La posición de Cándido Conde-Pumpido (A Coruña, 1949) en el caso de los ERE fraudulentos ha estado marcada por los vaivenes y las contradicciones. Siendo magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) se abstuvo de interferir en las deliberaciones que afectaban a políticos aforados investigados en este proceso para excluir toda sombra de parcialidad. Fue asumir la presidencia del Tribunal Constitucional (TC), tras ser promovido por el PSOE, y cambiar el paso. Sumó su firma a la de los otros seis magistrados progresistas que han decidido aliviar las penas de inhabilitación y/o prisión impuestas por la Audiencia Provincial de Sevilla y el Tribunal Supremo a Manuel Chaves y José Antonio Griñán, que presidieron la Junta de...
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