Democracia adulterada
Sí, aunque no lo parezca, ha habido un cambio de régimen. Sí, aunque el Partido Popular no se entere o no quiera, y aunque todo parezca igual, los mecanismos y las defensas de la democracia han quedado tocados. Lo ha habido de forma absolutamente encubierta cuando Sánchez I el Traidor se marchó a meditar cinco … Continuar leyendo "Democracia adulterada"

Sí, aunque no lo parezca, ha habido un cambio de régimen. Sí, aunque el Partido Popular no se entere o no quiera, y aunque todo parezca igual, los mecanismos y las defensas de la democracia han quedado tocados. Lo ha habido de forma absolutamente encubierta cuando Sánchez I el Traidor se marchó a meditar cinco días porque «estaba profundamente enamorado» y, según él, plantearse si merecía la pena seguir o no, regresando diciendo que todo iba a cambiar en la política española.
Entre la variedad de facultades perversas de Sánchez, la mentira y la hipocresía han destacado sobremanera y, por ello, lo del enamoramiento era simplemente la visión de su esposa imputada, su hermano imputado y después vendría la constatación de la sistémica corrupción del PSOE, a través de su ministro y hombre de confianza Ábalos, pero ciertamente casi todo pasaba por Begoña, su esposa, que ha sido, sin lugar a dudas, la correa de transmisión de todos los casos de corrupción, aunque no debemos perder la perspectiva de que detrás de todos ellos está Sánchez.
Por todo esto, lo de marcharse era exclusivamente un vil farol, pues sabía perfectamente que fuera de la Moncloa, fuera del poder, estaría perdido y no podría utilizar todos los resortes del Estado para poder controlarlos. Por ello, ha utilizado y está haciéndolo a la Fiscalía General del Estado, también imputada, está atacando a los jueces, está colocando a determinados fiscales que posiblemente tengan que ver en las causas judiciales que hay abiertas y que conducen a él a través de Begoña. Relatar nuevamente todos los casos de corrupción que afectan al PSOE y a Sánchez resulta ya vergonzosamente redundante y la constatación de que no ocurre nada en absoluto, no se asumen las más elementales responsabilidades políticas, demuestra que el cambio de régimen se ha producido y que la democracia está claramente prostituida.
Da igual pase lo que pase, da igual que un escándalo tape otro y otro y así sucesivamente, porque da la sensación de que detrás de ese cambio hay un plan subrepticio, preconcebido para que todo quede en agua de borrajas y haya una clara inexistencia del Estado de derecho, como ha quedado constatado, con los ERE, con la amnistía, con los golpistas; en definitiva, con todo aquello que la ética y lógica moral política habría repudiado y condenado.
Por ello, cuando determinados y escasos medios de comunicación denuncian la antipolítica de Sánchez y del PSOE, con una inútil reiteración día a día, la única sensación, el único sentimiento que surge es el de la más dolorosa impotencia, pues parece lógico que en cualquier país democrático de nuestro entorno, en una democracia normal, todo lo que está pasando en España habría provocado la dimisión del Gobierno y la convocatoria de elecciones.
Sin embargo, aquí, en esta nación antes llamada España solamente esperamos otro nuevo escándalo, otro nuevo caso de corrupción y así sucesivamente. Y Tezanos sigue dando vencedor a Sánchez, al PSOE y, por supuesto, la extrema derecha es el peligro, el enemigo a batir. Poco nos pasa. «Cada pueblo tiene los gobernantes que se merece» ( Joseph de Maistre).