exposición temporal del Museo Thyssen, finalizada el pasado octubre, es un claro ejemplo de cómo la descolonización puede ir más allá de la restitución. «La memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza» buscaba resignificar las piezas dentro del contexto de su historia colonial, explorando lo que representaban en el pasado y lo que significan en el presente.

Esta obra no se limita a narrar la antigüedad, sino que la conecta con los desafíos contemporáneos, especialmente en relación con los flujos migratorios y las dinámicas de poder que aún persisten.

Pacheco defiende que esta revisión del pasado es “esencial” para entender cómo las historias coloniales siguen moldeando nuestras sociedades hoy. «Lo que pasó hace cuatro o cinco siglos está relacionado con el presente», insiste, y recuerda que la descolonización no puede ser un proceso estático, sino un diálogo continuo que necesita adaptarse y evolucionar.

Silvia Ramírez Monroy, activista cultural.

La fundadora de La Parcería, un espacio dedicado a la reflexión y creación sobre la diáspora y las memorias coloniales, ofrece una perspectiva que resalta la importancia de la participación activa de las comunidades afectadas.

Ramírez Monroy, que ha trabajado en visibilizar las historias de las comunidades migrantes, insiste en que la descolonización debe ir más allá de los gestos simbólicos. «Es fundamental aunar ese pasado a lo que vivimos hoy, un presente desigual, injusto, racista y discriminatorio», señala.

Para ella, la restitución de las obras de arte es un componente clave, pero no suficiente. «Es clave resaltar que los pueblos que han expoliado no deberían tener la legitimidad de escoger cuándo y en qué condiciones se restituye. Poner el foco de la descolonización solo en los gobiernos europeos vuelve a invisibilizar las luchas de los pueblos/países que fueron sometidos«, advierte.

En este sentido, Ramírez Monroy enfatiza la importancia de transformar no solo las colecciones, sino también las infraestructuras y las políticas de los museos.

«Descolonizar una institución de matriz colonial no es una tarea de unos años, de un plan de gobierno, de una nueva programación de actividades o de la puesta en marcha de comités asesores puntuales», explica, destacando que se trata de un proceso continuo y multidimensional que debe involucrar una reforma estructural profunda.

Jesús Izquierdo, profesor de Historia en la Universidad Autónoma de Madrid y presidente de la Asociación de Historia Pública.

Para Izquierdo , el primer relato que debe ser revisado es el de la conquista de América. En el debate sobre si España cometió o no un genocidio sobre los pueblos indígenas, debe tenerse en cuenta que “un genocidio no es solo físico, también es aniquilar una cultura y unas identidades”, declara el experto.

Poner en evidencia la violencia del proceso colonial español es necesario para “tener una mirada hacia el pasado que esté acorde a los valores de una democracia pluralista. No es una cuestión de culpa, sino de responsabilidad colectiva, de responsabilizarnos no ya del pasado si no de sus consecuencias en el presente”, declara el experto. 

El Museo de América, según Izquierdo, es crucial en esta revisión del relato. Los museos públicos son aparatos del Estado, y el Estado habla a través de ellos tanto como lo hace a través de las leyes.

  • Los puntos de vista de los expertos consultados convergen en la idea de que la restitución de obras de arte es solo un aspecto del proceso de descolonización, y no necesariamente el más importante.

La verdadera transformación requiere un replanteamiento de cómo se cuentan las historias en los museos, quiénes participan en esa narración y cómo se estructura el poder dentro de estas instituciones. La restitución, según los expertos, no es un fin en sí misma, sino parte de un esfuerzo más amplio para reparar las injusticias del pasado y construir un futuro más equitativo y justo. Fuentes

  • Agustín Pérez Rubio, curador, historiador del arte y comisario del pabellón de España en la Bienal de Venecia 2024.
  • Andrea Pacheco, investigadora, curadora y comisaria del pabellón de Chile en la Bienal de Venecia 2024 y de la exposición “La memoria colonial en las colecciones Thyssen-Bornemisza”.
  • Silvia Ramírez-Monroy, artista, investigadora y doctorada en Bellas Artes.
  • Jesús Izquierdo, profesor de Historia en la Universidad Autónoma de Madrid y presidente de la Asociación de Historia Pública

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