La fruta que te ayuda a limpiar el hígado: tiene beneficios para las personas con diabetes
Con un sabor amargo está cargada de vitaminas y propiedades antioxidantes, diuréticas y depurativas.

Originaria del Caribe, el pomelo es una fruta cítrica caracterizada por ser una excelente fuente de vitaminas C y B, minerales como el potasio y el magnesio, ácido fólico, antioxidantes y flavonoides que le confieren propiedades antienvejecimiento y anticancerígenas, que ayudan a regular los niveles de colesterol en la sangre y además tienen un efecto depurativo en el hígado.
Un fruto redondo de hasta 15 centímetros de diámetro que suele cultivarse en nuestro país en regiones como Murcia, Andalucía y la Comunidad Valenciana. Su pulpa carnosa y rosada está cubierta por una cáscara bastante gruesa, lo que resulta en un alimento muy aromático y jugoso.
6 beneficios para la salud del consumo de pomelo
Según el portal 'Tua Saúde' el pomelo tiene múltiples propiedades beneficiosas para la salud, aquí te dejamos 6 de ellas:
- Controla la diabetes: Los flavonoides y terpenoides presentes en el zumo de la fruta, tienen efectos hipoglucémicos ayudando a controlar y disminuir los niveles de glucosa en sangre.
- Cuida la salud de la piel: Al ser rica en vitamina C, incrementa la producción de colágeno en la piel, además de tener acción antioxidante que actúa combatiendo radicales libres y evitando el daño celular, para mantener una piel más joven y saludable.
- Previene el cáncer: Los compuestos antioxidantes de la toronja, como las furanocumarinas, flavonoides y los limonoides evitan el crecimiento de células malignas, previniendo el desarrollo y progresión de diferentes tipos de cáncer como el de mama, colon, piel y la leucemia.
- Mejora la salud ósea: El zumo contiene bergapten, un compuesto natural que se encuentra en varias plantas, el cual favorece la regeneración ósea y evita la pérdida de densidad en los huesos, previniendo la aparición de enfermedades como la osteoporosis.
- Previene la deshidratación: Es rica en minerales y contiene un 90% de agua, lo cual ayuda a hidratar las células del cuerpo. Es una muy buena opción para consumir en medio de actividades físicas intensas, ya que ayuda a reponer los líquidos perdidos del organismo.
- Reduce el colesterol: Al tener un alto contenido de fibra y antioxidantes, ayuda a reducir la absorción de grasas en el cuerpo y a eliminar el colesterol por medio de los ácidos biliares. Disminuye el riego de padecer enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis.
Cómo elegir un pomelo de la mejor manera
Al momento de escoger el pomelo que vamos a consumir, lo más conveniente es fijarse en que tenga buen peso en relación al volumen, ya que esto puede indicar que son jugosos y tendrán mayor cantidad de zumo. También es importante privilegiar los que estén un poco arrugados y al presionarlos ligeramente se sientan blandos. Los que estén frescos y madurados tendrán un olor más intenso, por lo que su fragancia es otro aspecto a tomar en cuenta.
Tipos de pomelo
Existes dos variedades de la fruta, con diferencias sobre todo en su aspecto y sabor, que se utilizan en la cocina de manera distinta:
- Pomelo amarillo: El más común, con un sabor pronunciado y una piel brillante y delgada. Se suele consumir en el desayuno, ya sea en forma de zumo o con un poco de miel. Es el más depurativo.
- Pomelo rosado: Tiene una piel rosácea o algo anaranjada. Es menos ácido que el limón y menos dulce que la naranja. Se suele comer a gajos y es el más rico en betacaroteno. Mientras más rosa sea su cáscara, más dulce será su carne.
Cómo se consume el pomelo
La temporada del pomelo suele ser entre enero y julio. Un ingrediente ideal tanto para desayunos como para postres, vinagretas o para acompañar platos variados. En preparaciones dulces puede incluirse en ensaladas de frutas, mousses y hasta mermelada. También se utiliza para aromatizar el azúcar, añadiendo un trozo de cáscara dentro del recipiente donde se guarda.
Para preservar al máximo su sabor y frescura se deben guardar en un lugar ventilado y seco, hasta un par de semanas. En la nevera se conservan alrededor de 20 o 30 días.