El extraño motivo por el que el Barça no puede ni quiere cobrar 143 millones a Limak
El Barça vive una situación difícil de entender en torno a las obras del nuevo Camp Nou. Pese a contar con una cláusula contractual que permitiría al club reclamar un millón de euros por cada día de retraso a la empresa encargada de la reforma, Limak Construction Europe S.L, el club culé que preside Joan … Continuar leyendo "El extraño motivo por el que el Barça no puede ni quiere cobrar 143 millones a Limak"

El Barça vive una situación difícil de entender en torno a las obras del nuevo Camp Nou. Pese a contar con una cláusula contractual que permitiría al club reclamar un millón de euros por cada día de retraso a la empresa encargada de la reforma, Limak Construction Europe S.L, el club culé que preside Joan Laporta ha optado por no activar esta sanción, al menos por ahora. A fecha de hoy, el club podría haber ingresado al menos 143 millones por esta vía, pero existen razones estratégicas, técnicas y contractuales que lo impiden.
La fecha marcada en rojo en el calendario era el 29 de noviembre de 2024, día del 125 aniversario del club. Aquel día estaba previsto el regreso del primer equipo al nuevo estadio. Sin embargo, las obras están bastante lejos de finalizar, lo suficiente como para permitir al equipo jugar su primer partido. Y es que el césped aún no ha sido instalado y los trabajos en las gradas avanzan, pero no al ritmo esperado. Según las previsiones actuales, no se jugará ni siquiera un partido esta temporada en el renovado Camp Nou. Aun así, el club no ha iniciado ningún procedimiento sancionador contra Limak, escudándose en que el retraso no es imputable a la empresa turca.
Cuando en enero de 2023 se firmó el contrato con Limak, Joan Laporta fue rotundo: «La penalización más fuerte es la de un millón de euros por día de retraso, y hay garantías depositadas para cubrir estos casos». Sin embargo, la realidad ha terminado siendo más flexible. En palabras de la vicepresidenta institucional, Elena Fort, «las situaciones se analizarán al final de las obras, y entonces se valorará si se pueden imputar responsabilidades a Limak». Es decir, el Barça no ha renunciado a las sanciones por el momento, pero tampoco las ha activado, argumentando que las causas del retraso son multifactoriales.
En cualquier caso, tal y como apunta Culemanía, la clave del asunto está en la reformulación de los plazos. Según el propio club azulgrana, las fechas de entrega han sido modificadas de mutuo acuerdo entre el Barça, Limak y los inversores, especialmente Goldman Sachs, que financia parte del proyecto. Este consenso anula, de forma temporal, cualquier penalización automática. El club subraya que estas nuevas fechas no implican una renuncia definitiva a las sanciones, pero sí imposibilitan aplicarlas mientras exista conformidad entre las partes.
Entre los principales motivos del retraso se encuentran factores externos que, según el club, escapan al control de la constructora. Las fuertes lluvias de noviembre de 2024 ralentizaron el ritmo previsto y, además, el Ayuntamiento de Barcelona no autorizó los trabajos en horario nocturno hasta el pasado 24 de marzo. Desde entonces, las labores se desarrollan de lunes a viernes de 8:00 a 0:00 y los sábados de 10:00 a 20:00. Aun así, el tiempo perdido ha condicionado seriamente los plazos.
Asimismo, las limitaciones impuestas por la UEFA impidieron al club cambiar de sede durante la fase de grupos de la Champions League, que finalizó a finales de enero. Esta restricción hizo inviable un regreso parcial al nuevo estadio, ya que el club no podía alternar dos sedes en una misma competición europea.
El Barça debe tener en cuenta que una reclamación anticipada por incumplimiento podría desencadenar contrademandas por parte de Limak, al considerar que se le exigieron cambios o avances no contemplados inicialmente. Este posible enfrentamiento legal, que podría alargarse y dificultar la finalización de las obras, es un escenario que el club presidido por Joan Laporta quiere evitar a toda costa.
La posibilidad de aplicar sanciones no está descartada. Según el propio club, estas cláusulas se revisarán una vez concluyan las obras, con previsión para 2026. Será entonces cuando por parte del Barça se analizarán los motivos del retraso y se determinará si existen responsabilidades atribuibles a Limak.