Este elegante reloj recuerda al Rolex Submariner, pero cuesta cien veces menos
Si eres amante de los relojes elegantes, hay uno que se parece bastante al Rolex Submariner, pero con un precio mucho más barato.

Si hablamos de relojes emblemáticos, es inevitable pensar en Rolex. Esa es la esencia de los iconos: se convierten en referencia absoluta. Pero cuando deseas ese aura de prestigio sin desembolsar cinco cifras, marcas como Invicta ofrecen alternativas sorprendentes. Los Invicta Pro Diver capturan esa esencia de relojería clásica con un planteamiento radical: mismo espíritu, distinta realidad económica.
Actualmente en Amazon puedes adquirir uno de sus modelos automáticos por apenas 131 euros, aunque varía ligeramente dependiendo del color que selecciones, y hay bastantes.
Una cifra ridícula si consideramos que estamos ante un reloj mecánico con diseño inspirado en piezas que multiplican su precio por cien. Su esfera negra, bisel rotativo y ventana de fecha en posición clásica evocan inmediatamente referencias mucho más exclusivas, pero aquí el planteamiento es diferente: funcionalidad accesible sin complejos.
El corazón de este Pro Diver utiliza un movimiento automático similar a los calibres básicos de Seiko, garantizando precisión aceptable sin necesidad de baterías. Su caja de 40 mm en acero inoxidable y resistencia declarada a 200 metros –aunque sin certificación oficial– lo convierten en un compañero versátil para uso diario. Eso sí, hay que asumir ciertas concesiones: el cristal es mineral en lugar de zafiro, la luminiscencia es discreta y la correa, aunque intercambiable, no alcanza el nivel de las grandes manufacturas.
Pero precisamente ahí reside su encanto. Este Invicta no pretende competir con los grandes nombres, sino ofrecer una experiencia similar para quienes valoran el diseño tradicional sin obsesionarse con el pedigrí.
Con miles de valoraciones en Amazon y una puntuación cercana al 5/5, se ha ganado su lugar como opción inteligente para iniciarse en relojería mecánica o simplemente llevar un diseño atemporal sin miedo a rayaduras o pérdidas.
Por este precio, encontrar algo con esta presencia y mecánica real es casi un milagro. Quizás no sea un Rolex, pero desde luego cumple la misma función en la muñeca: ese placer de mirar la hora y disfrutar del objeto que la marca.
Obviamente, hay eones de distancia entre un reloj que puede costar miles de euros y otro que cuesta poco más de 100, para empezar en los materiales utilizados, y que hemos mencionado, pero también en los mecanismos y en la garantía de funcionamiento a largo y larguísimo plazo.