El Madrid espera que la Federación fulmine a De Burgos Bengoetxea como árbitro de la final: «Ha quedado incapacitado»
Eran las 13.45 horas del mediodía en el estadio de La Cartuja y tras media hora de comparecencia y más de una veintena de preguntas contestadas, De Burgos Bengoetxea , el colegiado de la final de la Copa del Rey, se disponía a responder a la última, el mundo se le vino encima. El árbitro vasco echó a llorar al explicar que a su hijo le decían en el colegio que su padre era un ladrón, un momento insólito que ha provocado la indignación en el Real Madrid. El club blanco está perplejo ante lo sucedido en la comparecencia de los colegiados de la final y espera que la Real Federación Española de Fútbol mueva ficha y fulmine a De Burgos Bengoetxea y a González Fuertes , el designado para el VAR. El Real Madrid no entiende lo que ellos califican como un show amparado por la RFEF y espera que en el partido de mañana no sean estos dos trencillas los responsables de impartir justicia: «Han quedado incapacitados», aseguran fuentes del club blanco a ABC. Además, el Madrid considera que hay un claro conflicto de intereses tras las declaraciones de González Fuertes en las que cargaba con dureza contra los vídeos de RMTV y anunciaba medidas que se darían a conocer en los próximos días: «Este CTA va a hacer historia». Una declaración que el club blanco ha tomado como amenaza y que espera que no caiga en saco roto: «Es de primero de Derecho Deportivo». El Madrid incide en que ellos no piensan levantar el teléfono y pedir nada a la Federación porque los hechos hablan por sí solos y debe ser el organismo el que motu proprio evite que dos colegiados, a ojos del Madrid, tocados emocional y anímicamente y condicionados contra ellos, sean los que dirijan la final de Copa este sábado.
Eran las 13.45 horas del mediodía en el estadio de La Cartuja y tras media hora de comparecencia y más de una veintena de preguntas contestadas, De Burgos Bengoetxea , el colegiado de la final de la Copa del Rey, se disponía a responder a la última, el mundo se le vino encima. El árbitro vasco echó a llorar al explicar que a su hijo le decían en el colegio que su padre era un ladrón, un momento insólito que ha provocado la indignación en el Real Madrid. El club blanco está perplejo ante lo sucedido en la comparecencia de los colegiados de la final y espera que la Real Federación Española de Fútbol mueva ficha y fulmine a De Burgos Bengoetxea y a González Fuertes , el designado para el VAR. El Real Madrid no entiende lo que ellos califican como un show amparado por la RFEF y espera que en el partido de mañana no sean estos dos trencillas los responsables de impartir justicia: «Han quedado incapacitados», aseguran fuentes del club blanco a ABC. Además, el Madrid considera que hay un claro conflicto de intereses tras las declaraciones de González Fuertes en las que cargaba con dureza contra los vídeos de RMTV y anunciaba medidas que se darían a conocer en los próximos días: «Este CTA va a hacer historia». Una declaración que el club blanco ha tomado como amenaza y que espera que no caiga en saco roto: «Es de primero de Derecho Deportivo». El Madrid incide en que ellos no piensan levantar el teléfono y pedir nada a la Federación porque los hechos hablan por sí solos y debe ser el organismo el que motu proprio evite que dos colegiados, a ojos del Madrid, tocados emocional y anímicamente y condicionados contra ellos, sean los que dirijan la final de Copa este sábado.
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