El puente viejo de Talavera de la Reina no es romano y ha sufrido varios derrumbes
El pasado sábado se derrumbó el puente romano, también conocido como puente viejo de Talavera de la Reina (Toledo) tras la fuerte crecida del río Tajo tras un mes de marzo pasado por lluvias. Tras la acumulación de 1.400 metros cuadrados por segundo de agua, los pilares de la estructura acabaron derrumbándose en dos tramos. Es uno de los más antiguos de la provincia de Toledo, con una longitud de 61 metros y una altura de 4 metros y fue declarado Bien de Interés Cultural de Castilla la Mancha en 2021. Aunque un dato característico sobre el puente conocido como romano, el cual es un símbolo de la época medieval y se construyó entre 1483 y 1490, es decir, al final de la Edad Media. También fue denominado el puente de Santa Catalina durante el mandato del rey Fernando III con el objetivo de controlar el comercio que circulaba bajo los puentes del río. El director de la Real Fundación de Toledo, Jesús Carrobles, ha recordado que la historia del Puente de Santa Catalina de Talavera de la Reina ha estado marcada por continuas reconstrucciones, algo normal teniendo en cuenta que está cimentado en arena. Carrobles a las preguntas de los medios, ha aclarado que la parte hundida es "el resultado de arreglos en un puente que ya se ha hundido en numerosas ocasiones", siendo una infraestructuras "con determinadas deficiencias estructurales". "No ha desaparecido el puente, es una página más de la historia de las pequeñas destrucciones por estar cimentado en arena. Por muchos fondos que vengan, seamos conscientes de que la historia del puente se escribe a base de reconstrucciones", ha finalizado. En el documento del gobierno autonómico que detalla la historia de esta estructura, se refleja el derribo de dicha estructura en torno a una decena de ocasiones. En 1940 se realizó una reconstrucción en la que se creó el diseño que actualmente conocemos. Según la consejería de Cultura, a pesar de las obras la estructura con el paso del tiempo se fue deteriorando. En documentos históricos se refleja que el puente llegó a albergar hasta 22 arcos que se fueron modificando con el tiempo por las reconstrucciones que padeció a lo largo de los siglos. El puente contaba con arcos de medio punto, alzado peraltado, media circunferencia o perfil apuntado. A lo largo de su historia ha sufrido varias obras de conservación. Las reconstrucciones se realizaron por los derrumbes que ocurrieron en 1625 y 1626. Aunque en los años 1815, 1835, 1841 o 1850 provocaron desperfectos y caídas por las crecidas del río Tajo, según consta en el Archivo Municipal de Talavera. Según el Consistorio talaverano, se tiene constancia documental de la aplicación de pontones y entablados de madera entre el siglo XV hasta el XX. A partir del siglo XVII se empezó a utilizar ladrillo de tejas en las reconstrucciones y en la primera mitad del siglo XX fue reforzado con ladrillo de gafa y mortero de cemento, instalando a la vez vigas de metal. En...
El pasado sábado se derrumbó el puente romano, también conocido como puente viejo de Talavera de la Reina (Toledo) tras la fuerte crecida del río Tajo tras un mes de marzo pasado por lluvias. Tras la acumulación de 1.400 metros cuadrados por segundo de agua, los pilares de la estructura acabaron derrumbándose en dos tramos. Es uno de los más antiguos de la provincia de Toledo, con una longitud de 61 metros y una altura de 4 metros y fue declarado Bien de Interés Cultural de Castilla la Mancha en 2021. Aunque un dato característico sobre el puente conocido como romano, el cual es un símbolo de la época medieval y se construyó entre 1483 y 1490, es decir, al final de la Edad Media. También fue denominado el puente de Santa Catalina durante el mandato del rey Fernando III con el objetivo de controlar el comercio que circulaba bajo los puentes del río. El director de la Real Fundación de Toledo, Jesús Carrobles, ha recordado que la historia del Puente de Santa Catalina de Talavera de la Reina ha estado marcada por continuas reconstrucciones, algo normal teniendo en cuenta que está cimentado en arena. Carrobles a las preguntas de los medios, ha aclarado que la parte hundida es "el resultado de arreglos en un puente que ya se ha hundido en numerosas ocasiones", siendo una infraestructuras "con determinadas deficiencias estructurales". "No ha desaparecido el puente, es una página más de la historia de las pequeñas destrucciones por estar cimentado en arena. Por muchos fondos que vengan, seamos conscientes de que la historia del puente se escribe a base de reconstrucciones", ha finalizado. En el documento del gobierno autonómico que detalla la historia de esta estructura, se refleja el derribo de dicha estructura en torno a una decena de ocasiones. En 1940 se realizó una reconstrucción en la que se creó el diseño que actualmente conocemos. Según la consejería de Cultura, a pesar de las obras la estructura con el paso del tiempo se fue deteriorando. En documentos históricos se refleja que el puente llegó a albergar hasta 22 arcos que se fueron modificando con el tiempo por las reconstrucciones que padeció a lo largo de los siglos. El puente contaba con arcos de medio punto, alzado peraltado, media circunferencia o perfil apuntado. A lo largo de su historia ha sufrido varias obras de conservación. Las reconstrucciones se realizaron por los derrumbes que ocurrieron en 1625 y 1626. Aunque en los años 1815, 1835, 1841 o 1850 provocaron desperfectos y caídas por las crecidas del río Tajo, según consta en el Archivo Municipal de Talavera. Según el Consistorio talaverano, se tiene constancia documental de la aplicación de pontones y entablados de madera entre el siglo XV hasta el XX. A partir del siglo XVII se empezó a utilizar ladrillo de tejas en las reconstrucciones y en la primera mitad del siglo XX fue reforzado con ladrillo de gafa y mortero de cemento, instalando a la vez vigas de metal. En...
