El alquiler gana terreno frente a la vivienda en propiedad: la mitad de los jóvenes y un tercio de los treintañeros son inquilinos
El 73,6% de los hogares españoles son propietarios, aunque entre los menores de 30 solo lo son el 27%.

España es todavía un país de propietarios, pero cada vez menos. El alquiler gana terreno en plena crisis en el acceso a la vivienda. Por primera vez ya algo más de la mitad de los menores de 30 años en España son inquilinos, pero vivir de alquiler no es solo cosa de los más jóvenes. También un tercio de los hogares de entre 30 y 44 años son ya arrendatarios. Son datos de la Encuesta de Condiciones de Vida publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que confirma el progresivo cambio en el régimen de tenencia que España experimenta desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
El 73,6% de los hogares españoles son propietarios de la casa en la que viven —y el 48,8% la tienen completamente pagada—, una proporción que continúa siendo mayoritaria pero que ha cedido punto y medio en tan solo un año. En 2023, eran el 75,1%. Del otro lado de la moneda, el porcentaje de hogares que viven de alquiler a precios de mercado ha crecido del 15,4% al 17%. A estas dos fórmulas se suman un 6,1% de familias que habitan en viviendas cedidas y un 3,4% que lo hacen en alquileres por debajo del precio de mercado, unas proporciones que permanecen estables con respecto al año anterior.
Esta foto del régimen de tenencia de la vivienda en España es fruto de un progresivo cambio experimentado a lo largo de casi dos décadas. La serie histórica del INE, que ofrece datos al respecto desde 2004, muestra que en los últimos años de la burbuja inmobiliaria, la proporción de hogares que vivían en pisos en propiedad rondaba el 80%, frente a apenas un 10% que lo hacía de alquiler.
El arrendamiento ha ganado peso especialmente entre los más jóvenes. Los hogares de entre 16 y 29 años que viven de alquiler a precio de mercado han pasado de ser uno de cada cuatro en 2006 a representar ya la mitad en 2024. Solo en el último año la proporción ha crecido dos puntos y medio, del 48,7% al 51,2% —con una significativa diferencia por sexo, el porcentaje es del 47,2% entre los hombres mientras que entre las mujeres es del 56,1%—. El arrendamiento es el régimen de tenencia mayoritario en este grupo de edad, en el que también hay un 27% de jóvenes propietarios (12,7% sin hipoteca y 14,3% con), un 14,5% que vive en casas cedidas por familiares o amigos y un 7,3% que paga un alquiler pero por debajo del precio de mercado.
El pago de la entrada para comprar un piso supone para muchos jóvenes un importante escollo para ser propietarios, a pesar de que la subida de los alquileres ha hecho que pagar una hipoteca a los precios actuales sea una opción más asequible que el arrendamiento en la mayoría de grandes ciudades. Según un reciente estudio de EAE Business School, el tiempo necesario para ahorrar lo suficiente para hacer frente a esta primera señal ha aumentado un 36,7% en los últimos treinta años. La cuantía necesaria para abonar el 20% inicial del importe de una casa equivale actualmente de media a 3,6 años del salario íntegro, uno más que en 1993, y comprar una vivienda de 80 metros cuadrados requiere de media 11 años de salario completo, frente a los 8 años que bastaban en 1993.
En el resto de grupos de edad, el alquiler es minoritario frente a las viviendas en propiedad. Sin embargo, en los hogares de entre 30 y 44 años su peso se ha incrementado sensiblemente en el último año, pasando de recurrir al arrendamiento el 29,6% de las familias a hacerlo el 33,1%. Los inquilinos representan ya casi la misma proporción que los que tienen una hipoteca, que son el 36,6%, cuatro puntos menos que en 2023. En cambio, el porcentaje de propietarios con la casa ya pagada en este grupo de edad ha aumentado ligeramente del 14,7% al 16,3%.
En el extremo opuesto, entre los mayores de 45 años, la mayoría son propietarios y tienen la casa ya pagada por completo. Son el 43,3% de los hogares de entre 45 y 64 años y el 82,3% entre los mayores de 65 años, frente a un 33,1% y 6,3% respectivamente que todavía está pagando el préstamo y un 14,9% y 5,2% que vive de alquiler.
Además de entre los jóvenes, por tipos de hogar, en los que más incidencia ha tenido el avance del alquiler ha sido en aquellos con niños a cargo. Aunque es minoritario, la proporción de familias constituidas por dos adultos y uno o más hijos que recurren al alquiler ha aumentado ligeramente del 16,3% en 2023 al 18,6% en 2024, mientras que en los monoparentales ha crecido del 22,7% al 24,3%. Al mismo tiempo, los hogares hipotecados con estas características han caído al 43,6% y 35% respectivamente.
De acuerdo a los datos del INE, la vivienda en propiedad solo ha crecido en el último año entre las familias originarias de otros países de la Unión Europea. El 39,6% son dueños de la casa en la que residen en España —16,5% sin hipoteca y 23,1% con el inmueble ya pagado—, mientras que hace un año la proporción era del 36,2%. Aun así, más de la mitad son inquilinos, al igual que casi dos tercios de los extranjeros procedentes de fuera de la UE.
Inquilinos en riesgo de exclusión
En relación al régimen de tenencia, la Encuesta de Condiciones de Vida refleja una brecha de renta entre inquilinos y propietarios. La renta media neta de los arrendatarios subió ligeramente el año pasado hasta los 17.323 euros, 6.109 euros por debajo de la renta media de los propietarios, que se situó en 23.432 euros. En ambos casos, los ingresos medios han crecido unos 500 euros con respecto a 2023, pero la brecha se mantiene. Los hogares que viven de alquiler están también más expuestos a situaciones de exclusión social. La tasa de riesgo de pobreza entre los inquilinos es del 31,8%, mientras que entre los propietarios ronda el 15%.