En riesgo la salud de Frank Cuesta, hospitalizado de urgencia por el ataque de un reptil venenoso
A pocos días de alarmar a sus seguidores sobre la situación que podría estar atravesando Frank Cuesta tras comunicar su retiro de las redes sociales , crece la preocupación por el herpetólogo tras revelarse que ha sido ingresado de urgencia en Tailandia. «Probablemente termine deportado o tirado en la cárcel como un perro, por eso voy a dejar de estar de cara al público. Sabéis que han estado pasando muchas cosas últimamente y tristemente voy a tener que abandonar el país en algún momento», transmitía entonces Frank su pesar por tener que alejarse de su público durante un tiempo. Por esto, ha sido un conocido suyo y no él quien ha comunicado el estado de salud que atraviesa. Tal y como ha contado el creador de contenido Javier Oliveira , el animalista ha sido hospitalizado de urgencia en las últimas horas después de que una cobra escupidora le mordiese, un hecho que puede conllevar graves consecuencias. Por el momento no se conocen más detalles del riesgo que corre Frank, pero Oliveira sí ha acompañado su noticia con una fotografía en la que se aprecia el cambio físico que ha experimentado Cuesta en su rostro después de recibir el veneno de la cobra. « Frank Cuesta se encuentra en el hospital en estos momentos tras la mordedura de una cobra escupidora», decía sobre quien mostraba su cara inflamada por la mordedura. No es la primera vez que Frank Cuesta enfrenta algunos de los peligros habituales que asume con la labor que lleva a cabo en el Santuario de animales tailandés. Pero a diferencia de otros incidentes que ha vivido, apuntan, los ataques de las cobras escupidoras pueden provocar de notables mareos o hinchazones en el cuerpo hasta problemas neurológicos, ceguera u otros preocupantes efectos. Tal y como recoge la prensa, «las cobras escupidoras pueden lanzar su veneno desde sus colmillos y tiene efectos neurotóxicos y citotóxicos. Las reacciones oculares son las más peligrosas, causando dolor intenso, enrojecimiento y lagrimeo e incluso pudiendo haber pérdida permanente de la visión si no se trata rápido». Por el momento, el naturalista no se ha pronunciado tras su último anuncio en redes del cierre de su canal de YouTube en el que cuenta con un gran número de seguidores. «Llega un momento en el cual tienes que desaparecer porque estás haciendo más mal que bien a la gente que quieres, y a mis hijos les ha cambiado la vida completamente en el último año. Tengo que dar un paso atrás y tengo que desaparecer, no sé si es para siempre o durante un tiempo... Hasta que las cosas estén mejor», decía sobre la repercusión mediática que había adquirido en los últimos meses. Por su parte, era Zape Cuesta , hijo de Frank, quien aparcaba su carrera en el fútbol para tomar el relevo de su padre en redes sociales. A sus 21 años, el joven conseguía más de 100.000 seguidores pocas semanas después de abrirse su propio canal de YouTube para proseguir con la labor de comunicar al público la defensa de los animales que persiguen desde el Santuario Libertad de Tailandia. Zape, en uno de sus primeros vídeos, experimentaba con mejor resultado con las mordeduras de serpientes de manglar. «Me ha mordido con la parte de delante de los dientes, por lo que no me ha hecho efecto el veneno», mostró el joven el suceso controlado durante el vídeo.
A pocos días de alarmar a sus seguidores sobre la situación que podría estar atravesando Frank Cuesta tras comunicar su retiro de las redes sociales , crece la preocupación por el herpetólogo tras revelarse que ha sido ingresado de urgencia en Tailandia. «Probablemente termine deportado o tirado en la cárcel como un perro, por eso voy a dejar de estar de cara al público. Sabéis que han estado pasando muchas cosas últimamente y tristemente voy a tener que abandonar el país en algún momento», transmitía entonces Frank su pesar por tener que alejarse de su público durante un tiempo. Por esto, ha sido un conocido suyo y no él quien ha comunicado el estado de salud que atraviesa. Tal y como ha contado el creador de contenido Javier Oliveira , el animalista ha sido hospitalizado de urgencia en las últimas horas después de que una cobra escupidora le mordiese, un hecho que puede conllevar graves consecuencias. Por el momento no se conocen más detalles del riesgo que corre Frank, pero Oliveira sí ha acompañado su noticia con una fotografía en la que se aprecia el cambio físico que ha experimentado Cuesta en su rostro después de recibir el veneno de la cobra. « Frank Cuesta se encuentra en el hospital en estos momentos tras la mordedura de una cobra escupidora», decía sobre quien mostraba su cara inflamada por la mordedura. No es la primera vez que Frank Cuesta enfrenta algunos de los peligros habituales que asume con la labor que lleva a cabo en el Santuario de animales tailandés. Pero a diferencia de otros incidentes que ha vivido, apuntan, los ataques de las cobras escupidoras pueden provocar de notables mareos o hinchazones en el cuerpo hasta problemas neurológicos, ceguera u otros preocupantes efectos. Tal y como recoge la prensa, «las cobras escupidoras pueden lanzar su veneno desde sus colmillos y tiene efectos neurotóxicos y citotóxicos. Las reacciones oculares son las más peligrosas, causando dolor intenso, enrojecimiento y lagrimeo e incluso pudiendo haber pérdida permanente de la visión si no se trata rápido». Por el momento, el naturalista no se ha pronunciado tras su último anuncio en redes del cierre de su canal de YouTube en el que cuenta con un gran número de seguidores. «Llega un momento en el cual tienes que desaparecer porque estás haciendo más mal que bien a la gente que quieres, y a mis hijos les ha cambiado la vida completamente en el último año. Tengo que dar un paso atrás y tengo que desaparecer, no sé si es para siempre o durante un tiempo... Hasta que las cosas estén mejor», decía sobre la repercusión mediática que había adquirido en los últimos meses. Por su parte, era Zape Cuesta , hijo de Frank, quien aparcaba su carrera en el fútbol para tomar el relevo de su padre en redes sociales. A sus 21 años, el joven conseguía más de 100.000 seguidores pocas semanas después de abrirse su propio canal de YouTube para proseguir con la labor de comunicar al público la defensa de los animales que persiguen desde el Santuario Libertad de Tailandia. Zape, en uno de sus primeros vídeos, experimentaba con mejor resultado con las mordeduras de serpientes de manglar. «Me ha mordido con la parte de delante de los dientes, por lo que no me ha hecho efecto el veneno», mostró el joven el suceso controlado durante el vídeo.
Publicaciones Relacionadas