Harald y Sonia de Noruega estrenan documental: su gran amor concluirá en un sepulcro de casi 2 millones

La historia de amor de los reyes Harald y Sonia de Noruega no fue sencilla ni idílica. Él tuvo que pelearse mucho para que sus padres le permitieran casarse con la hija de un rico comerciante, a la que mandaron a estudiar fuera del país para evitar problemas. Al heredero, su padre, el rey Olaf, lo envió a Oxford, aunque sin resultado.

Pero ella cayó enferma de tristeza en Suiza, donde estaba, y él corrió a verla, ignorando todas las prohibiciones de su familia. Anunció que si no podía casarse con Sonia, renunciaba a sus derechos dinástico. Allí empezó una vida conjunta que continúa hoy, en medio de problemas de salud y sobre todo, de conflictos jurídicos, como el que tiene señalado a Marius, hijo de su nuera, Mette-Marit, y a quien han tratado como un nieto más, a pesar de no ser hijo de su heredero, Haakon.

Con este motivo argumental de fondo se ha estrenado en el día de San Valentín un documental sobre ellos, Harald y Sonia, en Prime Video. En él, se cuenta, además de los obstáculos que su amor debió superar, que cuando mueran quieren descansar juntos para toda la eternidad.

Los reyes noruegos, ambos de 87 años y con notables problemas físicos, han mandado a construir su propia tumba para pasar la eternidad juntos. El gobierno sueco destinará casi dos millones de euros para construir el sepulcro real. Los futuros usuarios han confiado en la empresa de arquitectura, paisajismo e interiorismo Snøhetta, para diseñar sus respectivas tumbas, que se colocarán en la capilla funeraria real del castillo de Akershus (Oslo).

Aquí reposan también reyes anteriores con sus esposas. A Harald le sucederá Haakon, quien ahora tiene 51 años, casado con Mette-Marit, de la misma edad. Su hija mayor, Ingrid, de 21, es la sucesora del sucesor.