Increíble pero cierto: el 14º desierto más grande del mundo se está volviendo verde por este motivo
El desierto más grande de la India, conocido como Thar o el Gran Desierto Indio, está siendo objeto de análisis por un fenómeno que contradice la tendencia global de desertificación. Con una superficie de 200.000 kilómetros cuadrados, este territorio situado entre el noroeste de India y el sureste de Pakistán vive un aumento notable en … Continuar leyendo "Increíble pero cierto: el 14º desierto más grande del mundo se está volviendo verde por este motivo"

El desierto más grande de la India, conocido como Thar o el Gran Desierto Indio, está siendo objeto de análisis por un fenómeno que contradice la tendencia global de desertificación. Con una superficie de 200.000 kilómetros cuadrados, este territorio situado entre el noroeste de India y el sureste de Pakistán vive un aumento notable en la cobertura vegetal desde 2001.
A pesar de estar catalogado como el 14º desierto más grande del planeta, el Thar se destaca también por su densidad poblacional. En la actualidad, más de 16 millones de personas viven en esta zona, lo que lo convierte en el desierto más habitado del mundo. Este crecimiento demográfico estuvo acompañado de una transformación del terreno: ahora se está volviendo verde.
¿Por qué el 14º desierto más grande del mundo se está volviendo verde?
Una investigación publicada en Cell Reports Sustainability revela que entre 2001 y 2023 el desierto más grande de India se ha vuelto, en promedio, un 38% más verde. Este cambio se explica principalmente por un incremento del 64% en las precipitaciones asociadas al monzón de verano, según los datos obtenidos por satélite.
Además del aumento de lluvias, otro elemento determinante fue la mejora en la infraestructura de riego. En épocas fuera del monzón, el uso de aguas subterráneas ha permitido mantener cultivos y ampliar la superficie agrícola. Consecuentemente, la urbanización y la agricultura han crecido de forma significativa.
En este marco, Vimal Mishra, ingeniero civil del Instituto Indio de Tecnología en Gandhinagar y coautor del estudio, afirmó que «no existe otro desierto en el mundo que haya experimentado, al mismo tiempo, aumentos en urbanización, agricultura y precipitaciones como el Thar».
¿Este hecho es algo bueno o algo malo para la ecología de la India?
Ni algo malo, ni algo bueno. La disponibilidad de agua y energía llevó a un aumento en el rendimiento de las cosechas en esta región, lo que mejoró la seguridad alimentaria para sus habitantes. Sin embargo, este fenómeno también plantea desafíos importantes de sostenibilidad. El uso intensivo de acuíferos para el riego podría llevar al agotamiento de estos recursos.
Entre los riesgos asociados a este proceso de transformación se encuentran:
- Sobreexplotación de acuíferos que podría comprometer el equilibrio hídrico.
- Aumento de las temperaturas que afectaría tanto a los cultivos como a la habitabilidad.
- Eventos climáticos extremos, como lluvias torrenciales, que podrían causar inundaciones.
- Pérdida de biodiversidad, ya que las especies adaptadas al entorno desértico se verían desplazadas.
Desde el punto de vista ecológico, la vegetación original del Thar se caracteriza por ser dispersa y compuesta mayoritariamente por arbustos, árboles resistentes y hierbas perennes. Esta flora, clasificada como bosque espinoso del noroeste, está adaptada a condiciones extremadamente secas.
No obstante, la conversión del terreno para uso agrícola está poniendo en riesgo esta vegetación autóctona y los sistemas de subsistencia tradicionales, como el pastoreo nómada.
¿Qué ocurrirá en el futuro con el desierto de Thar?
El estudio sugiere que una planificación estratégica podría convertir el desierto más grande del sur asiático en un ejemplo de adaptación al cambio climático. Para ello, sería necesario implementar:
- Técnicas de cultivo resistentes a la sequía.
- Uso racional del agua subterránea.
- Infraestructura adecuada para gestionar el exceso de lluvias.
- Promoción de energías renovables.
Aunque la tendencia al reverdecimiento podría continuar durante las próximas décadas (según otras investigaciones citadas por Live Science), esta transformación debe equilibrarse con la conservación del ecosistema original.