
El reciente acuerdo entre el Partido Socialista y Junts para la delegación de las competencias sobre inmigración a Cataluña ha suscitado múltiples debates, no solo acerca de su constitucionalidad sino también en lo referente a su oportunidad o viabilidad. Los partidarios del acuerdo se afanan por aseverar que dicha delegación no debe entenderse como una anomalía al existir precedentes en otros estados federales. Permítanme que empiece con dos aseveraciones: El recurso al derecho comparado es una estratagema común cuando se pretende implementar una reforma que puede generar controversia o se defienden posiciones maximalistas de difícil encaje en nuestro marco constitucional. Si algo es posible en un determinado país, más aún si este es considerado como un referente democrático, negarlo resulta un comportamiento lesivo de la diversidad territorial o incluso autoritario. Esta forma de razonar ha sido recurrente en los debates territoriales en España, resultando en lecturas simplistas de la experiencia extranjera donde se obvia el contexto y los matices (véase la Ley de Claridad canadiense). El caso de la delegación de la competencia de inmigración a Cataluña no ha sido excepción. La (in)migración es un fenómeno complejo con múltiples facetas, lo cual resulta en que esta competencia se configure como […]