Apple no quiere que te limites a hablar con sus robots: su apuesta por la computación emocional va mucho más allá

Hay algo muy interesante ocurriendo en Apple. La empresa más hermética de la industria tecnológica, la del permanente secretismo, está mostrando públicamente sus avances en robótica. No es casualidad. Apple publicó hace unos días un vídeo mostrando una lámpara robótica sospechosamente similar a Luxo, la de Pixar, que se mueve con gestos sorprendentemente humanos. No es un producto, sino un proyecto de investigación. El mero hecho de que lo muestren es una buena señal de hacia dónde se dirige la empresa. Mientras Google, Microsoft y OpenAI están compitiendo por crear la mejor IA conversacional, Apple parece estar apostando por algo muy distinto. Algo que podríamos llamar "computación emocional", en la línea de la "computación espacial" con la que designa a las Vision Pro. Apple no quiere que hables con tu asistente digital, sino que lo sientas como un compañero. Es un movimiento muy de Apple. Es la empresa que humanizó los ordenadores domésticos (el asa, las tipografías, el icónico "Hello" manuscrito). Es la empresa que convirtió al teléfono móvil en algo íntimo y personal. Es la empresa que ahora quiere humanizar la IA. Y lo hace a su manera: mediante el diseño, el movimiento y la expresión no verbal. La lámpara robótica de Apple no es Alexa con brazos. Es algo más sutil y profundo: un ejercicio de computación expresiva que demuestra que las máquinas también pueden transmitir emociones sin palabras, solo con movimientos de un estilo muy concreto. Nos lo enseñó Pixar (por cierto, comprada e impulsada por Steve Jobs) con Luxo: no hace falta un rostro para tener personalidad. En Xataka La Apple de Tim Cook no quiere sobresaltos. La audacia de Jobs ha dado paso a una empresa fiable y predecible La estrategia tiene mucho sentido: Se diferencia claramente de la competencia. Ellos están creando el mejor chatbot, Apple quiere crear el primer robot realmente empático. Juega con las fuerzas históricas de Apple: diseño e interacción humano-máquina. Puede resolver el mayor problema de la IA actual: su inherente frialdad. El timing también es importante. Apple no espera lanzar su primer producto robótico hasta 2026 en el mejor de los casos, probablemente más tarde, según anticipó Mark Gurman hace meses y ahora ha refrendado Ming Chi Kuo en X. ¿Por qué muestra sus cartas ahora? Seguramente por atraer el talento adecuado, pero también porque preparan un cambio cultural. La adopción masiva de robots domésticos va a requerir no solo oootro gasto, también un cambio profundo en nuestra forma de pensar sobre la tecnología en nuestras casas. No es solo funcionalidad, es cuestión de confianza, de comodidad emocional. En Xataka Sam Altman anuncia que OpenAI lanzará GPT-4.5 y GPT-5: estas serán las claves de su próxima generación de modelos de IA Es una apuesta que no está libre de riesgos. El consumidor puede rechazar la idea de que un robot simule emociones. Las preocupaciones sobre la privacidad estarán ahí. Y el coste de estos dispositivos, sobre todo en las primeras oleadas, será prohibitivo. Pero si una empresa puede conseguirlo, es Apple. Lo hicieron con el iPhone convirtiendo algo que parecía ciencia-ficción en una parte indispensable de nuestra vida. Desde entonces, pese a éxitos de cierta envergadura (AirPods, Apple Watch), se le viene pidiendo que lo replique. Apple seguro que puede construir robots expresivos de forma convincente, pero falta una parte aún más importante: que nosotros estemos listos para dejar que las máquinas no solo entren en nuestra casa, sino que nos hagan sentir un vínculo emocional. Eso puede ser mucho más difícil de conseguir que meter al bicho en casa. En Xataka | El ocaso de la "cultura Apple". La devoción ciega ha evolucionado hacia un entusiasmo crítico Imagen destacada | Apple, Xataka con Mockuuups Studio - La noticia Apple no quiere que te limites a hablar con sus robots: su apuesta por la computación emocional va mucho más allá fue publicada originalmente en Xataka por Javier Lacort .

Feb 13, 2025 - 14:37
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Apple no quiere que te limites a hablar con sus robots: su apuesta por la computación emocional va mucho más allá

Apple no quiere que te limites a hablar con sus robots: su apuesta por la computación emocional va mucho más allá

Hay algo muy interesante ocurriendo en Apple. La empresa más hermética de la industria tecnológica, la del permanente secretismo, está mostrando públicamente sus avances en robótica.

No es casualidad.

Apple publicó hace unos días un vídeo mostrando una lámpara robótica sospechosamente similar a Luxo, la de Pixar, que se mueve con gestos sorprendentemente humanos. No es un producto, sino un proyecto de investigación. El mero hecho de que lo muestren es una buena señal de hacia dónde se dirige la empresa.

Mientras Google, Microsoft y OpenAI están compitiendo por crear la mejor IA conversacional, Apple parece estar apostando por algo muy distinto. Algo que podríamos llamar "computación emocional", en la línea de la "computación espacial" con la que designa a las Vision Pro.

Apple no quiere que hables con tu asistente digital, sino que lo sientas como un compañero.

Es un movimiento muy de Apple. Es la empresa que humanizó los ordenadores domésticos (el asa, las tipografías, el icónico "Hello" manuscrito). Es la empresa que convirtió al teléfono móvil en algo íntimo y personal. Es la empresa que ahora quiere humanizar la IA. Y lo hace a su manera: mediante el diseño, el movimiento y la expresión no verbal.

La lámpara robótica de Apple no es Alexa con brazos. Es algo más sutil y profundo: un ejercicio de computación expresiva que demuestra que las máquinas también pueden transmitir emociones sin palabras, solo con movimientos de un estilo muy concreto. Nos lo enseñó Pixar (por cierto, comprada e impulsada por Steve Jobs) con Luxo: no hace falta un rostro para tener personalidad.


La estrategia tiene mucho sentido:

  1. Se diferencia claramente de la competencia. Ellos están creando el mejor chatbot, Apple quiere crear el primer robot realmente empático.
  2. Juega con las fuerzas históricas de Apple: diseño e interacción humano-máquina.
  3. Puede resolver el mayor problema de la IA actual: su inherente frialdad.

El timing también es importante. Apple no espera lanzar su primer producto robótico hasta 2026 en el mejor de los casos, probablemente más tarde, según anticipó Mark Gurman hace meses y ahora ha refrendado Ming Chi Kuo en X. ¿Por qué muestra sus cartas ahora? Seguramente por atraer el talento adecuado, pero también porque preparan un cambio cultural.

La adopción masiva de robots domésticos va a requerir no solo oootro gasto, también un cambio profundo en nuestra forma de pensar sobre la tecnología en nuestras casas. No es solo funcionalidad, es cuestión de confianza, de comodidad emocional.

Es una apuesta que no está libre de riesgos. El consumidor puede rechazar la idea de que un robot simule emociones. Las preocupaciones sobre la privacidad estarán ahí. Y el coste de estos dispositivos, sobre todo en las primeras oleadas, será prohibitivo.

Pero si una empresa puede conseguirlo, es Apple. Lo hicieron con el iPhone convirtiendo algo que parecía ciencia-ficción en una parte indispensable de nuestra vida. Desde entonces, pese a éxitos de cierta envergadura (AirPods, Apple Watch), se le viene pidiendo que lo replique.

Apple seguro que puede construir robots expresivos de forma convincente, pero falta una parte aún más importante: que nosotros estemos listos para dejar que las máquinas no solo entren en nuestra casa, sino que nos hagan sentir un vínculo emocional. Eso puede ser mucho más difícil de conseguir que meter al bicho en casa.

En Xataka | El ocaso de la "cultura Apple". La devoción ciega ha evolucionado hacia un entusiasmo crítico

Imagen destacada | Apple, Xataka con Mockuuups Studio

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La noticia Apple no quiere que te limites a hablar con sus robots: su apuesta por la computación emocional va mucho más allá fue publicada originalmente en Xataka por Javier Lacort .