La receta de pollo al ajillo que nunca falla y queda con un sabor increíble
El pollo al ajillo es uno de esos platos que, sin importar la ocasión, siempre se roba el corazón y el paladar de quienes lo prueban. Su preparación es sencilla, pero el resultado es un festín de sabores que recuerda a las comidas caseras de nuestras abuelas. Se trata de un delicioso pollo al ajillo … Continuar leyendo "La receta de pollo al ajillo que nunca falla y queda con un sabor increíble"

El pollo al ajillo es uno de esos platos que, sin importar la ocasión, siempre se roba el corazón y el paladar de quienes lo prueban. Su preparación es sencilla, pero el resultado es un festín de sabores que recuerda a las comidas caseras de nuestras abuelas. Se trata de un delicioso pollo al ajillo que dejará a todos maravillados. ¡Prepárate para disfrutar de un plato que nunca falla!
Ingredientes
- 1 kg de pollo (puedes usar muslos, pechugas o una mezcla)
- 8 dientes de ajo
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra
- 1 hoja de laurel
- 150 ml de vino blanco
- 1 cucharadita de pimentón dulce (opcional)
- Sal y pimienta al gusto
- Perejil fresco picado para decorar (opcional)
- Limón (opcional, para servir)
Preparación
- En primer lugar, lava bien el pollo y sécalo con papel de cocina. Si utilizas piezas grandes, como muslos o pechugas, puedes cortarlos en trozos más pequeños para que se cocinen de manera uniforme. Sazona generosamente con sal y pimienta al gusto.
- En una cazuela grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Mientras el aceite se calienta, pela los dientes de ajo y aplástalos ligeramente con el lado de un cuchillo. Esto ayudará a liberar sus aceites esenciales y dar un sabor más intenso al plato.
- Una vez caliente el aceite, añade los ajos aplastados y la hoja de laurel. Sofríe durante unos minutos, cuidando que el ajo no se queme, ya que esto podría amargar el plato. El objetivo es que el ajo se dore ligeramente y suelte su aroma.
- Cuando el ajo esté dorado, retíralo de la cazuela y resérvalo. A continuación, agrega el pollo a la cazuela y cocina a fuego medio-alto hasta que esté dorado por todos lados. Este proceso puede tardar entre 8 y 10 minutos. Asegúrate de que el pollo esté bien dorado, ya que esto le aportará un sabor increíble.
- Una vez que el pollo esté dorado, agrega el vino blanco y el pimentón dulce (si decides usarlo). Remueve suavemente para desglasar la cazuela, asegurándote de raspar los trozos dorados que se han quedado pegados en el fondo. Esto contribuirá a intensificar el sabor del plato.
- Pon a punto de sal.
- Deja que el vino se evapore durante 2-3 minutos. Luego reduce el fuego a medio-bajo y añade un poco de agua o caldo. Cocina el pollo durante 25-30 minutos, o hasta que esté tierno y cocido por completo. Si ves que el pollo se está quedando sin líquido, puedes añadir un poco de agua o caldo de verduras.
- Una vez que el pollo esté cocido, retíralo del fuego. Si lo deseas, puedes añadir de nuevo los ajos dorados que reservaste anteriormente para que aporten un toque de textura y sabor. Decora con perejil fresco picado para darle un toque de color y frescura.
Información nutricional: 3056 kcal en total
Tipo de cocina: Mediterránea
Tipo de comida: Almuerzo
Sirve el pollo al ajillo caliente, acompañado de un poco de limón para exprimir sobre el plato si lo prefieres. Puedes acompañarlo con arroz, puré de patatas o una ensalada fresca. ¡La combinación será simplemente perfecta!