La acuariofilia: una afición que, bien llevada, combina belleza, ciencia y responsabilidad

Los acuarios más comunes son los de especies tropicales de agua caliente.

Mar 5, 2025 - 07:29
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La acuariofilia: una afición que, bien llevada, combina belleza, ciencia y responsabilidad

La acuariofilia, o la afición por mantener acuarios domésticos, es mucho más que un simple pasatiempo decorativo. Se trata de crear y cuidar ecosistemas vivos que requieren atención constante, conocimientos específicos y un fuerte compromiso con el bienestar animal. Aunque esta práctica tiene raíces antiguas, con referencias históricas que datan de hace más de dos mil años en la antigua China, donde se criaban peces dorados en depósitos cerámicos, la acuariofilia moderna ha evolucionado considerablemente gracias a los avances tecnológicos y la creciente conciencia sobre las necesidades de los animales acuáticos.

Hoy en día, montar un acuario no es solo una cuestión estética. Los acuarios son ecosistemas dinámicos que demandan cuidados continuos: cambios de agua, control de nutrientes, limpieza de filtros y una adecuada planificación del hábitat. Además, el creciente acceso a información especializada y la posibilidad de compartir experiencias han contribuido a que esta afición se expanda y se refine.

Sin embargo, es vital recordar que tener peces y otros seres vivos en un acuario no debe tomarse a la ligera. Los peces y los invertebrados no son “mascotas de segunda” y requieren un entorno saludable y estable para prosperar. Adoptar esta responsabilidad implica informarse, planificar y dedicar tiempo y recursos al mantenimiento del acuario.

Las peceras redondas no son acuarios

Uno de los errores más comunes entre los principiantes es pensar que un pez puede vivir feliz en una pecera redonda. Sin embargo, este tipo de recipientes están totalmente desaconsejados por expertos. ¿Por qué? Porque distorsionan la visión del pez, generan altos niveles de estrés y dificultan la oxigenación adecuada del agua. Además, su reducido espacio limita el movimiento y la instalación de elementos naturales, filtros o sistemas de climatización básicos para la supervivencia del animal.

La acuariofilia responsable apuesta por acuarios rectangulares y espaciosos que permiten crear un ecosistema equilibrado, con filtros adecuados, sistemas de iluminación y espacio suficiente para que los peces naden con libertad. Antes de montar un acuario en casa, es esencial informarse y dejar atrás ideas anticuadas que comprometen el bienestar de los peces y otros invertebrados.

Tipos de acuarios y sus especies

La acuariofilia ofrece múltiples posibilidades en cuanto al tipo de acuario y las especies que se pueden mantener. Entre las opciones más populares están:

  • Acuarios de agua dulce fría. Ideales para principiantes por su menor complejidad. Las especies más comunes son los peces dorados y los peces koi.
  • Acuarios tropicales de agua dulce. Mantienen temperaturas más altas (24-28°C) y ofrecen inroducir gran variedad de especies, como Guppys, Tetras, Betta splendens, Guramis, cíclidos, Plecostomus...
  • Acuarios marinos. Requieren mayor experiencia debido a la complejidad del mantenimiento del agua salina. Permiten albergar peces tropicales marinos, corales e invertebrados.
  • Acuarios de biotopo. Recrean hábitats específicos (como el Amazonas o el lago Malaui), respetando las condiciones naturales de las especies. Solo para experimentados.
  • Gambarios. Acuarios especializados en gambas ornamentales y pequeños camarones. Son muy populares por su bajo mantenimiento y la colorida belleza de estos invertebrados.

Otra opción con notable crecimiento entre los aficionados, que no requiere de animales, son los acuarios de paisajismo (aquascaping), entornos controlados que recrean paisajes subacuáticos usando plantas vivas, rocas y madera.

Beneficios de tener un acuario

Aunque la mayoría de las investigaciones sobre la interacción entre humanos y animales se centran en especies con las que hay contacto físico, como perros o gatos, estudios recientes sugieren que los acuarios también aportan beneficios significativos. Al margen de su indudable valor estético, se han encontrado evidencias de que los acuarios pueden tener un impacto positivo en la salud mental y emocional. Observar peces nadando en un entorno armonioso reduce la ansiedad, mejora el estado de ánimo y genera un efecto relajante.

Una revisión sistemática de 19 estudios concluyó que observar peces promueve la relajación y alivia ciertos niveles de estrés. Además, se encontraron indicios preliminares de que los acuarios influyen positivamente en aspectos como el estado de ánimo, la percepción del dolor y la ingesta alimentaria.

La acuariofilia requiere compromiso

Montar un acuario en casa puede ser una experiencia muy gratificante y educativa, pero también implica una gran responsabilidad. Es importante considerar algunos aspectos antes de iniciarse en la acuariofilia, como informarse adecuadamente: No basta con seguir consejos genéricos. Es necesario acudir a fuentes especializadas y consultar con expertos para comprender las necesidades específicas de cada especie.

También debemos evaluar el tiempo y los recursos disponibles. Un acuario requiere mantenimiento constante: alimentar a los peces, realizar cambios de agua, controlar parámetros químicos y limpiar los filtros. Asimismo, hay que asegurarse de adquirir animales de criadores responsables y comercios legales, ya que muchas especies exóticas están protegidas y su comercio está regulado.

Los expertos también señalan que no se deben subestimar las necesidades de los peces. Aunque sean animales pequeños o menos expresivos que un perro o un gato, su bienestar depende por completo del entorno que les proporcionemos.

En definitiva, la acuariofilia es una afición que ofrece múltiples satisfacciones, pero que debe practicarse desde la responsabilidad y el respeto por la vida animal. Si se hace bien, un acuario puede convertirse en un refugio de paz y un pequeño ecosistema lleno de vida en nuestra casa.