El giro del efecto Trump: lo que iba a ser un motor para la economía se convierte en una amenaza de estancamiento e inflación

El programa económico de Donald Trump ha pasado de ser una promesa de crecimiento, a convertirse en una amenaza para el bolsillo de los estadounidenses. Analistas e inversores están poniendo en duda el impacto positivo de la llegada de Trump a la Casa Blanca, y la incertidumbre sobre la imposición de aranceles ha despertado el temor de que se produzca uno de los peores escenarios macroeconómicos posibles: un regreso de la inflación en la primera economía del mundo, que se combinaría con un estancamiento económico. En pocos días los inversores han dejado claro que están preocupados por las señales macroeconómicas que están surgiendo, como el frenazo en la actividad el sector servicios, o el último dato de actividad manufacturera. La rotación de los inversores, desde la bolsa estadounidense hacia los bonos del país, es prueba de la preocupación que hay, y hay expertos, como Mohamed el-Erian, o James Knightley, economista jefe de ING, que reconocen las malas señales que está dando la economía estadounidense.

Mar 3, 2025 - 22:25
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El programa económico de Donald Trump ha pasado de ser una promesa de crecimiento, a convertirse en una amenaza para el bolsillo de los estadounidenses. Analistas e inversores están poniendo en duda el impacto positivo de la llegada de Trump a la Casa Blanca, y la incertidumbre sobre la imposición de aranceles ha despertado el temor de que se produzca uno de los peores escenarios macroeconómicos posibles: un regreso de la inflación en la primera economía del mundo, que se combinaría con un estancamiento económico. En pocos días los inversores han dejado claro que están preocupados por las señales macroeconómicas que están surgiendo, como el frenazo en la actividad el sector servicios, o el último dato de actividad manufacturera. La rotación de los inversores, desde la bolsa estadounidense hacia los bonos del país, es prueba de la preocupación que hay, y hay expertos, como Mohamed el-Erian, o James Knightley, economista jefe de ING, que reconocen las malas señales que está dando la economía estadounidense.