Jordi Wild debate junto a un físico y un filósofo para responder a una pregunta fundamental: ¿existe el alma?

Hay preguntas que la ni la ciencia ni la religión han conseguido responder, como si existe vida después de la muerte o si existe o no el alma. Cada corriente de pensamiento cuenta con su propio planteamiento y sus razones para creer en ello.

Por eso, Jordi Wild en su pódcast, The Wild Project, quiso saber la opinión de dos personas completamente diferente. Por un lado, el físico Javi Santaolalla quien pone en duda la existencia de un alma desde la perspectiva científica, y, por otro, el filósofo Enric Gel, quien sí que la defiende basándose en la paradoja del barco de Teseo.

Según esta paradoja, se pone en duda si un objeto puede ser el mismo cuando se reemplazan todas las piezas que lo conforman. En este sentido, si todo ha cambiado, se pregunta si el objeto en esencia podría seguir siendo considerado, o no, el mismo.

Siguiendo de esta filosofía, el cuerpo humano sí que experimenta cambios materiales de manera constante a lo largo de la vida, ya sea en el aspecto o en la forma de ser. Aun así, a pesar de toda la evolución, la persona sigue siendo la misma independientemente de ello.

Sin embargo, en el caso de Javi Santaolalla, hay un problema fundamental: aceptar que el alma tiene efecto en las decisiones y la voluntad de la persona. Porque, como así ha explicado, debería de haber una interacción entre lo inmaterial y lo material.

Según destaca, cualquier conexión entre cuerpo y alma debería de ser "medible y detectable", cosa que no se ha demostrado hasta el momento. Partiendo de la idea principal de la ciencia como un estudio basado en "la observación y la medición de fenómenos", no se podría dar por correcta la existencia de un alma.

Por ello, no se puede realmente establecer de manera clara una respuesta a la duda. Sí, es cierto que no existe algo material, como así han coincido los dos invitados, aunque también destacan la importancia de un "algo" que "nos define" como personas a lo largo de nuestra vida.