Detenidos tres menores acogidos en un centro de menas de Ceuta por agredir a dos vigilantes de seguridad

Tres menores acogidos en el centro Nueva Esperanza, ubicado en las naves del Tarajal en Ceuta, han sido detenidos en la mañana de este lunes por agentes de la Policía Nacional tras protagonizar una agresión contra dos vigilantes de seguridad. El incidente, que también dejó a una trabajadora con un ataque de ansiedad, ocurrió en un recurso habilitado para menores tutelados y pone de relieve las tensiones recurrentes en estas instalaciones. El centro Nueva Esperanza fue acondicionado por la Ciudad Autónoma de Ceuta para dar respuesta al repunte de llegadas de menores extranjeros no acompañados (menas).

El suceso tuvo lugar alrededor de las 10:30 horas, según han confirmado fuentes policiales. Todo comenzó cuando uno de los menores, tras exigir una medicación prescrita la noche anterior que aún no estaba disponible, entró en un estado de nerviosismo y intentó autolesionarse con una cuchilla de afeitar. Un vigilante intervino para impedir que el joven se hiciera daño, pero resultó herido levemente con el mismo objeto durante el forcejeo. Este episodio desató una reacción en cadena: otros menores se sumaron al altercado, enfrentándose a los guardias con palos y profiriendo insultos «denigrantes», según han relatado testigos a medios locales.

La situación escaló hasta convertirse en una tangana que desbordó a los vigilantes y demás trabajadores presentes. Ante la imposibilidad de controlar el caos, el personal del centro activó el protocolo de emergencia y solicitó la intervención de la Policía Nacional. Los agentes acudieron rápidamente al lugar, redujeron a los implicados y detuvieron a los tres menores por agresión a los vigilantes de seguridad. Los dos guardias, con lesiones leves, fueron trasladados al Hospital Universitario para ser atendidos, al igual que una trabajadora afectada por un ataque de ansiedad tras presenciar los hechos. Los menores también fueron llevados al centro médico para revisar posibles lesiones; solo uno presentaba hinchazón en la mano, probablemente por un golpe dado durante el enfrentamiento.

El incidente tiene antecedentes inmediatos. La noche del domingo, el menor que inició el altercado había sido trasladado al médico por sentirse mal, pero escapó de los trabajadores tras la consulta y regresó al centro entre las 04:00 y las 05:00 horas. Su petición de medicación esta mañana, al no ser atendida de inmediato, desencadenó su reacción. Este episodio se suma a otros altercados previos en Nueva Esperanza, un centro acondicionado por la Ciudad Autónoma de Ceuta para dar respuesta al repunte de llegadas de menores extranjeros no acompañados (menas).

Las naves del Tarajal, como Nueva Esperanza, han sido habilitadas para acoger a estos menores bajo tutela pública, pero los trabajadores enfrentan dificultades crecientes para gestionar las tensiones. Los vigilantes, en su intento por salvaguardar la integridad del menor que amenazaba con autolesionarse, terminaron siendo víctimas de la violencia desatada. La Policía Nacional ha tomado el control de la investigación para esclarecer los detalles del suceso, mientras el centro retoma la normalidad tras una jornada marcada por el caos.

Este nuevo altercado subraya los retos que afronta Ceuta en la atención a menores tutelados, una labor que requiere no solo recursos materiales, sino también personal suficiente para garantizar la seguridad de todos los involucrados.