Así activaron los hospitales en España sus planes de emergencia para garantizar la atención crítica
El apagón eléctrico que afectó este lunes a toda la península ibérica puso a prueba los sistemas de emergencia de hospitales de todo el país. Ante la repentina falta de suministro, los centros sanitarios activaron protocolos de contingencia diseñados para situaciones extremas, demostrando que la preparación previa puede marcar la diferencia entre el caos y … Continuar leyendo "Así activaron los hospitales en España sus planes de emergencia para garantizar la atención crítica"

El apagón eléctrico que afectó este lunes a toda la península ibérica puso a prueba los sistemas de emergencia de hospitales de todo el país. Ante la repentina falta de suministro, los centros sanitarios activaron protocolos de contingencia diseñados para situaciones extremas, demostrando que la preparación previa puede marcar la diferencia entre el caos y la continuidad asistencial.
En cuestión de segundos tras el corte de luz, los generadores de emergencia instalados en los hospitales se pusieron en funcionamiento de manera automática. Estos dispositivos, alimentados por combustible, están diseñados para activarse de forma casi instantánea ante cualquier interrupción de la red eléctrica general.
En hospitales como el Gregorio Marañón y el 12 de Octubre en Madrid, los grupos electrógenos garantizaron la continuidad de los servicios críticos: unidades de cuidados intensivos (UCI), quirófanos, sistemas de soporte vital, plantas de hospitalización y laboratorios esenciales. En otros grandes centros, como el Vall d’Hebron de Barcelona, se informó que los generadores proporcionaban una autonomía de hasta 40 horas sin necesidad de repostaje, permitiendo mantener operativas áreas estratégicas como neonatología, urgencias y quirófanos de alta complejidad.
En ciudades como Sevilla, Valencia o Bilbao, la respuesta fue similar: los hospitales priorizaron la activación de sus infraestructuras de emergencia para asegurar la atención continua de los pacientes más vulnerables.
Con el objetivo de optimizar los recursos energéticos disponibles, los hospitales suspendieron de forma preventiva todas las actividades no urgentes: intervenciones quirúrgicas programadas, consultas externas, pruebas diagnósticas no críticas y servicios administrativos.
Respiradores eléctricos
La energía se destinó exclusivamente a mantener activos los equipos de soporte vital, sistemas de comunicación interna, iluminación de áreas críticas y tecnologías médicas esenciales. Muchos hospitales, además, reorganizaron físicamente a los pacientes dentro de sus instalaciones, trasladándolos a plantas o áreas más próximas a las fuentes de energía de respaldo para minimizar riesgos.
Los pacientes dependientes de respiradores eléctricos, bombas de perfusión o equipos de diálisis fueron monitorizados constantemente. En los casos más delicados, especialmente en hospitales de zonas rurales o con limitaciones energéticas, se realizaron traslados de urgencia a centros con mayores garantías de suministro.
Planes de autoprotección hospitalaria
La activación de los Planes de Autoprotección Hospitalaria y de los protocolos específicos frente a cortes de suministro permitió una respuesta coordinada en todo el sistema de salud. Cada centro cuenta con brigadas internas de emergencia que, junto a los equipos de ingeniería y mantenimiento, supervisaron el correcto funcionamiento de los generadores y realizaron comprobaciones periódicas de los sistemas críticos.
La comunicación entre hospitales, servicios de emergencias (como el 112) y las consejerías de salud autonómicas fue constante, permitiendo gestionar recursos, coordinar traslados y reforzar áreas especialmente sensibles.
El apagón masivo en España dejó claro que la resiliencia hospitalaria no es fruto del azar, sino de la preparación continua, la mejora en este tipo de infraestructuras críticas y la eficacia en la gestión de crisis de los equipos sanitarios. Gracias al rápido funcionamiento de los generadores de emergencia y a la impecable coordinación de los equipos médicos, de mantenimiento y de emergencias, los hospitales españoles lograron mantener la atención sanitaria en uno de los días más complicados de los últimos años.