En fotos: el último adiós a Antonio Gasalla en el Parque Memorial de Pilar
Ayer por la noche, amigos, colegas y fanáticos del capocómico pasaron por el Teatro Maipo para despedirlo; esta mañana, sus restos fueron trasladados desde una casa velatoria hasta su morada final

El espectáculo, y el humor, están de luto: ayer, a los 84 años, murió Antonio Gasalla. La primera despedida al célebre capocómico tuvo lugar anoche en el Teatro Maipo. Esta mañana, luego de un nuevo adiós en la casa velatoria Zuccotti Hermanos, sus restos fueron trasladados hasta el Parque Memorial de Pilar.
Ayer por la noche, por el teatro Maipo desfiló una gran cantidad de figuras que se acercaron hasta la sala en la que Gasalla supo brillar para darle sus condolencias a la familia y rendirle homenaje. Entre lágrimas y recuerdos, muchos resaltaron su generosidad a la hora de trabajar y muchos otros señalaron su inigualable talento y sus personajes más icónicos. Así, sobrevolaron los nombres de Mamá Cora; la empleada pública; Soledad Dolores Solari y Bárbara Don’t Worry.
“Estoy muy triste. Quisiera que lo recordemos con mucha alegría como fue él: un genio del humor. En mi caso particular, es alguien de la familia que partió”, dijo esta mañana en el velatorio y con la voz entrecortada Marcelo Polino. “¿Habían hablado de la muerte? ¿Le tenía miedo?”, le consultó uno de los cronistas apostados en el lugar. “No. No hablaba de la muerte porque además esto fue muy repentino”, explicó y recordó que todo comenzó cuando fueron a Mar del Plata juntos para hacer temporada.
En su repaso, Polino recordó que se dio cuenta de la enfermedad de Gasalla porque sobre el escenario comenzó a olvidar su nombre cuando tenía que presentarlo. En ese momento habló con el productor Guillermo Marín y le explicó que el actor ya no podía seguir el show. “Fue muy rápido, todo pasó en cuatro años”, compartió.
Luego se refirió a los últimos días del actor: “La última vez que lo vi fue el domingo pasado. Estuve a la tarde con él en el Otamendi. Era el cumpleaños. Hacía mucho tiempo que no hablaba. No lo había visto en todo el verano y la familia me dijo ´ya no habla´. Yo entonces jodiendo le dije: ´Antonio, feliz cumpleaños,¿cómo está?´. Y me dijo: ´Estoy muy bien, ¿y vos?´ Se quedaron todos sorprendidos. Fue la última vez que habló”.
“Yo me quedé ese día contento. Al día siguiente le dieron el alta. Estábamos contentos, pensamos que iba a estar bien. Y bueno, se descompensó, lo llevaron al Otamendi, una falla multiorgánica, el médico dijo: ´es cuestión de horas´ y así fue”, describió el periodista los últimos momentos de su querido amigo. “Antonio fue un genio del humor, y de la vida, en mi caso”, completó.
Los últimos años de Antonio Gasalla
La fragilidad de la salud de Gasalla es noticia desde hace algunos años. En 2020, trascendió que padecía una demencia senil progresiva. El avance de la enfermedad durante los últimos tiempos hizo que el actor no fuera capaz de evocar su pasado o nombrar a las personas de su entorno: “No puedo decir si recuerda o no... Nosotros mismos vivimos en un tembladeral y eso que lo vemos todos los días. Lo único que puedo decir es esto: se le pone en el canal Volver sus programas y él no los conoce. A mí me conoce como el hermano, mi nombre no lo sabe”, contó en junio de 2024 su hermano.
El año pasado el actor comenzó a experimentar problemas respiratorios. En mayo de 2024 fue internado en el Sanatorio Otamendi con un diagnóstico de gripe, que se complicó por un incidente gastrointestinal y terminó por convertirse en una neumonía. Tras 10 días de internación, el actor fue dado de alta y había vuelto al instituto psiquiátrico en el que recibía tratamientos de estimulación.
En tanto, el 4 de marzo último, las alarmas se volvieron a encender: el intérprete fue trasladado desde el centro de rehabilitación en el que residía al Sanatorio Otamendi, donde fue internado de urgencia. “Tiene un problema respiratorio, pero ya se está recuperando, le dieron antibióticos y está en terapia. Ni bien mejore pasará al lugar donde está habitualmente”, había expresado en ese momento Carlos Gasalla.
Una figura única
Antonio Alberto Gasalla nació en Ramos Mejía el 9 de marzo de 1941. Hijo de un peluquero y estudiante trunco de odontología, encontró su vocación en la Escuela Nacional de Arte Dramático. Allí conoció a Carlos Perciavalle, quien con el paso del tiempo se convertiría en una suerte de enemigo íntimo eterno. Antonio y Carlos compartieron el nacimiento del gran café concert argentino y después de varios distanciamientos se reencontraron mucho después para hacer un antológico revival en Punta del Este.
Gasalla y Perciavalle formaron parte de una generación única que encontró en espacios inverosímiles (por lo pequeños) la posibilidad de transformarse en protagonistas y despertar una atención cada vez más grande. En los años 70, frente a un público comprometido con los debates candentes de la época (la política, el psicoanálisis, la revolución sexual, las vanguardias artísticas), Gasalla hablaba de todo y se metía con todos sin filtro, echando ácido en cada uno de sus monólogos y cuadros musicales. Allí nació el hábito gasalliano de mostrarle a cada uno su reflejo más monstruoso y lograr que el involucrado termine riéndose de esa cara que en el fondo no querría reconocer como suya.
Si bien el cine le fue más esquivo, aunque es inolvidable su participación en Esperando la carroza, su figura se acrecentó gracias a sus imborrables personajes televisivos que realizó en diferentes programas. Pero, de todas maneras, nunca se alejó de las tablas, a las que siempre volvía. “El teatro hace menos ruido que la televisión, pero establece una relación mucho más profunda con el público”, era una de sus frases de cabecera.
A fuerza de talento y personalidad, Gasalla se transformó en uno de los actores nacionales más destacados de las últimas décadas. Y a lo largo de su extensa carrera recibió muchos reconocimientos, entre los que destacan el premio Konex de Platino por Actor de Comedia en 2001, varios Martín Fierro y un Cóndor de Plata.