Cartas de lectores: El verdadero escándalo, ni idiotas ni imbéciles, nueva línea de subte
El verdadero escándalo El Poder Ejecutivo envió el pliego de los candidatos a jueces de la Corte Suprema en marzo de 2024, lo que dio al Senado tiempo suficiente para llevar adelante las audiencias, las discusiones y los debates necesarios previstos en el proceso de designación. El “escándalo” no es que el presidente Milei haya nombrado a ambos candidatos en comisión a través de un decreto, ya que el mecanismo está previsto en la Constitución y la misma Corte Suprema tomó juramento a García-Mansilla. El verdadero escándalo es que los 72 senadores se hayan pasado el año especulando y entablando negociaciones políticas y personales a costa de no cumplir con su trabajo, para el cual están cobrando salarios de privilegio.Como ciudadano común y corriente, si la Constitución prevé la designación en comisión, y la misma Corte toma juramento a los candidatos sin poner objeciones, me alcanza. No veo por qué algunos periodistas y opositores nos suben a su tren de especulación y conventillo político. Martín José Vergara mjvergara@gmail.com Ni idiotas ni imbéciles Como cuenta la nacion en una excelente nota, se publicó el 16 de enero en el Boletín Oficial una lamentable resolución dictada por el gobierno nacional (a través de la Agencia Nacional de Discapacidad) donde califica y categoriza a las personas con discapacidad intelectual como “idiotas”, “imbéciles” y “débiles mentales”. Gracias a Dios, ante la cantidad de reclamos y protestas, esa resolución sería derogada y reemplazada por otra con términos no agraviantes y discriminadores, sino ajustados a la ciencia, a la más elemental dignidad humana, a las recomendaciones del Manual de Psiquiatría DSM-5 y a las convenciones internaciones, que esa norma vulnera. Y aunque tales términos descalificadores hayan sido utilizados en la antigüedad, lo fueron no solo por peyorativos, sino por una falta absoluta de rigor científico, tanto desde el punto de vista médico como jurídico y constitucional, pues, como es de sentido común, las personas con discapacidad intelectual, aunque les parezca raro o insólito a algunos funcionarios de la máxima jerarquía o lo hayan olvidado por su desmesura y falta de cuidado, son también personas humanas. Basta con recordar que esas clasificaciones (idiotas, imbéciles, disminuidos mentales, etc.) nacieron y se consolidaron 100 años atrás, cuando la medicina era aún primitiva, en el Encuentro anual de la Asociación Americana de Psiquiatría sobre tratamiento de la debilidad mental que tuvo lugar en mayo de 1910 en Estados Unidos. Fue allí donde el Dr. Henry Goddard propuso un sistema de clasificación de los individuos con retraso mental basado en el cociente de inteligencia, en el que usaba el término morón para aquellos con un CI entre 51-70, imbécil para aquellos entre 16-50 e idiota para aquellos entre 0-25, en orden de menor a mayor incapacidad. Esta nomenclatura se convirtió en un estándar en su campo de estudio durante varios años. El Dr. Goddard fue para peor un firme defensor de la eugenesia. Creía que no era aconsejable que los débiles mentales tuvieran descendencia, dudó en promover la esterilización obligatoria de todos ellos y abogó finalmente por la segregación de los débiles mentales en colonias. Adviértase que la categoría débil mental era la menos grave de todas.En 1920, Goddard admitió que había cometido muchos errores en su investigación acerca de la debilidad mental, no así de la eugenesia, que siguió proponiendo como deseable. Espero que de inmediato el Gobierno cumpla con su compromiso –no sé si ya lo ha hecho–, derogue la resolución dictada y publique otra que la reemplace acorde con la dignidad humana que, como todo hombre, creatura de Dios, tiene y se merece toda persona con un grado de discapacidad intelectual.Juan Marcos PueyrredonDNI 10.140.757 Nueva línea de subte Mirando el supuesto nuevo mapa de las líneas de subterráneo publicado el 1º de marzo, considero que la nueva línea F tiene un trazado que en lugar de mejorar la circulación de los ciudadanos la empeorará. En primer lugar, su trazado fundamental atraviesa el pleno centro de la ciudad, siguiendo la dirección de la avenida Callao. Este recorrido no es imprescindible, ya que actualmente hay una gran cantidad de ómnibus que cubren ese trayecto. La única parte “novedosa” es la conexión de Barracas con Constitución. Ni hablar del impacto edilicio y para circular en el corazón de la ciudad cuando comience la obra. Yo viajo seguido en el subterráneo y las líneas que cubren el centro de la ciudad (C, A, B, D y H) lo hacen bastante bien. En realidad, donde harían falta nuevas líneas de subterráneos son las zonas más alejadas del centro, que aparentemente están reservadas para un “trambus”. Si uno analiza cómo se han extendido las líneas de subterráneos de las grandes capitales europeas (Madrid, París, etc.), siempre han sido “del centro a la periferia” incorporando nuevos usuarios de los barrios más alejados del centro. No comprendo bien qué tipo de análisis han hecho la

El verdadero escándalo
El Poder Ejecutivo envió el pliego de los candidatos a jueces de la Corte Suprema en marzo de 2024, lo que dio al Senado tiempo suficiente para llevar adelante las audiencias, las discusiones y los debates necesarios previstos en el proceso de designación. El “escándalo” no es que el presidente Milei haya nombrado a ambos candidatos en comisión a través de un decreto, ya que el mecanismo está previsto en la Constitución y la misma Corte Suprema tomó juramento a García-Mansilla. El verdadero escándalo es que los 72 senadores se hayan pasado el año especulando y entablando negociaciones políticas y personales a costa de no cumplir con su trabajo, para el cual están cobrando salarios de privilegio.
Como ciudadano común y corriente, si la Constitución prevé la designación en comisión, y la misma Corte toma juramento a los candidatos sin poner objeciones, me alcanza. No veo por qué algunos periodistas y opositores nos suben a su tren de especulación y conventillo político.
Martín José Vergara
mjvergara@gmail.com
Ni idiotas ni imbéciles
Como cuenta la nacion en una excelente nota, se publicó el 16 de enero en el Boletín Oficial una lamentable resolución dictada por el gobierno nacional (a través de la Agencia Nacional de Discapacidad) donde califica y categoriza a las personas con discapacidad intelectual como “idiotas”, “imbéciles” y “débiles mentales”. Gracias a Dios, ante la cantidad de reclamos y protestas, esa resolución sería derogada y reemplazada por otra con términos no agraviantes y discriminadores, sino ajustados a la ciencia, a la más elemental dignidad humana, a las recomendaciones del Manual de Psiquiatría DSM-5 y a las convenciones internaciones, que esa norma vulnera. Y aunque tales términos descalificadores hayan sido utilizados en la antigüedad, lo fueron no solo por peyorativos, sino por una falta absoluta de rigor científico, tanto desde el punto de vista médico como jurídico y constitucional, pues, como es de sentido común, las personas con discapacidad intelectual, aunque les parezca raro o insólito a algunos funcionarios de la máxima jerarquía o lo hayan olvidado por su desmesura y falta de cuidado, son también personas humanas. Basta con recordar que esas clasificaciones (idiotas, imbéciles, disminuidos mentales, etc.) nacieron y se consolidaron 100 años atrás, cuando la medicina era aún primitiva, en el Encuentro anual de la Asociación Americana de Psiquiatría sobre tratamiento de la debilidad mental que tuvo lugar en mayo de 1910 en Estados Unidos. Fue allí donde el Dr. Henry Goddard propuso un sistema de clasificación de los individuos con retraso mental basado en el cociente de inteligencia, en el que usaba el término morón para aquellos con un CI entre 51-70, imbécil para aquellos entre 16-50 e idiota para aquellos entre 0-25, en orden de menor a mayor incapacidad. Esta nomenclatura se convirtió en un estándar en su campo de estudio durante varios años. El Dr. Goddard fue para peor un firme defensor de la eugenesia. Creía que no era aconsejable que los débiles mentales tuvieran descendencia, dudó en promover la esterilización obligatoria de todos ellos y abogó finalmente por la segregación de los débiles mentales en colonias. Adviértase que la categoría débil mental era la menos grave de todas.
En 1920, Goddard admitió que había cometido muchos errores en su investigación acerca de la debilidad mental, no así de la eugenesia, que siguió proponiendo como deseable. Espero que de inmediato el Gobierno cumpla con su compromiso –no sé si ya lo ha hecho–, derogue la resolución dictada y publique otra que la reemplace acorde con la dignidad humana que, como todo hombre, creatura de Dios, tiene y se merece toda persona con un grado de discapacidad intelectual.
Juan Marcos Pueyrredon
DNI 10.140.757
Nueva línea de subte
Mirando el supuesto nuevo mapa de las líneas de subterráneo publicado el 1º de marzo, considero que la nueva línea F tiene un trazado que en lugar de mejorar la circulación de los ciudadanos la empeorará. En primer lugar, su trazado fundamental atraviesa el pleno centro de la ciudad, siguiendo la dirección de la avenida Callao. Este recorrido no es imprescindible, ya que actualmente hay una gran cantidad de ómnibus que cubren ese trayecto. La única parte “novedosa” es la conexión de Barracas con Constitución. Ni hablar del impacto edilicio y para circular en el corazón de la ciudad cuando comience la obra. Yo viajo seguido en el subterráneo y las líneas que cubren el centro de la ciudad (C, A, B, D y H) lo hacen bastante bien. En realidad, donde harían falta nuevas líneas de subterráneos son las zonas más alejadas del centro, que aparentemente están reservadas para un “trambus”. Si uno analiza cómo se han extendido las líneas de subterráneos de las grandes capitales europeas (Madrid, París, etc.), siempre han sido “del centro a la periferia” incorporando nuevos usuarios de los barrios más alejados del centro. No comprendo bien qué tipo de análisis han hecho las autoridades de la ciudad de Buenos Aires para promover un “trambus” en esos barrios y no construir allí las nuevas líneas de subte que puedan combinar con la red actualmente instalada.
Pablo Marsal
DNI 11.478.205
Atención a mayores
Leemos, generalmente en nuestros celulares, avisos de ofertas de trabajo a “cuidadores de adultos mayores”, que tomarían la responsabilidad de atenderlos, incluso en salud. El pago de la tarea sería por hora y por día, sin requerirse “experiencia previa”. Puede ser cualquier individuo, aun de otro país. Detrás de estas ofertas de empleo, bien remunerado, estarían personas u organizaciones que se encargan de reclutar a los trabajadores. La realidad nos muestra que existen grupos de personas a quienes no les importa nada la vida humana, sino solo el valor económico. Ahora bien, me pongo en el lugar de los adultos mayores, puesto que lo soy, y acudo a los políticos, solicitándoles tengan a bien representar en el Congreso a ese grupo etario, apuntando a sus necesidades. Eso se lograría mediante leyes que exijan a todos aquellos que trabajen con adultos mayores la presentación de su formación en la materia. Por ejemplo, preparación en primeros auxilios, RCP y otras necesidades, otorgados por instituciones representativas de real atención en salud.
María Inés del Castillo
delcastilloines@yahoo.com.ar
En la Red Facebook
Expulsan del recinto del Congreso a un legislador por gritar y desafiar a Trump
“El presidente es la voz mayoritaria del electorado, y cuando habla la voz mayoritaria, el resto, conforme o no, debe ser respetuoso”
Walter Marcelo Lagos
“¡Excelente! Hay que respetar la investidura”
Roby Rodríguez
“Manes creando escuela”
Silvia Beltrami
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