El mejor espacio para teletrabajar no es nada sin una buena silla. Esto es lo que deben tener para ser aptas para trabajar más de 8 horas por día
Cuando se trata de trabajar desde casa, uno de los aspectos fundamentales es disponer de un entorno adecuado, y en ese contexto, la silla se convierte en un elemento imprescindible. A la hora de escoger el modelo más apropiado, es importante tener en cuenta una serie de características clave, por eso vamos a repasar las más relevantes. Teletrabajar no debería implicar sacrificar la salud postural. Elegir una buena silla no es un lujo, sino una inversión necesaria. Una mala postura mantenida durante horas puede acabar provocando molestias físicas, fatiga o incluso lesiones, y te lo digo por experiencia. Por ello, contar con una silla ergonómica adecuada no solo mejora la comodidad diaria, sino que también contribuye directamente a la productividad y al bienestar general. Cuando llega el momento de elegir la silla correcta y la más adecuada, no hay que dejarse llevar por el marketing. En mi caso, mi fisioterapeuta me ha recomendado probarla detenidamente y sin prisas. Esto sin embargo no siempre es posible y por eso hay que fijarse en que la silla que vamos a comprar reuna una serie de caracteristicas. El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), perteneciente al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social tiene un documento en el que enumeran una serie de criterios ergonómicos para elegir la silla de oficina correcta. Incluso la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana tiene una guía al respecto. Es importante que cuente con certificaciones de calidad y ergonomía como UNE o BIFMA. Así por ejemplo, la serie de Notas Técnicas de Prevención UNE-EN 1335, propone un conjunto de condiciones relacionadas con sillas estandarizadas para la mayoría de los usuarios: en ellas se establecen una serie de criterios para las sillas que se van a adaptar a usuarios con dimensiones normalizadas entre 1,51 m y 1,92 m de altura y con un peso inferior a 110 kg. Índice de Contenidos (8) Altura regulable Respaldo ajustable Soporte lumbar Materiales adecuados Reposabrazos Base de la silla: con ruedas y giratoria Reposacabezas Hacer pausas Altura regulable Cada persona tiene una postura corporal distinta, influida por su complexión y estructura física. Algunas personas presentan la espalda recta, otras más curvada, y también varían en altura y constitución. Dado que no todos compartimos las mismas características, una única silla no puede ofrecer comodidad universal. Por eso, una buena silla de oficina debe ser ajustable y adaptarse a cada usuario. Por eso, una característica fundamental es que la silla tenga altura regulable, ya que esto permite adaptarla a la estatura del usuario y a la altura del escritorio. Con esta acción buscamos que los pies queden apoyados en el suelo y la cadera quede ligeramente por encima de la rodilla en un ángulo 90º-90º. Es lo que afirma Alex Soria Pineño de FisioMedit: “La altura del asiento debe ser regulable, para que los pies queden apoyados en el suelo y la cadera quede ligeramente por encima de la rodilla en un ángulo 90º-90º, de modo que la posición de nuestra pelvis quede lo más neutra posible”. Respaldo ajustable Otra característica pasa por contar con respaldo ajustable para que de esta forma se adapte a la curvatura natural de la espalda. Debe proporcionar un apoyo suficiente para la columna vertebral y en especial para la zona lumbar. En palabras de Amaia Jáuregui Idoate del Centro Sueskun, el que la altura sea ajustable sirve para tener la postura adecuada frente al monitor: “De este modo nos aseguramos de que la persona tenga el ordenador a la altura de los ojos, para que las cervicales estén alineadas”. Algunos modelos tienen la posibilidad de bloquear la reclinación del respaldo. Poder inclinar ligeramente el respaldo permite descansar la espalda de forma puntual. Las sillas más completas ofrecen varios niveles de inclinación con mecanismo de tensión ajustable, lo que ayuda a encontrar la posición ideal en cada momento. En Xataka Smart Home Estas once sillas hicieron historia y por eso terminaron llegando a nuestras casas En este sentido, hay que tener en cuenta lo que opina Moisés Giménez, fisioterapeuta de Salud Laboral de la Diputació de València, fisioterapeuta pediátrico del Instituto Valenciano de Audiofonología y profesor asociado de la Facultad de Fisioterapia de la Universidad de Valencia. Este experto valora la posibilidad de prescindir del respaldo: “Yo nunca recomiendo sillas excesivamente cómodas. En algunos casos incluso evitamos el re

Cuando se trata de trabajar desde casa, uno de los aspectos fundamentales es disponer de un entorno adecuado, y en ese contexto, la silla se convierte en un elemento imprescindible. A la hora de escoger el modelo más apropiado, es importante tener en cuenta una serie de características clave, por eso vamos a repasar las más relevantes.
Teletrabajar no debería implicar sacrificar la salud postural. Elegir una buena silla no es un lujo, sino una inversión necesaria. Una mala postura mantenida durante horas puede acabar provocando molestias físicas, fatiga o incluso lesiones, y te lo digo por experiencia. Por ello, contar con una silla ergonómica adecuada no solo mejora la comodidad diaria, sino que también contribuye directamente a la productividad y al bienestar general.
Cuando llega el momento de elegir la silla correcta y la más adecuada, no hay que dejarse llevar por el marketing. En mi caso, mi fisioterapeuta me ha recomendado probarla detenidamente y sin prisas. Esto sin embargo no siempre es posible y por eso hay que fijarse en que la silla que vamos a comprar reuna una serie de caracteristicas.
El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), perteneciente al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social tiene un documento en el que enumeran una serie de criterios ergonómicos para elegir la silla de oficina correcta. Incluso la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana tiene una guía al respecto.
Es importante que cuente con certificaciones de calidad y ergonomía como UNE o BIFMA. Así por ejemplo, la serie de Notas Técnicas de Prevención UNE-EN 1335, propone un conjunto de condiciones relacionadas con sillas estandarizadas para la mayoría de los usuarios: en ellas se establecen una serie de criterios para las sillas que se van a adaptar a usuarios con dimensiones normalizadas entre 1,51 m y 1,92 m de altura y con un peso inferior a 110 kg.
Índice de Contenidos (8)
Altura regulable

Cada persona tiene una postura corporal distinta, influida por su complexión y estructura física. Algunas personas presentan la espalda recta, otras más curvada, y también varían en altura y constitución. Dado que no todos compartimos las mismas características, una única silla no puede ofrecer comodidad universal. Por eso, una buena silla de oficina debe ser ajustable y adaptarse a cada usuario.
Por eso, una característica fundamental es que la silla tenga altura regulable, ya que esto permite adaptarla a la estatura del usuario y a la altura del escritorio. Con esta acción buscamos que los pies queden apoyados en el suelo y la cadera quede ligeramente por encima de la rodilla en un ángulo 90º-90º. Es lo que afirma Alex Soria Pineño de FisioMedit: “La altura del asiento debe ser regulable, para que los pies queden apoyados en el suelo y la cadera quede ligeramente por encima de la rodilla en un ángulo 90º-90º, de modo que la posición de nuestra pelvis quede lo más neutra posible”.
Respaldo ajustable

Otra característica pasa por contar con respaldo ajustable para que de esta forma se adapte a la curvatura natural de la espalda. Debe proporcionar un apoyo suficiente para la columna vertebral y en especial para la zona lumbar.
En palabras de Amaia Jáuregui Idoate del Centro Sueskun, el que la altura sea ajustable sirve para tener la postura adecuada frente al monitor: “De este modo nos aseguramos de que la persona tenga el ordenador a la altura de los ojos, para que las cervicales estén alineadas”.
Algunos modelos tienen la posibilidad de bloquear la reclinación del respaldo. Poder inclinar ligeramente el respaldo permite descansar la espalda de forma puntual. Las sillas más completas ofrecen varios niveles de inclinación con mecanismo de tensión ajustable, lo que ayuda a encontrar la posición ideal en cada momento.
En este sentido, hay que tener en cuenta lo que opina Moisés Giménez, fisioterapeuta de Salud Laboral de la Diputació de València, fisioterapeuta pediátrico del Instituto Valenciano de Audiofonología y profesor asociado de la Facultad de Fisioterapia de la Universidad de Valencia. Este experto valora la posibilidad de prescindir del respaldo: “Yo nunca recomiendo sillas excesivamente cómodas. En algunos casos incluso evitamos el respaldo, pero no en todos: en trabajos de «escucha» (atención a clientes o telefónica, por ejemplo) es muy recomendable que lo incorpore. En todo caso, queremos fomentar el movimiento”.
Es importante que los mecanismos para realizar los ajustes sean fácilmente accesibles y así aparece en la guía del INSST: “Los mecanismos de ajuste deben ser fácilmente manejables en posición sentado y construidos a prueba de cambios no intencionados”.
Soporte lumbar

El soporte lumbar es no obstante, algo que genera distintas opiniones entre los expertos y ya lo vimos en este artículo. Muchos opinan que es básico que la silla tenga un soporte lumbar, especialmente en la zona baja, ya que es una de las más propensas a sufrir tensiones al estar sentado durante largos periodos.
Además es aconsejable que se pueda regular la profundidad del asiento. Este factor está estrechamente relacionado con el ajuste del respaldo, ya que sirve para promover la circulación sanguínea, evitar la presión en las piernas y facilitar una postura correcta, lo que a largo plazo reduce el riesgo de problemas de salud.
Materiales adecuados

Aunque puede que en muchos casos hayas visto sillas en cuero o piel, los expertos advierten que asiento (y respaldo) tengan materiales que resulten cómodos y transpirables. Un acolchado de espuma de alta densidad proporciona un buen apoyo sin deformarse con el tiempo. Como afirma Amaia Jáuregui, no debe ser ni demasiado duro ni demasiado blando: “Tiene que ser algo intermedio, como las almohadas”.
Además, los tejidos transpirables ayudan a evitar la acumulación de calor, especialmente en los meses más cálidos. En este sentido, Carlos Castaño Ortiz, profesor en E.U. Gimbernat y responsable de Fisioperpinyà, prefiere que las sillas tengan materiales textiles o texturas que transpiren: “Si te vas a pasar el verano trabajando con el ventilador al lado, vas a pegarte como el velcro”. Algo parecido a lo que sugiere Alex Soria Pineño: “el tejido debe ser transpirable, hipoalergénico y que no resbale”.
En la guía del INSST afirman que “las partes en contacto con zonas corporales como las nalgas o la espalda, deberían estar fabricadas con una superficie transpirable”.
Reposabrazos
Los reposabrazos ajustables también despiertan controversias. En caso de tenerlos, deben poder regularse en altura, y si además se pueden mover en profundidad o lateralmente, mejor. Para Álex Soria, una silla debe tener este elemento: “Debe tener reposabrazos y estos deben ser regulables en altura para evitar posiciones forzada”. Los reposabrazos permite mantener los hombros relajados y los codos a 90°, reduciendo la carga sobre el cuello y los brazos.
Sin embargo, Carlos Castaño Ortiz tiene otra opinión respecto a los reposabrazos: “Nadie apoya los brazos en el reposabrazos. Sirven básicamente para apoyarte, levantar el culo y volver a sentarte en el fondo. Para lo demás es un estorbo: pellizcan los codos, molestan al girar al chocar con el escritorio...”.
Base de la silla: con ruedas y giratoria

La base de la silla debe incluir ruedas y ofrecer un giro de 360 grados, para facilitar los movimientos sin necesidad de forzar la postura. Para Álex Soria este es un factor clave: “Debe tener ruedas para facilitar los movimientos a lo largo de la mesa de la oficina evitando posiciones forzadas para moverla”.
Una base con cinco patas proporciona mayor estabilidad y seguridad. Para Carlos Castaño Ortíz es importante: “...incluso el tamaño de las patas y las ruedas, para que puedas apoyar los pies y juguetear. Tiene que haber libertad en las piernas, para que nos movamos”.
En cuanto a las sillas, el INSST establece que “las sillas deben estar dotadas de 5 puntos de apoyo en contacto con el suelo” y “...deberían incluir ruedas”. Esto lo complementa esta guía afirmando que: “Estas ruedas deben ser adecuadas al tipo de suelo existente, con el fin de evitar desplazamientos involuntarios en suelos lisos y con actividades de tecleo intensivo”.
¿Y el resposapies? Aunque es un elemento muy habitual, si la silla es ajustable, es un accesorio que no siempre es necesario. Así opina Amaia Jáuregui al afirmar que bastaría con ajustar la altura adecuadamente. A partir de esa base, “lo mejor es una silla neutra y que cada uno la adapte”.
Reposacabezas
Por último, aunque no es imprescindible, un reposacabezas ajustable puede marcar la diferencia, sobre todo si se pasan muchas horas sentado o se necesitan momentos de apoyo cervical.
Hacer pausas
Dicho todo esto, los expertos coinciden en que cuando hay que pasar muchas horas sentado es básico introducir pausas activas. Es ideal es levantarse y hacer estiramientos —especialmente de cuello, espalda, brazos y piernas— al menos cada dos horas. Esto ayuda a prevenir la rigidez en las extremidades por una mala circulación y a evitar la sobrecarga muscular. De esta forma se reduce no solo la tensión física, sino que también se favorece una mejor circulación y se contribuye a aliviar el estrés y la ansiedad.
Foto de portada | Lisa from Pexels
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La noticia
El mejor espacio para teletrabajar no es nada sin una buena silla. Esto es lo que deben tener para ser aptas para trabajar más de 8 horas por día
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Jose Antonio Carmona
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