La pequeña ciudad del Alentejo portugués que es una de las más antiguas de toda Europa

Fundada por los fenicios en siglo 100 a.C. y construida sobre una ladera, tiene en su punto más alto una fortaleza amurallada que se remonta a los inicios de esta ciudad.

Abr 21, 2025 - 07:23
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La pequeña ciudad del Alentejo portugués que es una de las más antiguas de toda Europa

Portugal siempre es una buena opción para realizar una escapada a tiro de piedra de España, sobre todo porque lo tiene todo: pueblos auténticos, como Óbidos, que nos hacen viajar en el tiempo, ciudades históricas, una deliciosa gastronomía y el indiscutible encanto de su gente. Si tienes nostalgia y te apetece volver para descubrir un lugar nuevo, te proponemos que apuntes en tu itinerario Alcácer do Sal, una pequeña ciudad del Alentejo Litoral que, a pesar del turismo y de estar muy cerca del mar, todavía mantiene intacto su estilo de vida auténtico y pausado. Es una de las más antiguas de Europa y posiblemente no has oído hablar de ella, pero podemos adelantarte que te resultará todo un descubrimiento.

El castillo y la cripta arqueológica

Muy cerca del océano y bañada por las aguas del río Sado, Alcácer do Sal se presenta como una magnífica opción para disfrutar de unas completas vacaciones al más puro estilo portugués. Uno de los principales puntos de interés (y que también da fama a la localidad) es su impresionante castillo medieval, que se alza sobre una colina y que lleva siglos dominando esta antigua villa. Está rodeado por dos líneas amuralladas y algunas torres musulmanas que siguen en pie han sido reconvertidas en la Pousada D. Afonso II. Como te puedes imaginar, las vistas que te esperan desde esta fortaleza de origen morisco son impresionantes, convirtiéndose en el mejor mirador sobre la ciudad, el río y los arrozales.

Tanto la fortificación como sus murallas musulmanas son uno de los pocos ejemplos de arquitectura militar construida en barro que existe en el sur de Portugal. Dentro del recinto del castillo se encuentra la Iglesia de Santa Maria do Castelo y la Cripta Arqueológica, que es la mayor de Portugal y está ubicada en los sótanos de esta fortaleza. La entrada es gratuita.

El casco histórico de Alcácer do Sal

Pero para llegar hasta la fortaleza, antes hay que emprender una subida a través de las estrechas y escalonadas calles del centro histórico, repletas de edificios de estructura tradicional portuguesa y con influencias de distintas épocas. Durante el recorrido encontrarás una postal con casas encaladas de blanco, balcones de hierro forjado y los siempre decorativos azulejos portugueses que no nos cansamos de admirar. Uno de los lugares más bonitos es la Plaza Pedro Nunes, empedrada y presidida por la estatua del matemático y astrónomo portugués.

Qué ver en la joya del Sado

A pesar de su pequeño tamaño, la ciudad tuvo una gran importancia militar y comercial en el pasado, contando incluso con moneda propia. Llegó a convertirse en una de las ciudades con puerto interior más importantes del occidente de Europa. Hoy Alcácer do Sal mantiene intacta toda su belleza y encanto, que podrás descubrir cruzando el puente metálico que atraviesa las aguas del Sado ofreciendo una de las mejores panorámicas. Otro de los mejores planes es pasear por las calles del centro histórico. Entre los lugares de interés está la Torre del reloj, que marca la hora de la ciudad desde el siglo XVI y es también un impresionante balcón con vistas al río.

Qué visitar cerca de Alcácer do Sal

En las proximidades y en un radio de 60 kilómetros se encuentran interesantes destinos como Setúbal y Comporta, y otras pequeñas localidades como la aldea de Santa Susana, una freguesía de arquitectura típicamente alentejana con casitas de planta baja encaladas en blanco y con franjas azules.

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