La gran hipocresía mundial

Por supuesto que el rearme se lleva a cabo porque lo manda la UE, que es lo mismo que decir porque lo manda la OTAN, y por tanto que lo ordena Estados Unidos y en consecuencia Donald Trump. El amigo de Vladimir. Y de Netanyahu. Y solo es una parte de lo que ocurre. En varios campos esenciales Por supuesto que el rearme se lleva a cabo porque lo manda la UE, que es lo mismo que decir porque lo manda la OTAN, y por tanto que lo ordena Estados Unidos y en consecuencia Donald Trump. El amigo de Vladimir, por cierto.  Y de Netanyahu. La UE –con sus Von der Leyen y Kaja Kallas al frente– y la OTAN –con las ganas que tenía también el neerlandés Mark Rutte, otro carrerón increíble–. Y solo es una parte de lo que ocurre. Es lo que hay y lo que no debería ser. La sociedad mundial asiste impertérrita, con pequeñas excepciones, al genocidio de un pueblo, el palestino, practicado con especial sadismo, además. Y hasta con burlas como la de establecer un resort de lujo en Gaza, cosa que incluso podría producirse y vender sus packs turísticos en medio mundo. Por tanto, lo lógico sería actuar contra el Israel de Netanyahu por todos los medios posibles para detenerlo y contra cuantos le apoyan. Pero verán, solo unos pocos países han roto relaciones o han tomado medidas diplomáticas contra Israel. La lista es mínima: apenas Colombia, Turquía, Bahréin, Honduras, Chile o Sudáfrica. Ninguno en Europa. Y esto ya no es David contra Goliat, a menos que David venga muy bien acompañado en algun momento. Es lo que hay. Distinto es –no tanto, pero algo sí– el comercio de compra y venta de armamento con un país genocida. También lo practican numerosos países, pero hasta ahí no puede llegar la complicidad con semejante masacre. Y el gobierno lo ha seguido haciendo, según se dice por decisión del ministro del Interior El gobierno rescinde ese contrato y el PP informa que va a denunciarle para que los ministros paguen de su bolsillo el costo de la indemnización a la empresa israelí vendedora de armas. “Israel es un país democrático,” dicen, y les importa menos que perder un chupachups que masacren a todo un pueblo, que despedacen niños o los maten de hambre y sed. No lo dicen así, pero es lo que demuestran. Del otro lado tenemos la excusa de la exigencia de Sumar para rescindir el contrato. Evidentemente la medida la toma el PSOE para el PSOE. Sumar no existe. Y no se iría por su voluntad ni a los jardines de la Moncloa. Grande Marlaska debe dejar el gobierno. La sola enumeración de todos estos hechos aterra, lo sé. Démonos un pequeño respiro pues, pequeño. La iniciativa del PP ha de consagrarse en ley con efectos retroactivos. Y han de pagar de sus bolsillos (en A, de ser posible) desde el importe del multimillonario rescate bancario que emprendió Rajoy “y no nos iba a costar nada a los españoles” hasta todos los pufos que han ido dejando por suelo patrio. Léase el aeropuerto sin aviones de Castellón, la Ciudad de la Cultura, sin cultura, de Galicia, o ya en el colmo, la Ciudad de la Justicia de Madrid. De la Justicia, sin justicia, de Madrid, en donde Ayuso por cierto quiere enterrar más dinero público aún. De los latrocinios con volquetes de putas para festejar los pufos también tendrían que resarcir a los ciudadanos. Casi nos habíamos olvidado, pero últimamente nos lo recuerda a menudo el PP: Por comparación. La gran desfachatez mundial se evidencia en cada ocasión que encuentra. El entierro del Papa Francisco va a ser una reunión diplomática de alto nivel. Y para Roma se van incluso quienes más lo insultaron. Que se atreva a viajar a Roma Milei, el presidente de su Argentina natal, que le calificó de “representante del maligno en la Tierra”, dice todo de la desvergüenza reinante.    Se han crecido. Aunque parezca mentira, cada día parecen más seguros de que la sociedad mundial se va a tragar sus mentiras y toda la carga de trágicas acciones que llevan consigo. No basta ya con decirlo, con denunciarlo. Abran, simbólicamente, todas las ventanas y griten lo que perpetran a diario contra la democracia. Porque en rigurosa aplicación de la Ley de Transposición de Goebbels ahora acusan de dictaduras a todas las democracias.  Ciertamente hablan para tontos pero es que ésa es la base de su poder. Dice Trump de unas de las universidades más prestigiosas del mundo y por tanto más peligrosa para sus intereses: “Harvard es antisemita, de extrema izquierda y una amenaza a la democracia”. Aquí, Ayuso, desatada su lengua literalmente, como siempre que su novio es invitado a sentarse un ratito en un juzgado, larga sin parar contra el gobierno. Es una dictadura, dice. Una dictadura en la que se permite todo tipo de calumnias a una presidenta autonómica que ofende de palabra y obra cada vez que le plantan delante un micrófono gratuito o subvencionado. También se va a querellar contra la jueza el músico Nacho Cano, a quien

Abr 26, 2025 - 05:39
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La gran hipocresía mundial

La gran hipocresía mundial

Por supuesto que el rearme se lleva a cabo porque lo manda la UE, que es lo mismo que decir porque lo manda la OTAN, y por tanto que lo ordena Estados Unidos y en consecuencia Donald Trump. El amigo de Vladimir. Y de Netanyahu. Y solo es una parte de lo que ocurre. En varios campos esenciales

Por supuesto que el rearme se lleva a cabo porque lo manda la UE, que es lo mismo que decir porque lo manda la OTAN, y por tanto que lo ordena Estados Unidos y en consecuencia Donald Trump. El amigo de Vladimir, por cierto.  Y de Netanyahu. La UE –con sus Von der Leyen y Kaja Kallas al frente– y la OTAN –con las ganas que tenía también el neerlandés Mark Rutte, otro carrerón increíble–. Y solo es una parte de lo que ocurre.

Es lo que hay y lo que no debería ser. La sociedad mundial asiste impertérrita, con pequeñas excepciones, al genocidio de un pueblo, el palestino, practicado con especial sadismo, además. Y hasta con burlas como la de establecer un resort de lujo en Gaza, cosa que incluso podría producirse y vender sus packs turísticos en medio mundo. Por tanto, lo lógico sería actuar contra el Israel de Netanyahu por todos los medios posibles para detenerlo y contra cuantos le apoyan. Pero verán, solo unos pocos países han roto relaciones o han tomado medidas diplomáticas contra Israel. La lista es mínima: apenas Colombia, Turquía, Bahréin, Honduras, Chile o Sudáfrica. Ninguno en Europa. Y esto ya no es David contra Goliat, a menos que David venga muy bien acompañado en algun momento.

Es lo que hay. Distinto es –no tanto, pero algo sí– el comercio de compra y venta de armamento con un país genocida. También lo practican numerosos países, pero hasta ahí no puede llegar la complicidad con semejante masacre. Y el gobierno lo ha seguido haciendo, según se dice por decisión del ministro del Interior

El gobierno rescinde ese contrato y el PP informa que va a denunciarle para que los ministros paguen de su bolsillo el costo de la indemnización a la empresa israelí vendedora de armas. “Israel es un país democrático,” dicen, y les importa menos que perder un chupachups que masacren a todo un pueblo, que despedacen niños o los maten de hambre y sed. No lo dicen así, pero es lo que demuestran.

Del otro lado tenemos la excusa de la exigencia de Sumar para rescindir el contrato. Evidentemente la medida la toma el PSOE para el PSOE. Sumar no existe. Y no se iría por su voluntad ni a los jardines de la Moncloa. Grande Marlaska debe dejar el gobierno.

La sola enumeración de todos estos hechos aterra, lo sé. Démonos un pequeño respiro pues, pequeño. La iniciativa del PP ha de consagrarse en ley con efectos retroactivos. Y han de pagar de sus bolsillos (en A, de ser posible) desde el importe del multimillonario rescate bancario que emprendió Rajoy “y no nos iba a costar nada a los españoles” hasta todos los pufos que han ido dejando por suelo patrio. Léase el aeropuerto sin aviones de Castellón, la Ciudad de la Cultura, sin cultura, de Galicia, o ya en el colmo, la Ciudad de la Justicia de Madrid. De la Justicia, sin justicia, de Madrid, en donde Ayuso por cierto quiere enterrar más dinero público aún. De los latrocinios con volquetes de putas para festejar los pufos también tendrían que resarcir a los ciudadanos. Casi nos habíamos olvidado, pero últimamente nos lo recuerda a menudo el PP: Por comparación.

La gran desfachatez mundial se evidencia en cada ocasión que encuentra. El entierro del Papa Francisco va a ser una reunión diplomática de alto nivel. Y para Roma se van incluso quienes más lo insultaron. Que se atreva a viajar a Roma Milei, el presidente de su Argentina natal, que le calificó de “representante del maligno en la Tierra”, dice todo de la desvergüenza reinante.   

Se han crecido. Aunque parezca mentira, cada día parecen más seguros de que la sociedad mundial se va a tragar sus mentiras y toda la carga de trágicas acciones que llevan consigo. No basta ya con decirlo, con denunciarlo. Abran, simbólicamente, todas las ventanas y griten lo que perpetran a diario contra la democracia. Porque en rigurosa aplicación de la Ley de Transposición de Goebbels ahora acusan de dictaduras a todas las democracias. 

Ciertamente hablan para tontos pero es que ésa es la base de su poder. Dice Trump de unas de las universidades más prestigiosas del mundo y por tanto más peligrosa para sus intereses: “Harvard es antisemita, de extrema izquierda y una amenaza a la democracia”. Aquí, Ayuso, desatada su lengua literalmente, como siempre que su novio es invitado a sentarse un ratito en un juzgado, larga sin parar contra el gobierno. Es una dictadura, dice. Una dictadura en la que se permite todo tipo de calumnias a una presidenta autonómica que ofende de palabra y obra cada vez que le plantan delante un micrófono gratuito o subvencionado.

También se va a querellar contra la jueza el músico Nacho Cano, a quien le han archivado el caso de las denuncias de sus becarios. Ah, y otro magistrado al Gobierno por no hacer obras que hubieran hecho falta en Valencia ante la Dana. Casi nada si también se implanta esta táctica.

Por cierto, hablando de desfachatez, ¿cuándo van a contar dónde estuvo, con quién y haciendo qué Carlos Mazón al inicio de la Dana mientras se ahogaban sus conciudadanos? ¿A que no es normal que no se ocupe la sociedad de lo fundamental, de lo que sí le afecta hasta la vida?

Las armas vienen como garantía de negocios. Selectivos. Y todo parece ir a juego. “¿El mayor propietario de Madrid? Firmas de inversión estadounidenses”. Publica hoy mismo The New York Times. “Mientras las empresas de capital privado afirman su control sobre gran parte de las viviendas de España, miles de personas se enfrentan a la amenaza de desalojo”, dice. En toda España, alrededor de 185.000 viviendas de alquiler pertenecen actualmente a grandes corporaciones, la mitad de ellas a empresas con sede en EEUU, según un análisis de los registros de la propiedad realizado por la organización sin ánimo de lucro @civio.es Menudo puestazo gestionar eso desde la política con escasos escrúpulos. Y miles de cabezas huecas lo aplauden.

No eran tiempos para vivir a la sopa boba, pero pistas de la hecatombe ya nos dieron la elección en las urnas de Milei, Ayuso o Trump. Lo peor es que esta deriva no ha terminado ni de lejos, ni lo hará hasta que no haya una firme voluntad de hacerlo.

Solo hace medio siglo, apenas nada en el tiempo infinito, que el pueblo portugués derribó un 25 de abril una dictadura con claveles de paz y firme convicción democrática. Poco después España fue por la misma senda, aunque por muerte natural y en su cama del dictador. Muy poco tiempo para esta deriva, para que manden desaprensivos y prime la voluntad de los idiotas, los que se hacen daño por su propia culpa tragando lo intragable y adorando a ídolos de plástico, ya ni de barro. Personas de carne y hueso viven atrapadas por ellos. Sin protestar, la mayoría.

 

 

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