El profesor de surf de San Sebastián juzgado por abusos a menores niega los hechos, salvo un caso «consentido» con uno del que se «enamoró»
El profesor de surf de Hondarribia (Guipúzcoa) juzgado por abusos a 11 menores ha negado todos los hechos y únicamente ha reconocido haber mantenido un «comportamiento sexual» en dos ocasiones con uno de ellos, cuando este tenía «16 ó 17 años», del que estaba «enamorado» y ha asegurado que fue algo «consentido» y «mutuo». Los hechos habrían sucedido entre 2011 y 2021, cuando el acusado tenía entre 27 y 37 años; a día de hoy tiene 40 años. La Fiscalía pide una pena de 85 años de cárcel por violencia sexual y posesión de material de explotación sexual infantil. En el momento de los hechos denunciados, las presuntas víctimas tenían entre 13 y 15 años. Este miércoles, ha tenido lugar el interrogatorio al acusado, que ha durado más de dos horas y en el que únicamente ha respondido a las preguntas del fiscal y de su letrada. El monitor, que se encuentra en prisión desde su detención en agosto de 2021, ha negado todos los hechos que se le imputan y únicamente ha reconocido haber tenido «comportamiento sexual» con uno de los perjudicados, con el que mantenía una relación «de mucho cariño» que pudo «rozar el enamoramiento». Según ha relatado, la «relación» con este menor «surgió» y se dieron «besos» y hubo masturbación y fue algo «mutuo». El acusado ha reconocido que ese comportamiento «no era apropiado» y ha indicado que, por ello, en 2018, cuando él tenía 34 años, se distanció del menor y lo pasó «mal» por lo que estaba «sintiendo». Además, ha asegurado que «nunca» ha «presionado, ni obligado, ni manipulado a nadie para hacer nada» . En este sentido, ha apuntado que a veces algunos de los alumnos dormían con él en los campamentos de surf que organizaba, cuando «no había espacio suficiente para dormir separados» porque iban al camping «más económico» que se ofertase, pero «echando la vista atrás» ve «más conveniente» haberlo hecho solo. En todo caso, ha reiterado que «nunca» les ha «obligado ni forzado» a dormir con él. La defensa le ha mostrado la transcripción de varias de sus conversaciones con los denunciantes con los que ha señalado mantenía una relación «muy fuerte». Así, respecto a uno de ellos ha señalado que hacían «planes juntos», como si fueran «dos personas de la misma edad», como, por ejemplo, «ir a comer una hamburguesa después de la clase de surf». «Soy una persona cariñosa y muy sensible» ha señalado, al tiempo que ha mencionado que perdió a su padre con 18 años y que «igual por eso» ha «necesitado más apego» . Al respecto, ha indicado que los chavales cuando le veían por la calle se acercaban a darle «abrazos», porque, dice, le tenían «aprecio». Por otro lado, ha negado todos los hechos denunciados que, a su juicio, son «una invención o un escarmiento» de dos de los perjudicados, que son hermanos, y sus amigos, porque contó al grupo «temas muy serios» de ellos. Respecto al testimonio de las psicólogas que atendieron a los denunciantes, ha opinado que son «interpretaciones». Preguntado por el hallazgo en un portátil intervenido con unos 4.208 archivos fotográficos pedófilos , ha señalado que ese ordenador estaba «reacondicionado» y ha negado haber descargado o visualizado tal material. «Puede que lo usara otra persona», ha indicado cuando le han preguntado por el hecho de que estuviera configurado con su usuario.
El profesor de surf de Hondarribia (Guipúzcoa) juzgado por abusos a 11 menores ha negado todos los hechos y únicamente ha reconocido haber mantenido un «comportamiento sexual» en dos ocasiones con uno de ellos, cuando este tenía «16 ó 17 años», del que estaba «enamorado» y ha asegurado que fue algo «consentido» y «mutuo». Los hechos habrían sucedido entre 2011 y 2021, cuando el acusado tenía entre 27 y 37 años; a día de hoy tiene 40 años. La Fiscalía pide una pena de 85 años de cárcel por violencia sexual y posesión de material de explotación sexual infantil. En el momento de los hechos denunciados, las presuntas víctimas tenían entre 13 y 15 años. Este miércoles, ha tenido lugar el interrogatorio al acusado, que ha durado más de dos horas y en el que únicamente ha respondido a las preguntas del fiscal y de su letrada. El monitor, que se encuentra en prisión desde su detención en agosto de 2021, ha negado todos los hechos que se le imputan y únicamente ha reconocido haber tenido «comportamiento sexual» con uno de los perjudicados, con el que mantenía una relación «de mucho cariño» que pudo «rozar el enamoramiento». Según ha relatado, la «relación» con este menor «surgió» y se dieron «besos» y hubo masturbación y fue algo «mutuo». El acusado ha reconocido que ese comportamiento «no era apropiado» y ha indicado que, por ello, en 2018, cuando él tenía 34 años, se distanció del menor y lo pasó «mal» por lo que estaba «sintiendo». Además, ha asegurado que «nunca» ha «presionado, ni obligado, ni manipulado a nadie para hacer nada» . En este sentido, ha apuntado que a veces algunos de los alumnos dormían con él en los campamentos de surf que organizaba, cuando «no había espacio suficiente para dormir separados» porque iban al camping «más económico» que se ofertase, pero «echando la vista atrás» ve «más conveniente» haberlo hecho solo. En todo caso, ha reiterado que «nunca» les ha «obligado ni forzado» a dormir con él. La defensa le ha mostrado la transcripción de varias de sus conversaciones con los denunciantes con los que ha señalado mantenía una relación «muy fuerte». Así, respecto a uno de ellos ha señalado que hacían «planes juntos», como si fueran «dos personas de la misma edad», como, por ejemplo, «ir a comer una hamburguesa después de la clase de surf». «Soy una persona cariñosa y muy sensible» ha señalado, al tiempo que ha mencionado que perdió a su padre con 18 años y que «igual por eso» ha «necesitado más apego» . Al respecto, ha indicado que los chavales cuando le veían por la calle se acercaban a darle «abrazos», porque, dice, le tenían «aprecio». Por otro lado, ha negado todos los hechos denunciados que, a su juicio, son «una invención o un escarmiento» de dos de los perjudicados, que son hermanos, y sus amigos, porque contó al grupo «temas muy serios» de ellos. Respecto al testimonio de las psicólogas que atendieron a los denunciantes, ha opinado que son «interpretaciones». Preguntado por el hallazgo en un portátil intervenido con unos 4.208 archivos fotográficos pedófilos , ha señalado que ese ordenador estaba «reacondicionado» y ha negado haber descargado o visualizado tal material. «Puede que lo usara otra persona», ha indicado cuando le han preguntado por el hecho de que estuviera configurado con su usuario.
