Prisión provisional comunicada y sin fianza. Es lo que decidió este miércoles la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo para el matrimonio detenido por supuestamente mantener encerrados a sus tres hijos desde 2021 en la que se ha llamado "casa de los horrores". La pareja, un alemán de 53 años y una mujer estadounidense de 48 con nacionalidad alemana, se enfrenta a los delitos de abandono y maltrato infantil.

La familia vivía en un chalet ubicado en Fitoria, en la falda del Monte Naranco, a las afueras de Oviedo. Los niños, dos gemelos de ocho años y su hermano mayor de diez, usaban zapatos de 2019, llevaban siempre pañales y mascarilla, y dormían en cunas. Detrás de las lamentables condiciones en las que los menores han vivido desde diciembre de 2021 está, al parecer, la obsesión de sus padres con el covid y con la salud de los pequeños.

A la pareja le preocupaba especialmente el TDA (Trastorno por Déficit de Atención). Cuenta La Nueva España que, según el atestado policial, a los agentes de la Policía Local que entraron en el chalet les sorprendió el desmesurado "almacenamiento de medicamentos". Preguntaron a los padres si los niños seguían algún tipo de tratamiento y la respuesta fue "que sí, que les daban medicación para el TDA comprando las medicinas a través de internet".

Sin embargo, el matrimonio no fue capaz de demostrar que los menores habían sido diagnosticados de TDA. "Aportan una serie de documentación que, según traduce la intérprete, nada tiene que ver con las patologías que menciona, constatando que el último contacto que los menores con los servicios médicos es de 2019", recoge el atestado policial.

¿Tenían los niños "graves patologías"?

Pero la pareja estaba obsesionada con la salud y así se lo hicieron ver a la Policía Local de Oviedo el día que llamaron a su puerta. Los pequeños llevaban tres mascarillas, una encima de otra, y a los agentes les pidieron que también se la pusieran y que mantuviesen distancia de seguridad con los niños. La madre no paraba de repetir que los tres niños tenían "graves patologías".

Según el relato de los detenidos, por esa misma razón, no querían que sus hijos salieran de casa (los vecinos únicamente vieron fuera de la vivienda al hombre alguna vez). Parece que el encierro se debió a la pandemia de coronavirus. En el atestado policial se lee que, según el relato de la mujer, "desde el covid fueron asumiendo que no podían salir de casa" y que "con el paso del tiempo, como había crecido la bola, no supieron pararla".

La madre no paraba de repetir a los policías que los tres niños tenían "graves patologías"

En palabras de uno de los investigadores, que recoge el diario asturiano El Comercio, "todos estábamos afectados por el síndrome de covid y las consecuencias de la pandemia y podemos pensar qué llevó a una familia a vivir encerrada tanto tiempo".

¿Por qué vinieron a vivir a España?

La familia vivía en Alemania, pero ¿cómo es que lo dejaron todo y se vinieron a vivir a ese chalet de Oviedo? La razón podría ser el deseo de los padres de evitar que los niños fueran al colegio. Cuenta La Nueva España que la mujer reconoció ante los policías que, cuando vivían en Alemania, había preguntado por la posibilidad de que los pequeños estudiaran en casa "debido a los problemas médicos" de los menores. Les dijeron que no y "que si no los podía llevar al colegio tendrían que pasar a ser tutelados por el Estado", recoge el atestado policial. Tal vez para llevar a cabo su plan, "huyeron" a España.

Durante la pandemia de coronavirus, algunos alemanes emigraron a países como Tanzania y Paraguay, donde apenas existían medidas de protección contra el coronavirus, según informa el diario alemán Bild. Eran personas que no creían en el peligro que representaba el Covid-19, que, según la OMS, mató a siete millones de personas.

Encerrados entre basura y excrementos

Aunque se le dice la "casa de los horrores", no parece, por lo que se sabe hasta ahora, que los niños sufrieran malos tratos físicos. Pero vivían encerrados y "ajenos a todo contacto con la realidad", en palabras del comisario principal de la Policía Local de Oviedo, Francisco Javier Lozano. De hecho, no habían aprendido español pese a llevar en nuestro país desde diciembre de 2021.

Los pañales llamaron la atención de los agentes, ya que los niños de ocho años los llevaban puestos"

"Hay basura debajo de las camas, por todos los sitios, pañales, un hecho que llamó mucho la atención del agente, ya que los niños de ocho años los llevaban puestos", recoge el atestado. "Está llena de excrementos de gato, que se encuentra sin registrar, sin chip y en un estado de abandono", se lee en el documento.

Los tres niños ni siquiera salían al jardín de la casa. En el atestado los agentes describen cómo se encontraron a los niños cuando accedieron a la casa: "Andaban encorvados y con miedo". Los agentes cuentan que "estaban sorprendidos por todo lo que iban observando", que "uno de ellos tocaba la hierba sorprendido" y que respiraban profundamente "como si nunca hubiesen estado al aire libre".