La eliminación de la Champions del equipo de
Simeone en el fondo y forma supuso un golpe muy fuerte para poder enfrentarse con fuerza al equipo que sí se clasificó y que va primero en La Liga. Sin embargo, en el primer tiempo mostraron estar recuperados de la eliminatoria frente al Madrid, materializando el gol de
Julián Álvarez tras una jugada extraordinaria en contraataque con la participación de sus tres atacantes. En el primer tercio del segundo tiempo no ocurrió nada importante hasta que Simeone comenzó a mover el banquillo para dar entrada a
Sorloth y
Gallagher que fueron los protagonistas del segundo gol y, cuando parecía que el partido se iba a enfriar por el Atlético, llegó la magistral reacción culé con un pase de
Iñigo en vertical a
Lewandowski que al borde del área controla y se gira rematando con la izquierda raso de una forma inalcanzable para
Oblak. Ese gol cambió la dinámica del partido por completo y el equipo nos deleitó con un gran juego en progresión liderado por
Pedri.
Flick también había movido el banquillo confiando en Ferrán en el ataque y
Eric en el centro del campo. Los dos tuvieron una espléndida actuación y
Ferran materializó sin dilación el gol del empate tras un centro magnifico de
Raphinha. En ese momento se denotó el cansancio provocado por esa derrota en Champions y tras muchas intentonas de Lamine de hacer gol en diferentes remates, encontró el disparo oportuno que desvió
Reinildo para despistar a
Oblak marcando el tercer gol y culminaron el partido al finalizar con un disparo raso de Ferrán. El equipo de
Flick está demostrando que se encuentra en un momento dulce que debe continuar hasta el final de temporada. Los goles que son capaces de realizar en cada partido y la distribución de los minutos de juego en todas las posiciones va en beneficio de todos los jugadores y si actúan como un grupo unido, jóvenes y expertos conseguirán incluso más de un título.
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