El Madrid ensucia la Copa

Pase lo que pase, la Copa ya está manchada. La ensuciaron los canales del Madrid al promocionar el inadmisible acoso al árbitro del encuentro, Ricardo de Burgos Bengoetxea, un colegiado profesional, honesto y con altas dosis de humanidad que sufrió los intolerables ataques de la televisión oficial del club blanco. El árbitro denunció el acoso que sufrió su hijo en el colegio, con lágrimas en los ojos y emoción lógica. El Madrid presionó para que se cambiara al colegiado y la Federación se mantuvo firme, con lo que realizó otro plantón (ya lo hizo en el Balón de Oro) de entrenamiento, cena y ruedas de prensa y deslizó que podía llegar a no jugar el encuentro. El club blanco, con Florentino de presidente, está destruyendo los valores del fútbol con gestos más propios del forofismo, victimismo o el miedo. Fick lo dijo claramente: “Es fútbol, es un juego, lo importante es el respeto.” Eso es una final de Copa entre Barça y Madrid. Y además, debería ser una fiesta. El club blanco no ha querido frenar la lamentable campaña mediática contra los colegiados, mientras la mayoría de su afición y la de todas las aficiones asisten atónitos al acoso de un profesional que solo trata de hacer su trabajo lo mejor posible.

Abr 25, 2025 - 21:01
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El Madrid ensucia la Copa
Pase lo que pase, la Copa ya está manchada. La ensuciaron los canales del Madrid al promocionar el inadmisible acoso al árbitro del encuentro, Ricardo de Burgos Bengoetxea, un colegiado profesional, honesto y con altas dosis de humanidad que sufrió los intolerables ataques de la televisión oficial del club blanco. El árbitro denunció el acoso que sufrió su hijo en el colegio, con lágrimas en los ojos y emoción lógica. El Madrid presionó para que se cambiara al colegiado y la Federación se mantuvo firme, con lo que realizó otro plantón (ya lo hizo en el Balón de Oro) de entrenamiento, cena y ruedas de prensa y deslizó que podía llegar a no jugar el encuentro. El club blanco, con Florentino de presidente, está destruyendo los valores del fútbol con gestos más propios del forofismo, victimismo o el miedo. Fick lo dijo claramente: “Es fútbol, es un juego, lo importante es el respeto.” Eso es una final de Copa entre Barça y Madrid. Y además, debería ser una fiesta. El club blanco no ha querido frenar la lamentable campaña mediática contra los colegiados, mientras la mayoría de su afición y la de todas las aficiones asisten atónitos al acoso de un profesional que solo trata de hacer su trabajo lo mejor posible.

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