Se derraman más lágrimas por las plegarias atendidas que por las no atendidas. Lo había dicho Santa Teresa y lo comprobó en su misma alma Truman Capote : se hizo inmortal con ' A sangre fría' , pero para escribirla tuvo que bajar a unos infiernos de los que no pudo regresar nunca. Para el lector es un descomunal reportaje sobre un crimen real escrito con la técnica de una novela, pero el que se reponga del puñetazo y mire entre líneas sabe que la implicación personal con los asesinos no le saldría gratis: tras asomarse a las torturadas mentes de quienes habían matado a cuatro personas, ponerse en su piel y verlos morir en la horca la catarsis de...
Ver Más