El momento Facebook de ChatGPT

OpenAI es la que más claramente está tomando el camino de la personalización y nuestro recuerdo en la carrera por el chatbot asistente de inteligencia artificial.

Abr 25, 2025 - 09:19
 0
El momento Facebook de ChatGPT

El futuro de ChatGPT será una única ventana de chat infinita. O debería serlo.

La experiencia actual, con un nuevo chat iniciado por sesión o, incluso, por tema a resolver obedece a las limitaciones tecnológicas del momento.

La ventana de contexto (la información que tiene en cuenta para generar una nueva respuesta) es limitada. Además, cuando ChatGPT se equivoca, a veces es preferible empezar una nueva conversación a intentar encauzarle: el error ya forma parte del contexto que tiene en cuenta.

Un ChatGPT menos limitado en lo técnico y con más inteligencia para los errores no debería obligarnos a mantener múltiples conversaciones fragmentadas.

Es una de las razones por las que me pareció especialmente interesante el anuncio de la mejora de la función memoria en el servicio de OpenAI. Ahora podrá recordar información de todas sus conversaciones anteriores con nosotros y ajustar sus respuestas basándose en esa información.

Hace un par de episodios comentamos este lanzamiento en monos estocásticos. A priori parece un lanzamiento menor, pero las implicaciones son grandes. En nuestro análisis, la estrategia pasa por convertir el uso de ChatGPT en algo parecido a interactuar con un amigo / compañero de trabajo.

De las grandes tecnológicas, OpenAI es la que más claramente está tomando este camino en la carrera por el chatbot asistente de inteligencia artificial. El modo de voz incluye inflexiones emocionales (aunque inicialmente se orientó más a la utilidad que a la amistad) y un ChatGPT que se acuerda de lo que es importante para ti, cómo te gustan las cosas y elementos clave de tu personalidad resulta menos sustituible.

Me atrevo a decir que esto se parece a un momento Facebook de ChatGPT. Me refiero al punto en el que el newsfeed se personalizó, a ese momento en que se despriorizó el orden cronológico para dar el control de la portada (y por tanto de la gran mayoría de la experiencia) a un sistema algorítmico que buscaba la relevancia pero encontraba la popularidad y la agitación emocional.

En su momento, la mayoría de usuarios no calculamos bien lo que suponía el cambio. De hecho aumentamos el tiempo en este tipo de plataformas que pasaron a suponer lo central en nuestra experiencia de internet.

No vimos con claridad la pérdida de agencia y la priorización de cierta dieta de contenidos (los algoritmos tendieron a lo muy emocional, lo llamativo, lo extremo) ni su segunda derivada (la emergencia de una generación de creadores especializados en justo eso que favorecen los algoritmos) y el escenario actual, donde el grafo social de amigos ha perdido relevancia.

La ventaja de ChatGPT es que, debido a la naturaleza estocástica de sus modelos, no existe una referencia objetiva como el orden cronológico de nuestras fuentes. De alguna manera, la pérdida de agencia que supone la personalización por la vía de la memoria quedará todavía más ofuscada, hay que buscarla en cómo el sistema capta una suerte de identidad de uno y la realidad que me muestra (en este caso, que me responde) está demasiado personalizada, no es compartida.

En el discurso crítico con las plataformas se apunta generalmente a la enshitificación: aunque originalmente las redes sociales sirvieran para compartir contenidos entre iguales, la entrada del orden algorítmico ha servido no para que nos llegue un conocimiento de mayor valor o la información más relevante. La explotación de nuestro circuito dopamínico para que pasemos más tiempo y ellos vendan más anuncios.

Es una visión que peca de paternalista: la gente común está subyugada por la big tech, pero un grupo de avanzados analistas pueden diagnosticar que lo que les haría bien es menos plataformas sociales y más la dieta informativa del siglo XX. Pero creo que hay un aspecto de la misma que si no aceptáramos, pecaríamos de ingenuos: los Tiktok, Facebook, Twitter, Instagram y compañía optimizan para el interés del negocio de su propietario.

Error500 es gratis. Suscríbete aquí

La generación de las plataformas de contenidos de usuario en internet ha transformado la conversación pública. Directa o indirectamente han condicionado la industria informativa, la distribución de conocimiento, la del entretenimiento y la opinión pública.

Con ChatGPT y la generación de asistentes de IA entramos en una dimensión diferente. Todavía no sabemos qué trastocará. ¿La esfera íntima por la vía de la oxitocina? ¿el trabajo y la industria del conocimiento? ¿La creatividad humana? O quizás, debido a la naturaleza generalista de la inteligencia artificial, todas a la vez.

Imágenes: Antonio Ortiz con Freepik Pikaso basado en este prompt.