Corridos tumbados: ¿En qué estados de México están prohibidos?

En las últimas semanas hemos visto que los corridos han sido tema sensible en México después de los disturbios en las Ferias de San Marcos y Texcoco. Todo esto ha llevado a que incluso algunos estados de la República legalmente hayan prohibido los narco corridos que llevan algunos años siendo tendencia.

Abr 24, 2025 - 02:07
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Corridos tumbados: ¿En qué estados de México están prohibidos?

En las últimas semanas hemos visto que los corridos han sido tema sensible en México después de los disturbios en las Ferias de San Marcos y Texcoco. Todo esto ha llevado a que incluso algunos estados de la República legalmente hayan prohibido los narco corridos que llevan algunos años siendo tendencia.

¿Por qué están prohibiendo los corridos tumbados?

Los corridos tumbados, ese subgénero de música que mezcla el corrido tradicional con trap y otros estilos modernos, se ha vuelto la banda sonora de muchos jóvenes en México y hasta internacionalmente. Pero, ya se habían tardado en arruinar lo que amamos.

En los últimos años, ha crecido la polémica sobre si estos corridos hacen apología del delito, glorificando al crimen organizado y fomentando la violencia. Los narcocorridos, sobre todo, han sido tachados de tener letras que exaltan actividades ilícitas, como los narcotraficantes y la vida violenta, lo cual preocupa a varias autoridades.

¿En qué estados se han prohibido?

cantantes de corridos tumbados

Aunque la música siempre ha sido una forma de expresión, parece que en México la situación se ha salido de control y ahora hay estados donde este tipo de canciones ya no suenan ni pueden sonar en eventos públicos. Aquí te dejo algunos de los estados donde ya no puedes disfrutar de los corridos tumbados sin que te metan en problemas legales:

Baja California:

En Tijuana, se reformó el reglamento para prohibir canciones que hagan apología del delito. Y si te atreves a escucharla, te enfrentas a multas de hasta 1.2 millones de pesos.

Estado de México:

En lugares como Texcoco, Metepec y Tejupilco, las sanciones van desde multas hasta penas de cárcel por cantar corridos tumbados en público.

Nayarit:

Este estado también implementó un decreto estatal que prohíbe la difusión de canciones que promuevan actividades ilícitas.

Jalisco:

Aquí se prohíben espectáculos públicos que puedan dar cabida al crimen organizado, incluidos los corridos.

Michoacán:

Un decreto similar al de Jalisco prohíbe cualquier música que haga apología del delito.

Aguascalientes:

La reforma al código penal estatal sanciona la apología del delito, así que las canciones que glorifican el crimen ya no son bienvenidas en la Feria de San Marcos.

¿Cómo han reaccionado los artistas?

Pero, ¿qué opinan los artistas sobre todo esto? Pues algunos de los más conocidos del género, como Junior H y Natanael Cano, se han mostrado en contra de estas prohibiciones, argumentando que la verdadera raíz del problema no es la música, sino el narcotráfico y la violencia en sí misma.

Natanael Cano

Ellos creen que en lugar de censurar las canciones, lo que deberían hacer es atacar el origen del problema, que es mucho más profundo y complejo. Y no están solos, porque muchos fans se sienten igual: la música no está fomentando la violencia, solo está reflejando la realidad de muchas personas que viven en entornos difíciles.

Lo cierto es que las restricciones han hecho que, en algunos eventos, como la Feria de San Marcos o la Feria del Caballo en Texcoco, los artistas enfrentaran disturbios y reacciones muy negativas del público. ¿Por qué? Porque en lugar de tocar sus corridos tumbados, se vieron obligados a seguir las nuevas normativas. Y claro, esto no fue nada popular, ya que muchos fans sienten que están limitando su derecho a disfrutar de la música que les gusta.

Al final, la discusión es mucho más profunda de lo que parece. La censura de los corridos tumbados es solo una solución temporal a un problema mucho mayor, como lo es el narcotráfico y la violencia que vive México. La música, al final, solo es un reflejo de la realidad que estamos viviendo.

Quizá no sea la respuesta cortar por completo el género, sino enfocarse en lo que realmente importa: atacar las causas de fondo y trabajar por una sociedad más segura.