El curioso pueblo de EE.UU. al que solo se puede acceder si se cruza por Canadá
Point Roberts es parte del estado de Washington, pero para llegar a este curioso enclave hay que pasar por territorio canadiense; así viven sus habitantes

Point Roberts representa una rareza territorial. Si bien pertenece a los Estados Unidos, no posee conexión terrestre directa con el territorio nacional. Para acceder a esta localidad del estado de Washington, resulta imprescindible atravesar suelo canadiense. Quienes residen allí experimentan cotidianamente la cercanía física y simbólica de los límites geográficos, las decisiones gubernamentales y las dinámicas económicas como en ningún otro lugar del país.
Un pueblo estadounidense aislado por accidente en Canadá
Point Roberts forma parte del territorio estadounidense, aunque se encuentra justo al sur de la provincia canadiense de Columbia Británica. Alberga una comunidad de aproximadamente 1.200 personas. Su superficie corresponde a una franja de tierra que se extiende desde el estado de Washington hacia el norte, sin acceso directo al resto del país por vía terrestre.
Para trasladarse por carretera, se necesita cruzar inicialmente a Canadá y luego volver a ingresar a territorio estadounidense. El trayecto más corto hacia el interior de Washington implica atravesar dos puestos de control, uno al entrar a Canadá y otro al regresar a Point Roberts. Esta situación impacta de manera constante en la vida diaria de quienes habitan la zona.
Aunque se encuentra alejada de los centros gubernamentales y comerciales del país, esta localidad dispone de servicios esenciales. Hay una escuela primaria, un destacamento de bomberos, una oficina de correos y un pequeño almacén. Sin embargo, la oferta de recursos resulta limitada; gran parte de los pobladores depende de Canadá para realizar actividades cotidianas como hacer compras, acceder a servicios médicos o cumplir con compromisos laborales.
Cuando todo depende del país vecino
La conexión con el país limítrofe no se limita a la cercanía física; también involucra aspectos económicos y sociales. Numerosas viviendas situadas en Point Roberts pertenecen a ciudadanos canadienses que las utilizan como residencias temporales. Durante los fines de semana y los meses de verano, el área recibe una gran afluencia de visitantes provenientes del norte.
Los residentes estables reconocen que su bienestar cotidiano está fuertemente condicionado por su vínculo con Canadá. Algunos poseen doble ciudadanía, otros mantienen su rutina gracias a servicios gestionados desde ese país. En épocas de restricciones en los cruces fronterizos, como ocurrió durante la emergencia sanitaria global, la localidad experimenta una especie de pausa forzada.
Los habitantes perciben que viven en una zona intermedia entre dos naciones. Aunque portan pasaporte estadounidense, las normativas del país vecino determinan gran parte de sus hábitos. Muchos expresan que residen en “un rincón ignorado”, ya que las autoridades federales rara vez contemplan sus necesidades particulares.
Una guerra comercial que dejó marcas visibles
El conflicto económico entre Canadá y Estados Unidos provocó efectos directos en Point Roberts. Las medidas arancelarias impuestas durante la administración de Donald Trump alteraron de forma considerable la estabilidad financiera de este enclave, cuya economía depende en buena parte del consumo generado por visitantes canadienses.
Comercios pequeños, como restaurantes, estaciones de servicio y tiendas, enfrentaron caídas de hasta el 90% en sus ingresos. La disminución del turismo fronterizo, sumada a los elevados impuestos aplicados en los pasos de entrada, forzó el cierre definitivo de varios negocios locales.
Las consecuencias no se limitaron al plano económico. También se generó un sentimiento de desconexión con el ámbito político nacional. Muchos pobladores de Point Roberts consideran que fueron relegados en una disputa ajena. Aun así, algunos destacan que las dificultades impulsaron una cohesión más fuerte dentro de la comunidad y reforzaron el sentido de pertenencia.
El rincón que el mapa olvidó

Point Roberts surgió a raíz de un error en la delimitación territorial. Al establecer la frontera entre Canadá y Estados Unidos siguiendo el paralelo 49, se ignoró que un pequeño sector de tierra al sur de esa línea quedaría separado del resto del país. Así se originó este enclave insólito.
Actualmente, tras más de un siglo de historia, la vida diaria en Point Roberts mantiene un ritmo particular. Sus habitantes enfrentan complicaciones específicas para acceder a servicios sanitarios, recibir correspondencia o cursar estudios secundarios, ya que deben salir del país para realizar esas tareas.