La casa de los horrores: imágenes inéditas revelan el estado de la mansión de Gene Hackman y la causa de la muerte de su esposa

Gene Hackman: el retiro de una leyenda de Hollywood.

Gene Hackman fue uno de los actores más icónicos del cine estadounidense, con una carrera que abarcó más de cinco décadas. Con dos premios Oscar en su haber, por The French Connection y Unforgiven, se ganó el respeto de la industria por su intensidad interpretativa y su versatilidad. A comienzos de los 2000, Hackman se retiró de la actuación y se trasladó a Santa Fe, Nuevo México, donde vivió sus últimos años junto a su esposa, Betsy Arakawa.

Desde entonces, poco se supo de su vida privada. La pareja eligió mantenerse alejada del ojo público, apareciendo esporádicamente en la prensa y sin mayores escándalos. Por eso, la noticia de su fallecimiento el 27 de febrero, y sobre todo las circunstancias en las que fueron hallados, sorprendieron profundamente a la opinión pública.

Dentro de una mansión cerrada al mundo.

Desorden, mucho desorden, suciedad, acumulación de cosas, caos. Las condiciones en las que vivían el actor Gene Hackman y su esposa, Betsy Arakawa, nada tenían que ver con lo que se espera de una mansión de cuatro millones de dólares en Santa Fe, en Nuevo México, donde fueron encontrados muertos. Unas fotografías policiales divulgadas por la oficina del sheriff del condado de Santa Fe reflejan el lamentable estado en el que se encontraban las estancias de la casa.

Además de varias fotografías del interior del hogar se han difundido videos de cámaras corporales que permiten hacerse una idea de cómo vivían el actor, de 95 años, y su esposa, de 65. El matrimonio fue hallado sin vida el 27 de febrero. Además del desorden evidente, los agentes encontraron un baño con presencia de heces y orina en el inodoro y una almohada con manchas de sangre en un dormitorio.

Las imágenes muestran que la policía tuvo acceso a varias estancias como la cocina, el baño y algunas habitaciones, que estaban abarrotadas de artículos personales, jaulas para perros, camas, libros, cajas y más pertenencias, incluidos frascos de medicamentos, artículos de tocador, alimentos y muchísima ropa. Algunas partes de la casa parecían más ordenadas, pero otras estaban en completo desorden e incluso era imposible moverse en su interior.

Una escena inquietante.

Los policías que entraron a la vivienda encontraron un ambiente desordenado, con habitaciones llenas de pertenencias personales, cajas, libros, ropa y medicamentos. En uno de los videos, se puede oír a un agente diciendo que percibe un extraño olor al entrar en la casa antes de encontrar el cuerpo de Arakawa. “Algo huele”, se le escucha decir a un policía en las grabaciones que fueron difundidas. Además, otra voz indica que los cuerpos fueron localizados en “dos áreas completamente separadas de la casa”.

El nivel de contaminación era tan elevado que los inspectores no dudaron en calificar el lugar como un “caldo de cultivo para el hantavirus”, una enfermedad rara pero potencialmente letal transmitida a través de la orina y los excrementos de ciertos roedores—y que, según los forenses, fue precisamente la causa de muerte de Betsy Arakawa.

Betsy Arakawa falleció debido a un síndrome pulmonar por hantavirus, una enfermedad rara transmitida por roedores, caracterizada por síntomas similares a los de una gripe severa, con dolores de cabeza y dificultades respiratorias. El actor murió unos días después a causa de una enfermedad cardíaca con complicaciones derivadas del Alzheimer.

Soledad, señales y abandono.

En uno de los armarios del baño fue encontrado el cadáver de uno de los tres perros de la pareja, que aparentemente murió por deshidratación y desnutrición. Los otros dos perros fueron hallados con vida y uno de estos fue captado por las cámaras de los agentes que acudieron a la casa. El animal, de raza pastor alemán, estaba recostado sobre unas mantas y junto al cuerpo de Betsy Arakawa. Cabe destacar que, según el material captado por la policía, la mascota no mostró un comportamiento agresivo contra los agentes que entraron en la casa.

Las hijas de Gene Hackman, Elizabeth y Leslie, explicaron a Page Six una semana después de conocerse la muerte de su padre que él y su madrastra mantenían un estilo de vida “muy privado” y evitaban tener personal doméstico en la casa. La última vez que tuvieron noticias directas de la pareja fue un año y medio antes de su muerte, durante un almuerzo familiar.

También se ha descubierto que Arakawa realizó búsquedas en internet sobre síntomas gripales y técnicas de respiración. Días antes de su muerte, la esposa de Gene Hackman escribió un correo a su masajista explicando que su esposo había despertado con “síntomas similares a una gripe” pero que un test de covid resultó negativo.

La tragedia del aislamiento.

Asimismo, los registros telefónicos mostraron que mantuvo una breve llamada con un servicio médico en Santa Fe y posteriormente perdió una devolución de llamada más tarde ese mismo día. Según las autoridades, esto coincide con la preocupación creciente que habría tenido por los problemas de salud de Hackman en sus últimos días.

El caso de Gene Hackman y Betsy Arakawa pone en evidencia una realidad muchas veces ignorada: la vulnerabilidad de los mayores que viven aislados, incluso cuando tienen medios económicos. Más allá de su legado artístico, lo que quedó en evidencia es una vida marcada por la privacidad, la desatención médica y un final tan solitario como doloroso.

Lo que ocurre dentro de las casas cerradas, aún las más lujosas, muchas veces es invisible hasta que es demasiado tarde. La última escena de Hackman no fue en una película, sino en un espacio real que retrata el colapso silencioso de una vida.