La bebida casera llena de colágeno que rejuvenece la piel, fortalece las uñas y mejora la digestión
Un secreto ancestral para fortalecer tu cuerpo, ya que aporta elementos esenciales para una salud óptima; cómo preparar esta receta

En el mundo de la nutrición y el bienestar, pocas recetas tradicionales recuperaron tanto protagonismo como el caldo casero de huesos, una preparación sencilla que no solo aporta sabor y calor en invierno, sino también beneficios reales para la piel, las articulaciones y el sistema digestivo.
Este caldo concentra una gran cantidad de colágeno, una proteína fundamental para mantener la estructura y elasticidad de la piel, así como para proteger la salud ósea, articular e intestinal. Si bien nuestro cuerpo produce colágeno de forma natural, con el paso del tiempo esa producción disminuye, y es por eso que incorporarlo desde la alimentación se vuelve cada vez más importante.
Qué es el colágeno y por qué lo necesitamos
El colágeno es la proteína más abundante del cuerpo humano, responsable de dar firmeza y flexibilidad a tejidos como la piel, los cartílagos y los ligamentos. Con la edad, su producción baja, lo que se traduce en arrugas, flacidez, debilidad articular o pérdida de masa ósea. Por eso, una alimentación que favorezca la síntesis de colágeno o que directamente lo aporte, puede marcar una diferencia. Algunos alimentos ricos en vitamina C, como el kiwi, la naranja o la frutilla, ayudan a generar colágeno de forma natural. Otros, como el pollo, el tomate o el brócoli, también colaboran en ese proceso.
Pero, si se busca un aporte directo y concentrado, el caldo de huesos es una de las formas más eficaces y naturales de obtener colágeno.
Cómo preparar caldo casero de huesos
Para esta receta solo se necesitan dos ingredientes básicos:
- 1 kilo de huesos vacuno (también pueden usarse huesos de pollo)
- 2 litros de agua
Paso a paso:
- Lavar bien los huesos.
- Colocarlos en una olla grande y cubrir con los 2 litros de agua.
- Llevar a ebullición. Cuando rompe el hervor, bajar el fuego al mínimo.
- Cocinar a fuego bajo durante al menos 8 horas (cuanto más tiempo, mejor se extrae el colágeno).
- Colar, dejar enfriar y conservar en la heladera.
Se puede tomar una taza por día, ya sea caliente o fría. Con el correr de los días se pueden notar mejoras en la firmeza de la piel, el brillo del cabello, el fortalecimiento de las uñas y una mayor sensación de bienestar intestinal.
Otros alimentos que aportan colágeno
Además del caldo de huesos, hay otros caminos naturales para incorporar esta proteína:
- Frutas con vitamina C: cítricos, frutillas, moras, kiwi.
- Verduras como el brócoli, espinaca y tomate.
- Carnes con tejido conectivo, como el pollo con piel o el osobuco.
- Gelatina natural, preparada sin azúcares ni aditivos.
Y si bien no reemplaza una buena alimentación, el uso de cremas con colágeno —como las de aloe vera— también puede sumar para hidratar la piel y calmar irritaciones.