El fuego purificador devora las 770 fallas de Valencia en su edición más solidaria

Las Fallas de 2025 ya son historia. En una edición marcada por la solidaridad con los municipios afectados por la DANA y por el recuerdo de las 228 víctimas mortales, la cremà ha puesto fin la noche de este miércoles a los 770 monumentos grandes e infantiles de la ciudad, y a los cientos que también se plantan en numerosas localidades de la provincia. En palabras de la alcaldesa, María José Catalá, han sido unas fiestas "sanadoras" tras la tragedia, aunque habrá que "repensar" algunos aspectos relacionados con la masificación del fin de semana y su impacto en la limpieza o la seguridad. La hostelería, de hecho, ha registrado un impacto "muy dispar", según la Coordinadora de los Barrios, con caída de actividad del 70% entre semana y con lluvia.

Valencia se ha convertido en una gran pira con hogueras ardiendo en todos sus distritos. De hecho, el Consistorio activó un dispositivo formado por 355 bomberos que han controlado la cremà de las fallas de mayor riesgo por su tamaño, por ubicarse en plazas pequeñas o por estar próximas a viviendas o arbolado. Del mismo modo, 350 efectivos del Consorcio Provincial han vigilado la combustión de 400 monumentos de los municipios.

La cremà ha comenzado a las ocho de la tarde, cuando el fuego ha empezado a devorar las fallas infantiles en medio de lágrimas de emoción. A las 20.30 horas ha sido el turno de la falla infantil ganadora (la de Convento Jerusalén), y media hora más tarde, la falla infantil municipal, en plena plaza del Ayuntamiento.

A las diez de la noche las llamas han llegado a las fallas grandes, a las 22.30 la ganadora (también la de Convento, que además del doblete de este año en ambas categorías por parte de los jurados de la Junta Central Fallera ha logrado, por votación popular, el Ninot Indultat grande) y a las 23.00 horas ha comenzado el espectáculo pirotécnico previo a la cremà de la falla municipal grande, en pleno kilómetro cero de la fiesta fallera.

La alcaldesa Catalá ha destacado que, tras la DANA, las Fallas de 2025 han sido "necesarias, sanadoras, reparadoras y solidarias" y ha avanzado que en la cremà iba a pedir "una tregua" para el pueblo valenciano después de estas fiestas, de las que habrá que "repensar" algunos aspectos para los próximos años. Entre ellos citó el control de la pirotecnia "potente" y la limpieza ante una "afluencia histórica" el fin de semana. El president Carlos Mazón, ausente en las 16 mascletàs, sí que ha hecho acto de presencia en la cremà municipal sin haberla incluido previamente en su agenda oficial.