La fiebre por el fitboxing se desata en España: "Se han roto todos los estereotipos del mundo del combate"

Jab, cross, patada, gancho, upper, cross y jab... la secuencia se repite al ritmo de la música, el saco encaja bien y es un rival imbatible durante una sucesión...

Mar 27, 2025 - 07:41
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La fiebre por el fitboxing se desata en España: "Se han roto todos los estereotipos del mundo del combate"

Jab, cross, patada, gancho, upper, cross y jab... un respiro. La secuencia se repite al ritmo de la música, el saco encaja bien y es un rival imbatible durante una sucesión de asaltos en los que el reto es no decaer en el ataque. Se trata del fitboxing, una disciplina que arrancó la fiebre del boxeo sin contacto en España hace más de una década y que no para de crecer.

En 2014 nació en Madrid un gimnasio con una propuesta diferente: una sesión de entrenamiento de 47 minutos frente al saco en el que se combinan el boxeo, el kickboxing y el entrenamiento funcional. Llegó para quedarse, pues lejos de ser en un mero entretenimiento, el concepto ha dado un paso más hasta convertirse en una modalidad única con competiciones en diferentes partes del globo.

La proliferación de gimnasios y el auge de usuarios que en los últimos años se han abonado a los mamporros picó la curiosidad de 20minutos, que ha acudido a una sesión en un local de Brooklyn Fitboxing, cadena española pionera que ya ha abierto más de 250 gimnasios en todo el mundo, para conocer las claves de este nuevo deporte.

'Dar sin recibir', es la atractiva y principal premisa de la modalidad, no cabe duda. Y es que es la base de un deporte que ha eliminado la parte más criticada de una disciplina denostada durante años por una parte de la población por la mala fama generada a su alrededor. La violencia, las apuestas, la sangre... fue un cúmulo de circunstancias la que hizo que el boxeo pasara de ser un deporte en auge en la España de los 70 y 80 a una modalidad relegada al olvido. Lo atractivo se quedó en el fitboxing, el resto ha sido borrado en los gimnasios que proliferan en cada esquina.

Apenas dos minutos tardas en colocarte tus primeras vendas y los guantes, primer paso completado para cualquiera que nunca se imaginó descargando golpes. La explicación técnica también es breve: jab, cross, patada, gancho y uppercut, el 'abc' del boxeo de toda la vida. Solo queda colocarte frente al saco y 'descargar'.

Sin riesgo de encajar, el salón invita a probar una disciplina que engancha muy rápido cuando la adrenalina empieza a correr a chorros. "El fitboxing permite experimentar la potencia y la intensidad del golpeo sin el riesgo de contacto, lo que lo hace accesible a cualquier persona sin importar su experiencia. Ofrece una alternativa segura en la que pueden liberar adrenalina y mejorar su forma física sin ese riesgo de los deportes de combate", nos cuentan antes de que empiecen los golpes en un gimnasio sin un solo hueco libre.

Tras un calentamiento de intensidad, suena la campana y empieza la música. Los primeros golpes son vacilantes, pero la coreografía no tarda en atraparte y, una vez dentro, toda la tensión se libera. Sin apenas darte cuenta te has convertido en uno más de los miles de deportistas inmersos en este deporte.

"Hemos acercado el boxeo y el mundo del combate a un público mucho más amplio, rompiendo todos los estereotipos y mostrando sus beneficios reales", aseguran desde Brooklyn Fitboxing, cadena que acumula ya más de 65.000 usuarios.

El sudor brota a chorros y el cansancio se apodera de ti en cada golpe. Así, cualquier amante del deporte encuentra rápido su recompensa frente al saco, pero, ¿por qué el fitboxing se ha convertido en un serio competidor de los gimnasios tradicionales u otras modalidades en auge como el pádel?

Sin duda, uno de los factores del 'efecto llamada' ha sido el resurgir mediático de los deportes de contacto. El boxeo se quedó algo atrás, pero la llegada de las MMA, con personajes mediáticos de la talla de Ilia Topuria, han echado un capote a estas disciplinas relegadas anteriormente a nichos muy concretos. Esto lo saben en los gimnasios, donde reciben a usuarios "que buscan alternativas para experimentar esa sensación de golpeo sin el compromiso de la competición profesional".

Eso, tal y como aseguran a 20minutos desde Brooklyn Fitboxing, ha motivado a muchas personas a acercarse al boxeo y las MMA en un paso previo. Así, reconocen que algunos usuarios, tras probar en sus centros, "se animan a probar el boxeo tradicional". Igualmente, otros que ya vienen de practicar las disciplinas puras, encuentran un complemento o una alternativa en el fitboxing.

Los ingredientes del éxito de este deporte, materialmente visibles en las nuevas cadenas y gimnasios tradicionales que abren espacios nuevos para practicarlo, también van más allá. Y es que, aunque sea una lucha entre el luchador y el saco, hay una fórmula que le ha permitido desarrollarse como una disciplina altamente atractiva y adictiva.

La música, el ambiente de equipo y el sistema de puntos elaborado gracias a los sensores presentes en los sacos convierte cada sesión en un reto único. La competición contra uno mismo es salvaje, eso sí, es tan solo una mera preparación para quien mira más allá del horizonte.

Los Fitboxing World Games es el evento por antonomasia al que muchos luchadores sueñan acudir. El sistema es sencillo, pues la clave reside en sumar la máxima puntuación posible ante tu saco para llevar a tu equipo —de cualquier parte del mundo— a la gloria. Cada puñetazo cuenta.

El pulso tiembla y la potencia languidece en el último combo: Jab, cross, patada, gancho, upper, cross y jab... el tintineo de la campana pone fin al combate y solo queda recuperarse de la fatiga de un intenso baile de golpes zanjado sin un solo rasguño.