La importancia de la biología y la personalización terapéutica en la leucemia linfocítica crónica
Opinión saradomingo Mié, 26/03/2025 - 11:26 15ª Reunión Anual La 15ª Reunión Anual del Grupo Español de Leucemia Linfocítica Crónica (GELLC), celebrada en San Sebastián, ha sido un punto de encuentro clave para la comunidad de profesionales de la hematología que nos dedicamos al estudio y tratamiento de la leucemia linfocítica crónica (LLC). Durante dos extensas jornadas, se han abordado los avances más recientes en la biología de la enfermedad y su impacto en la práctica clínica, con el objetivo de mejorar la estratificación del riesgo y la toma de decisiones terapéuticas.Según las estimaciones de la Red Española de Registros de Cáncer Hematológico, en 2025 se diagnosticarán en España aproximadamente 2.000 nuevos casos de LLC. El 80% de los casos de LLC se detectan de forma incidental en una analítica rutinaria, sin que el paciente presente síntomas, y hasta el 50% de los diagnosticados continúa asintomático tras el diagnóstico y, por lo tanto, no requiere tratamiento inmediato. Francesc Bosch Albareda, presidente del GELLC. Uno de los aspectos más relevantes tratados en la reunión ha sido la relación entre la biología de la LLC y los índices pronósticos. Se ha destacado cómo los nuevos subtipos genéticos de la enfermedad, identificados más allá de las alteraciones clásicas detectadas por FISH y el estado mutacional de IGHV, están proporcionando una mejor predicción de la evolución clínica de los pacientes. En particular, la identificación de alteraciones en TP53 sigue siendo un factor determinante en el pronóstico y en la selección del tratamiento, reforzando la necesidad de evaluaciones genéticas exhaustivas al diagnóstico y en la progresión de la enfermedad. En términos biológicos, aproximadamente un 40% de los pacientes presenta un riesgo elevado en el momento del diagnóstico, y un 10% de ellos se clasifica como de muy alto riesgo genético.Otro de los temas de interés ha sido la enfermedad mínima residual (EMR) y su papel en la implementación de estrategias terapéuticas personalizadas. La capacidad de detectar y cuantificar la EMR ha demostrado ser clave para predecir la respuesta al tratamiento y la durabilidad de la remisión, lo que plantea la posibilidad de ajustar la duración de las terapias en función de la respuesta biológica del paciente. Los tumores hematológicos estarán en la quinta posición de los cánceres más frecuentes en España, La fragilidad determina el tratamiento en el paciente mayor con LLC, “En leucemia linfocítica crónica, el objetivo es una esperanza de vida igual a la población general” En cuanto a las estrategias terapéuticas, se ha hecho un repaso sobre el papel de la monoterapia en el tratamiento de la LLC, particularmente con inhi El objetivo es mejorar la estratificación del riesgo y la toma de decisiones terapéuticas en esta enfermedad. Off Francesc Bosch Albareda. Presidente del GELLC. Hematología y Hemoterapia Off


La 15ª Reunión Anual del Grupo Español de Leucemia Linfocítica Crónica (GELLC), celebrada en San Sebastián, ha sido un punto de encuentro clave para la comunidad de profesionales de la hematología que nos dedicamos al estudio y tratamiento de la leucemia linfocítica crónica (LLC). Durante dos extensas jornadas, se han abordado los avances más recientes en la biología de la enfermedad y su impacto en la práctica clínica, con el objetivo de mejorar la estratificación del riesgo y la toma de decisiones terapéuticas.
Según las estimaciones de la Red Española de Registros de Cáncer Hematológico, en 2025 se diagnosticarán en España aproximadamente 2.000 nuevos casos de LLC. El 80% de los casos de LLC se detectan de forma incidental en una analítica rutinaria, sin que el paciente presente síntomas, y hasta el 50% de los diagnosticados continúa asintomático tras el diagnóstico y, por lo tanto, no requiere tratamiento inmediato.

Uno de los aspectos más relevantes tratados en la reunión ha sido la relación entre la biología de la LLC y los índices pronósticos. Se ha destacado cómo los nuevos subtipos genéticos de la enfermedad, identificados más allá de las alteraciones clásicas detectadas por FISH y el estado mutacional de IGHV, están proporcionando una mejor predicción de la evolución clínica de los pacientes. En particular, la identificación de alteraciones en TP53 sigue siendo un factor determinante en el pronóstico y en la selección del tratamiento, reforzando la necesidad de evaluaciones genéticas exhaustivas al diagnóstico y en la progresión de la enfermedad. En términos biológicos, aproximadamente un 40% de los pacientes presenta un riesgo elevado en el momento del diagnóstico, y un 10% de ellos se clasifica como de muy alto riesgo genético.
Otro de los temas de interés ha sido la enfermedad mínima residual (EMR) y su papel en la implementación de estrategias terapéuticas personalizadas. La capacidad de detectar y cuantificar la EMR ha demostrado ser clave para predecir la respuesta al tratamiento y la durabilidad de la remisión, lo que plantea la posibilidad de ajustar la duración de las terapias en función de la respuesta biológica del paciente.