¿Es recomendable ver 'Adolescencia' con tu hijo? Un psicólogo sanitario responde

Netflix lo ha vuelto a conseguir. Un año más, como pasó con series como El juego del calamar o Mi reno de peluche, se ha vuelto a colocar en el centro de la conversación con una de sus ficciones. En este caso es Adolescencia la serie de la que todos hablan (y hablamos). La miniserie de cuatro episodios narra en cuatro espectaculares planos secuencia el arresto y la investigación por presunto homicidio a un niño de 13 años.

En Adolescencia, sus creadores Jack Thorne y el actor Stephen Graham, retratan cuestiones tan de actualidad en las generaciones más jóvenes como el bullying escolar, el bullying en redes sociales, la cultura incel o la incidencia de los discursos de la manosfera en la radicalización de los chicos jóvenes. De hecho, la miniserie, según han revelado los creadores, está inspirada en casos reales.

De ahí que, muy pronto en la conversación, haya surgido la pregunta de si es recomendable ver la serie con los hijos adolescentes. Y que desde CINEMANÍA nos hayamos apresurado a responder a esta pregunta consultando a un psicólogo sanitario habituado a atender a pacientes jóvenes en su práctica.

La opinión de un psicólogo sobre 'Adolescencia'

Lo primero que nos aclara Jacobo Ozores, psicólogo sanitario en el Centro de Psicología Ozores Eizmendi, es que la realidad social que retrata Adolescencia es más común en Reino Unido que en España. ¿Significa esto que salimos mejor parados en la comparación? Mucho nos tememos que no y así lo indican las estadísticas. El malestar adolescente existe de igual forma en España que en el país donde transcurre la serie, pero aquí, cuando llega a extremos de desbordamiento es más fácil que trascienda hacia el suicidio que hacia la violencia hacia el otro.

Sin embargo, la pregunta que hay que hacerse aplica a ambos casos. "Lo universal es la pregunta de cómo llegan estos niños a estos extremos. Son adolescentes que, en un momento dado, por un cierto desbordamiento llegan a utilizar la violencia. Son niños que desarrollan un grado de malestar que va creciendo y van integrando, dentro de ese malestar, aspectos y creencias dentro de su personalidad que les lleva a cometer un acto de violencia. Bien contra otros, bien contra uno mismo", explica el psicólogo.

¿A qué aspectos y creencias se refiere? Aquí es donde entra la manosfera, universo de enardecimiento de la masculinidad tóxica surgido a rebufo de la última ola feminista, que la serie retrata exhaustivamente como telón de fondo. Jamie, el chico de 13 años acusado de asesinar con un cuchillo a una compañera del colegio, ha pasado los últimos años en contacto con esa cultura y, según la serie va desvelando, los "valores", por llamarlos de alguna manera, de ese colectivo, son los que le han llevado a cometer el crimen.

"Son discursos muy biologicistas basados en mitos que no están comprobados científicamente, que incentivan la posición de dominación del hombre sobre la mujer, dando a entender que lo que necesita la mujer es un hombre alfa, un hombre firme y dominante al que debe lealtad y sumisión. En este discurso se mezcla el éxito, los coches, las mansiones, las joyas, la estética, un discurso muy despectivo hacia lo débil, hacia lo frágil, como si ser hombre tuviese que significar que no se puede ser débil", explica Jacobo Ozores.

Masculinidad tóxica y la cultura 'incel'

Ozores reflexiona sobre cómo todo esto queda reflejado en el episodio tercero de Adolescencia en el que vemos a Jamie confrontando a la psicóloga que ha de redactar un perfil del niño para el juicio inminente. "Jamie vuelca este tipo de ideas contra la psicóloga, que cuando no responde a lo que querría de ella se muestra agresivo, la intimida físicamente, la insulta...".

Estos discursos de la manosfera muchas veces surgen como respuesta o contestación. ¿Habéis oído el término incel? Un incel en jerga internauta es un célibe contra su voluntad. La serie revela en el segundo capítulo cómo Jamie sufría bullying. Era, precisamente, Katie, su víctima, quien ejercía ese acoso describiéndolo ante el resto de sus compañeros como un "incel".

"Por eso, la psicóloga explora en él qué es lo que significa para él la masculinidad, la necesidad de sentirse poderoso, su odio a las mujeres que lo rechazan por ser feo. Por eso el niño todo el rato cuestiona si ella puede hacerle ese tipo de preguntas, tiene ese juego de pseudoseducirla y manipularla. La psicóloga explora si el móvil del crimen de Jaime es esa incapacidad por someter a Katie”, explica Jacobo Ozores.

Nuevas formas de 'bullying'

El psicólogo destaca también lo bien que retrata la serie el bullying juvenil, que se expande al universo de las redes sociales haciendo más complicada su identificación. "Se cuenta muy bien hasta qué punto es difícil que los adultos puedan controlar las redes sociales de un adolescente si no controlan su lenguaje".

"Los policías interpretan los mensajes que Katie le ha mandado a Jamie como amistosos, cuando Katie, lejos de ser su amiga, le estaba haciendo bullying. Es un buen ejemplo de hasta qué punto los padres pueden no ser conscientes de lo que está pasando en el mundo de sus hijos porque no son capaces de interpretar bien los códigos, el lenguaje, los emoticonos, los símbolos que utilizan en las redes sociales", añade.

Y aquí nos empezamos a acercar al quid de la cuestión. Aunque suene obvio, lo más importante para prevenir estos casos dramáticos es estar presentes y disponibles para nuestros hijos adolescentes. "Normalmente, si los niños que están sufriendo no lo exteriorizan, no hablan con profesores, no hablan con sus padres, con alumnos que puedan movilizar una ayuda, estos se retraen, se refugian en sus habitaciones, se aíslan del mundo y ahí es cuando entran en juego las realidades virtuales y las redes sociales", explica Ozores sobre una realidad que se verbaliza en Adolescencia.

Guía para ver la serie con adolescentes

En el cuarto episodio de la serie, los padres se culpan por no haber intervenido ante el progresivo aislamiento de su hijo, encerrado en su cuarto y pegado a la pantalla del ordenador tarde tras tarde. "Lo más importante es estar presentes a nivel emocional, preguntarles a nuestros hijos, no obviar ninguna señal. Tampoco hay que ser invasivos, no hay que agobiar, pero hay que intentar que se sientan vistos, comprendidos”.

Y, por eso mismo, este psicólogo considera que es recomendable ver Adolescencia con nuestros hijos adolescentes. "De hecho, ver la serie con los adolescentes puede generar ese espacio en el que se fomente la conversación, que sirva como punto de encuentro con el adolescente. Y sirva para preguntarle cómo se siente en el colegio, cuáles son las modas del momento, cuáles son los influencers que sigue, porque ahí es donde puedes ir viendo las influencias en tus hijos", explica.

"En lugar de mirar hacia otro lado, hay que crear un espacio abierto de escucha en el que poder explorar qué es lo que les parece la serie, qué es lo que más le ha llamado la atención y luego entrar en los aspectos más personales de su propia realidad", concluye.

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