Demi Moore se sincera sobre los extremos a los que llegó de joven para estar delgada: "Me torturé"

Demi Moore se ha convertido en una de las protagonistas de esta semana. Ayer, la actriz posaba en la alfombra roja de la gala Time100 con un espectacular vestido plisado de escote halter en blanco roto firmado por Zac Posen y Kim Jones en colaboración para Gap Studio, que la convirtió en una de las mejor vestidas de la velada. El detalle de acompañarlo con una blazer satinada a juego le terminó por dar el toque tendencia que le faltaba.

Pero no todo se queda ahí, la revista People la ha nombrado, a sus 62 años, como la mujer más guapa del mundo. De esta forma, Moore toma el relevo de Julia Roberts que, desde 2023, ostentaba este título por parte de la publicación.

Este nombramiento ha supuesto un éxito más para la protagonista de La sustancia, que este año está viviendo un renacer tanto personal como profesional. Gracias a esta película, la actriz ha vuelto a estar en el foco mediático, convirtiéndose en el centro de atención de las entregas de premios y llevándose a casa un Globo de oro, un SAG y las nominaciones a los Oscar y al los BAFTA.

Demi Moore: "De joven sentía que mi cuerpo me traicionaba"

Para celebrarlo, Demi Moore ha ofrecido una entrevista a People, donde se ha sincerado de muchos temas, desde sus primeros pasos como actriz hasta lo que ha aprendido del amor a lo largo de los años. Sin embargo, una de las partes más impactantes fue la confesión de la relación que tenía con su cuerpo cuando era joven.

"Me torturé. Cosas locas como ir en bicicleta desde Malibú hasta Paramount, que son unos 42 kilómetros. Todo porque le daba tanta importancia a mi apariencia", confesaba la actriz cuando le preguntaron acerca de los extremos a los que se sometió en el pasado.

La exigencia por tener un determinado físico llevo a la actriz a tener una relación complicada con su imagen corporal: "Era muy dura y tenía una relación mucho más antagónica con mi cuerpo. Y, directamente, me estaba castigando".

Sin embargo, el paso de los años le ha dado una nueva perspectiva y, aunque ahora dice que pesa 18 kilos menos que cuando interpretó a la teniente O'Neill en GI Jane, ha encontrado la paz con su físico.

"Ahora tengo una relación mucho más intuitiva y relajada con mi cuerpo. Confío cuando me dice que necesita comer, que tiene sed. Hoy escucho a mi cuerpo y tengo mucho menos miedo. De joven, sentía que mi cuerpo me traicionaba. Así que intentaba controlarlo. Y ahora no opero desde esa perspectiva. Es una relación mucho más alineada", sentenciaba.

En cuanto a aceptar el envejecimiento en Hollywood, Moore afirma que lo más importante "es aceptarnos como somos, tal como somos, en cualquier momento [...]. Aprecio mucho más todo lo que mi cuerpo ha pasado y que me ha traído hasta aquí. No significa que a veces me mire al espejo y no diga: 'Dios mío, me veo vieja' o 'Ay, se me está cayendo la cara'; lo hago. Pero puedo aceptar que así es como estoy hoy, y sé que la diferencia hoy es que no define mi valor ni quién soy".

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