La Komintern Neofascista se pavonea en Madrid

Son más leales a Donald Trump que a la Unión Europea. Si la acusación de los conservadores y liberales europeos de los años 20 del siglo pasado a los comunistas era su sometimiento a las órdenes emanadas de Moscú a través de la III Internacional, conocida como la Komintern, la acusación de los europeístas de hoy a los hiperpatriotas españoles, franceses, húngaros o italianos reunidos este fin de semana en Madrid debería subrayar la sumisión voluntaria de todos ellos a la política amezadoramente antieuropea del presidente norteamericano Donald Trump. 1. Corazón partío Temían los occidentales de antaño que, llegado el caso, los comunistas locales, siguiendo los dictados de Lenin y Stalin, no dudarían en sacrificar su patria en los altares del marxismo internacionalista. ¿No deberían acaso temer los occidentales de hoy la explícita disposición de los líderes ultras convocados por Vox en Madrid a mostrarse más leales a Trump y a los intereses de Estados Unidos que a Pedro Sánchez o Enmanuel Macron y a los intereses de Europa, España o Francia? De producirse un enfrentamiento diplomático, arancelario o ideológico entre Bruselas y Washington, que con toda probabilidad no tardará en llegar,¿quién duda de que Abascal, Le Pen, Salvini o Wilders se alinearán con el inquilino de la Casa Blanca? La división europea del Komintern Neofascista tiene dos secciones, que son los dos grupos parlamentos que cobijan a la extrema derecha: Patriotas por Europa, reunidos este fin de semana en Madrid, y Grupo Europa de las Naciones Soberanas. 2. Patriotas por el mundo Dicen y creen ser rabiosamente españoles, franceses, italianos, húngaros u holandeses, pero al declararse al mismo tiempo antieuropeos el suyo es un patriotismo que opera directamente en contra de sus propias patrias, cuyos intereses están sólidamente entrelazados a través de esa arquitectura política e institucional denominada Unión Europea y despreciada por Donald Trump. Todos ellos encarnan la anti Europa. Dicen querer menos Europa y más Francia, más España o más Italia, pero tal pretensión es un imposible metafísico: hoy por hoy, con el nuevo inquilino de la Casa Blanca, querer menos Europa es querer más Estados Unidos. De hecho, los patriotas reunidos en Madrid han explicitado sin complejos sus simpatías por un criminal de guerra como Netanyahu o por un golpista-putero-mentiroso-defraudador-machista-xenófobo como Donald Trump, de quien bien podrían ellos mismos susurrar en privado: 'Tal vez sea un cerdo, pero es nuestro cerdo'. 3. Dos hombres y un estilo Técnicamente, el presidente norteamericano no es en propiedad un político fascista, pero es innegable que hoy por hoy es el gobernante democráticamente elegido que más se parece a Mussolini. El parecido es inequívoco en el estilo y las maneras: como Mussolini, Trump tiende al histrionismo, a la fanfarronería; como el fundador del fascismo, es un político vanidoso y fanfarrón que no solo no oculta sino que exhibe con orgullo su vanidad y su fanfarronería. Como el Duce, Trump desprecia el Parlamento 4. Sin complejos En su tiempo, antes de hundirse y hundir a Italia en el cenagal de sangre...

Feb 9, 2025 - 11:50
 0
La Komintern Neofascista se pavonea en Madrid
Son más leales a Donald Trump que a la Unión Europea. Si la acusación de los conservadores y liberales europeos de los años 20 del siglo pasado a los comunistas era su sometimiento a las órdenes emanadas de Moscú a través de la III Internacional, conocida como la Komintern, la acusación de los europeístas de hoy a los hiperpatriotas españoles, franceses, húngaros o italianos reunidos este fin de semana en Madrid debería subrayar la sumisión voluntaria de todos ellos a la política amezadoramente antieuropea del presidente norteamericano Donald Trump. 1. Corazón partío Temían los occidentales de antaño que, llegado el caso, los comunistas locales, siguiendo los dictados de Lenin y Stalin, no dudarían en sacrificar su patria en los altares del marxismo internacionalista. ¿No deberían acaso temer los occidentales de hoy la explícita disposición de los líderes ultras convocados por Vox en Madrid a mostrarse más leales a Trump y a los intereses de Estados Unidos que a Pedro Sánchez o Enmanuel Macron y a los intereses de Europa, España o Francia? De producirse un enfrentamiento diplomático, arancelario o ideológico entre Bruselas y Washington, que con toda probabilidad no tardará en llegar,¿quién duda de que Abascal, Le Pen, Salvini o Wilders se alinearán con el inquilino de la Casa Blanca? La división europea del Komintern Neofascista tiene dos secciones, que son los dos grupos parlamentos que cobijan a la extrema derecha: Patriotas por Europa, reunidos este fin de semana en Madrid, y Grupo Europa de las Naciones Soberanas. 2. Patriotas por el mundo Dicen y creen ser rabiosamente españoles, franceses, italianos, húngaros u holandeses, pero al declararse al mismo tiempo antieuropeos el suyo es un patriotismo que opera directamente en contra de sus propias patrias, cuyos intereses están sólidamente entrelazados a través de esa arquitectura política e institucional denominada Unión Europea y despreciada por Donald Trump. Todos ellos encarnan la anti Europa. Dicen querer menos Europa y más Francia, más España o más Italia, pero tal pretensión es un imposible metafísico: hoy por hoy, con el nuevo inquilino de la Casa Blanca, querer menos Europa es querer más Estados Unidos. De hecho, los patriotas reunidos en Madrid han explicitado sin complejos sus simpatías por un criminal de guerra como Netanyahu o por un golpista-putero-mentiroso-defraudador-machista-xenófobo como Donald Trump, de quien bien podrían ellos mismos susurrar en privado: 'Tal vez sea un cerdo, pero es nuestro cerdo'. 3. Dos hombres y un estilo Técnicamente, el presidente norteamericano no es en propiedad un político fascista, pero es innegable que hoy por hoy es el gobernante democráticamente elegido que más se parece a Mussolini. El parecido es inequívoco en el estilo y las maneras: como Mussolini, Trump tiende al histrionismo, a la fanfarronería; como el fundador del fascismo, es un político vanidoso y fanfarrón que no solo no oculta sino que exhibe con orgullo su vanidad y su fanfarronería. Como el Duce, Trump desprecia el Parlamento 4. Sin complejos En su tiempo, antes de hundirse y hundir a Italia en el cenagal de sangre...