La primera expulsada pasa a vivir con Manuel en 'Playa Misterio': "No hay ni fuego"

Damián Quintero, Samya y Laura Cuevas fueron los tres nominados de Supervivientes que se jugaban su continuidad en Honduras después de la salvación de Almácor el pasado martes.

La primera ceremonia de salvación de la noche reveló que el campeón olímpico se había salvado, dejando a Laura y Samya en un desafío por la salvación, además teniendo en cuenta las broncas que habían protagonizado ambas.

"Los espectadores de Supervivientes han decidido con sus votos que la concursante salvada sea... ¡Laura!", anunció Jorge Javier Vázquez desde el plató. Samya sonrió y abrazó a su compañera. "¡Muchas gracias, de verdad!", repetía la gaditana sin cesar.

Laura Madrueño le deseó lo mejor a la primera expulsada de la edición y esta se marchó de palapa. Lo que no sabía era el misterio que escondían para ella, como viene siendo normal en las ediciones del programa: una segunda oportunidad en el 'palafito'.

Samya desembarcó en Playa Misterio, habitada solo por Manuel González, que se reía mucho al ver la cara de sorpresa y dudas de su nueva compañera. "Yo creía que iba a cenar en el hotel", declaró ella. "Pues no hay ni fuego", le advirtió el gaditano.

"¡Esto qué es!", exclamó la joven. "¿Sabes quién es él?", preguntó el presentador. "Sí, un tentador de La isla de las tentaciones, pero que yo estoy casada", respondió muy seria. A partir de ahora convivirían juntos en la playa con menos recursos y lucharán por una oportunidad nueva.