Entrevista a Guillermo Michel: fuerte crítica al acuerdo con el FMI, guerra comercial y alerta por importaciones

El hombre de confianza de Sergio Massa analizó su gestión e hizo autocrítica; además de condenar el nuevo endeudamiento, advirtió por el nivel de apertura en medio de la guerra comercial

Abr 9, 2025 - 18:53
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Entrevista a Guillermo Michel: fuerte crítica al acuerdo con el FMI, guerra comercial y alerta por importaciones

En un contexto de convulsión en el comercio internacional, Guillermo Michel, una figura protagónica durante el último tramo de la gestión de gobierno que encabezó Alberto Fernández, y pata clave en el armado político de Sergio Massa, aseguró que la deuda con el FMI "es impagable". 

El ex titular de la Dirección General de Aduanas (DGA), hizo autocrítica sobre la falta de decisiones de política económica del gobierno anterior pero marcó que "romper todo" a partir de la flexibilización de importaciones "no es la salida".

El ex funcionario que estuvo a cargo de la negociación para el intercambio de información tributaria con Estados Unidos (FATCA), alertó que "en promedio tenemos u$s 5.000 millones por mes de importaciones pero en los últimos 20 días se pagaron u$s 10.000 millones de importaciones". "Había mucho carry", dijo y advirtió por el impacto en la acumulación de reservas del Banco Central (BCRA).

-¿Cómo analizas el nuevo acuerdo con el FMI?

-Creo que el Fondo tiene decidido avanzar en un préstamo político con el Gobierno de Javier Milei. Aun así, tenemos un problema que no tiene solución, que es el préstamo del gobierno de Mauricio Macri, en 2018. Eso enterró a la Argentina. El préstamo de 41 mil millones de dólares, es impagable para el flujo de acceso a los mercados que tiene Argentina.  

Este nuevo préstamo, que está muy endeble desde lo jurídico, va a volver a enterrar a la Argentina. Nos está llevando a un lugar sin salida, en el sentido de que vamos a tener una matriz que va a condicionar el programa económico que queramos aplicar en la Argentina de acá en adelante. Lo veo como un error estratégico fundamental, sobre todo para lo que viene.

-¿Cuál es tu proyección sobre los  anuncios de aranceles de Donald Trump?

- La verdad que después de lo que anunció Trump, sacar dos tuits y festejar el 10%, es increíble. Lo primero que hay que tener en cuenta es cuál es la relevancia en números del comercio bilateral entre Estados Unidos y Argentina. Hoy, Estados Unidos importa al año aproximadamente 3,2 trillones de dólares (americanos). 

Argentina exporta al año 80 mil millones de dólares y solo 6.500 tienen como destino EE.UU. Es un dato muy poco relevante para las importaciones americanas, pero muy relevante para Argentina porque es el segundo destino de las exportaciones, detrás de Brasil. El tercero es China y el cuarto Chile. Uno de cada tres dólares que exportamos a EE.UU. es alimentos y materias primas: aceite de soja, manteca de maní, maní, jugo de cítricos. Dos tercios, petróleo, minerales y derivados del petróleo, plástico fundamentalmente.

-¿Cómo van a impactar estos cambios en las exportaciones?

-De alguna forma son acumulativos con la tarifa que ya tienen aplicada determinados productos. Por ejemplo, el aceite de soja, que el año pasado Argentina exportó 700 millones de dólares, ya paga el 19%, o sea, esto se acumularía. Esto te da la pauta de que claramente Argentina, en materia de comercio exterior, tiene un programa económico de un mundo que ya no existe más. Lo que ves ahora es todos los gobiernos con un esquema de defensa de su industria, su empleo, tratando de consolidar que las industrias vuelvan a su territorio. Y acá es todo lo contrario.

Del control a la liberación

-¿No crees que había demasiadas restricciones, incluso burocráticas? ¿Hay algo de las medidas que hizo esta gestión que se podría haber hecho antes?

-Acá lo que estamos haciendo es abrir las importaciones, no solo con esta ficción del tipo de cambio que están sosteniendo, sino también con medidas muy concretas. De las 97 medidas antidumping que se fueron flexibilizando, 52 eran para productos chinos. Como resultado, el ingreso de bienes de consumo creció 127% en el primer bimestre, en la comparación interanual.

Toda la tarea que se hizo fundamentalmente a partir de agosto del 2022 de la Aduana en materia de comercio exterior, quedó plasmado en todo el volumen de causas administrativas y judiciales que impulsamos.

Ahora, más allá de eso, creo que un programa de estabilización o más profundo en materia económica se puede hacer no solo por una cuestión económica, sino política. 

-¿Y por qué no se tomaron esas daciones de política - económica?

-Era muy difícil en un gobierno donde, de alguna forma, Argentina que te exige un fuerte ejercicio de la magistratura presidencial, donde teníamos una licuación del ejercicio del poder del presidente, era muy difícil tomar decisiones. Más, en un contexto donde había elecciones, tenías economistas del PRO que iban al Fondo a pedirle que le baje la palanca a la Argentina , y tenías al principal candidato que terminó ganando las elecciones diciendo que iba a dolarizar. Tomar una medida de fondo era muy complejo.

-El control de importaciones fue muy criticado pero no hubo un desplome ¿Qué sucedió?

-Porque la gente que estaba en el mercado preveía una devaluación, se quería estoquear en dólares.

-Y se estoquearon, muchos sectores lo hicieron...

-Es relativo, ahora hay mucho más invasión de importaciones. Si el stock hubiera sido tan grande, todavía estarían vendiendo porque el año pasado por la recesión, las importaciones cayeron. En cambio, ahora no hay capital de trabajo, es mucho más barato importar que producir.

-Aun así, los niveles de importación fueron altos en momentos donde había crisis de reservas ¿se podría haber hecho algo de otra manera?

-Lo que había que analizar era o matar la actividad económica y subir el desempleo o eso; son decisiones políticas más que económicas.

-¿Hubo fiesta de importaciones?

- Más de lo que denunciamos desde la Aduana no se hizo nunca: u$s 3.000 millones de dólares en fraudes por sub y sobrefacturación. Se dio por mala praxis y falta de control. Al día de hoy existen causas que se elevan a juicio oral.

Efectos de la apertura

-En economía, ¿qué podés destacar de esta gestión?

-La única variable positiva para mostrar a la sociedad, es que el superávit de balanza energética este año va a ser de 5.000 millones de dólares. Con esto, pasas de un déficit de 5.000 del 2022 a un saldo positivo de 10.000 millones de dólares; sin embargo, es gracias a una obra pública del gobierno anterior. Con lo cual, claramente, hay cosas que no hicimos bien, por eso perdimos las elecciones. No comparto esa visión fundacional. Hay que mantener las cosas bien, corregir las que estaban mal.

-Si volvieras a ser funcionario ¿generarías restricciones sobre lo que se liberó ahora?

-Nunca más pienso ser funcionario del poder Ejecutivo en el sentido de estar anterior al decreto.

Aun así, creo que hay medidas más urgentes; la salida es bajar impuestos a las exportaciones y no flexibilizar las importaciones, matar la industria y el empleo argentino. Hay que pensar algo que para mí está agotado, que es el esquema laboral y de cargas sociales. No puede tener el mismo costo laboral una micropyme de 5 empleados que una empresa con 2.000 empleados. Hay que repensar  el marco jurídico y normativo de las relaciones laborales; la carga tributaria de las pymes. Hay que avanzar sobre eso.

- ¿El gobierno va a poder sostener el superávit comercial que fue de u$s 19.000 millones en 2024?

- El número que decís es una ficción. Fueron 80.000 millones de dólares de exportaciones y 61.000 millones de dólares de importaciones: 19.000 millones de dólares de balanza comercial devengada pero cuando mirás la base caja por el dólar "blend", se te fumó. Porque se fueron 18.000 millones de dólares al CCL. Este año, no vas a tener ese número.

Si bien en promedio tenemos 5.000 millones de dólares por mes de importaciones, en los últimos 20 días se pagaron 10.000 millones de dólares de importaciones. Lo que te da la pauta es que había mucho carry. Por un lado atraso en el pago de importaciones y adelanto en el cobro de exportaciones. Eso se acomodó ahora cuando se empezó a vislumbrar un salto cambiario en el CCL

-¿Qué sectores son los más sensibles?

-Todo, la industria en general que es la que genera empleo. Se fue Nissan, se están yendo empresas multinacionales de Vaca Muerta. O sea, la industria.

Perón decía que la política más importante es la política internacional. Hay que ver qué está ocurriendo en el mundo. No quiero ser dramático, pero hay una guerra comercial, entonces hay que ver cómo Argentina se para en esa situación. No es sólo la política de aranceles, no es sólo la política de energía barata, es también hasta incluso el tema de la logística. Si creemos que la salida es que actúe el libre mercado, que se libere todo, yo creo que no. Este no es el modelo económico para el mundo de hoy.  

-Pero la Argentina resulta cara para producir y competir ¿Cuál es la solución?

-La salida no es romper todo. Hay que trabajar sector por sector, ver qué impuestos afectan la importación, hay que analizar eso, ver el costo de mano de obra. No es la solución liberar las importaciones para bajar los precios. Estamos importando fideos del Alemania, leche de Uruguay.

-¿Vas a ser candidato?

- No estoy pensando en eso. Nadie sabe qué va a pasar de acá a tres años; hoy hablar de internas y de política es reírsele a la gente en la cara. No entiendo cómo se está tomando con tanta liviandad todo lo que está ocurriendo en el mundo.