Ansiedad, miopía... El 80% de los médicos detecta un alza de las enfermedades por el exceso de pantallas
Un estudio de AIJU y la Fundación Crecer Jugando recoge que el 95% aconseja cero pantallas hasta los 4 años.

El 81% de los médicos ha detectado un incremento de las enfermedades asociadas al uso excesivo de las pantallas en niños de cuatro a doce años. El sobrepeso -que afecta a más de un tercio de la población infantil española-, los problemas de salud mental, ansiedad, estrés, miopía temprana, trastornos del sueño, déficit de atención o hiperactividad son algunas de las consecuencias relacionadas con un uso por encima de lo recomendado de móviles, tablets, televisión o videojuegos que los sanitarios están detectando con mayor frecuencia en los últimos años, especialmente desde la pandemia de covid-19, cuando la exposición a los dispositivos digitales casi llegó a duplicarse desplazando al juego sin pantallas. Además, el 71% de las familias reconoce que le cuesta mantener el control de sus hijos con el móvil, pero solo el 14% ha consultado sobre el tema a un profesional sanitario.
Estas son las principales conclusiones de un estudio realizado por el Instituto Tecnológico del Producto Infantil y del Ocio (AIJU) y la Fundación Crecer Jugando, presentado este jueves en Madrid, en el que han participado más de mil familias con casi 1.900 niños y niñas y 175 expertos del ámbito de la salud infantil, entre los que se encuentran 65 médicos de diferentes especialidades.
Otra de las conclusiones es que el 95% de los médicos consultados cree que el uso excesivo de pantallas está relacionado con problemas en el desarrollo infantil general y subrayan que los menores "no deben consumir pantallas antes de los cuatro años y, a partir de esa edad, el incremento debe ser muy gradual".
Por especialidades, los pediatras participantes han detectado principalmente que la sobreexposición a las pantallas causa trastornos del sueño, problemas relacionados con la salud mental, sobrepeso u obesidad -una enfermedad crónica que se asocia a otras como la diabetes o hipertensión arterial, así como con una mayor probabilidad de padecer obesidad, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer en la edad adulta-, retrasos en el desarrollo motor o problemas de visión, neurológicos y musculares, esqueléticos y posturales.
Por su parte, los psicólogos consultados han observado una relación con el incremento de casos de irritabilidad, dificultades de socialización, ansiedad, estrés, trastornos de la conducta alimentaria, agresividad y depresión. Los oftalmólogos han señalado que el uso excesivo de pantallas está asociado a la aparición temprana de miopía, problemas de ojo seco, fatiga visual u otros problemas de salud como el espasmo acomodativo.
El informe también cuenta con la aportación de cuatro neurólogos que han anotado problemas como la hiperactividad, impulsividad, cefalea tensional o migrañosa, déficit de atención y alteración en la memoria y la velocidad de procesamiento.
"Mientras se habla de tiempos mínimos de juegos sin pantallas, en el juego con pantallas se habla de tiempos máximos"
Por otro lado, el 86% de familias consultadas con niños de 13 a 17 años en casa muestran preocupación por el tiempo que sus hijos pasan frente a las pantallas. Este porcentaje disminuye conforme la edad de los menores en el hogar desciende. Así, es el 34% de las familias encuestadas con niños de cero a tres años las que muestran inquietud por este tema. Los progenitores mencionan beneficios como el aumento de las competencias digitales, el acceso a contenido educativo o la comunicación con familiares y amigos, pero también han notado que la sobreexposición a los dispositivos digitales afecta a la salud visual de sus hijos, a la atención y concentración, a su comportamiento y autocontrol, a sus relaciones sociales y el juego, al descanso y a su salud emocional. Sin embargo, solo el 14% ha consultado sobre estos temas con un profesional sanitario, lo cual implica un diagnóstico tardío de las patologías en el 86% restante.
Además, aunque el 96% de las familias manifiesta establecer normas en el uso de las pantallas, un 71% reconoce que tienen dificultades para mantener la disciplina, principalmente porque las usan para gestionar momentos como la hora de comer, el trabajo o el descanso, porque no siempre están disponibles para acompañarles y supervisarles mientras las usan, por los enfados que les causan los límites o porque "sus amistades también usan mucho el móvil y es difícil restringirlo".
El coordinador del estudio y del departamento de Investigación Infantil de AIJU, Pablo Busó, encargado de presentar los principales resultados del estudio en un acto que ha tenido lugar en la Casa Ronald McDonald ubicada junto al Hospital Universitario Niño Jesús de Madrid, ha apuntado que "mientras se habla de tiempos mínimos de juegos sin pantallas, en el juego con pantallas se habla de tiempos máximos". El especialista ha trasladado que solo la mitad de los pediatras acostumbra a realizar un seguimiento de los hábitos con pantallas de sus pacientes y ha propuesto crear un protocolo de actuación que sirva de guía para las familias "para saber a partir de qué momento hay que acudir al médico".
Tiempos recomendados por edades
En general, los médicos que han participado en el estudio desaconsejan el uso de "cualquier pantalla, móviles, tablets o televisión" hasta los cuatro años y, a partir de ahí y hasta los seis, 20 minutos al día. De siete a nueve años, entre 30 y 40 minutos y de 10 a 12 años, un máximo de una hora al día. La Asociación Española de Pediatría (AEP) actualizó el año pasado sus recomendaciones y subió de los dos a los seis años la edad a la que considera que no debe exponerse a los niños a pantallas, mientras que entre los seis y los 12 años lo limita a una hora.
A pesar de estas recomendaciones, el estudio presentado este jueves revela que el 84% de los niños de uno a tres años sobrepasaba el tiempo máximo recomendado con dispositivos digitales, igual que el 92% de los menores de entre cuatro y seis años, el 90% de los de siete a nueve y el 98% de los de 10 a 12 años.
La psicóloga infantil Silvia Álava, presente en el acto, ha lanzado un mensaje de esperanza ante este panorama al afirmar que "hay tiempo para revertir" los efectos negativos en la salud y que esto depende de la mediación de los adultos. "El efecto de la tecnología está siempre mediado por el adulto, cuando está al lado del menor hay incluso efectos positivos". La experta ha animado a las familias a recuperar más tiempo de juego "en el parque", que es el "juego preferido" de los más pequeños. "La ciudad no es tan peligrosa. Creemos que están más protegidos en casa", ha reflexionado para indicar que un menor solo con su móvil aislado en su habitación está expuesto a muchos peligros.
Álava ha expuesto que "cuando sobreexponemos a los menores a las pantallas tenemos que pensar que su cerebro está en formación y eso se hace en tres dimensiones, tocando, chupando, comiendo... No en dos dimensiones", al tiempo que ha recordado que "las redes sociales condicionan el desarrollo de la personalidad", causando "frustración" en los más pequeños porque desconocen a su edad que la imagen que se muestra en ellas no siempre se corresponde con la realidad. "Se han incrementado las consultas con niños con rasgos de trastornos del espectro autista (TEA) y han disminuido las consultas en los traumatólogos por roturas o caídas. La buena noticia es que con la abstinencia de pantallas, los síntomas desaparecen. Hay que concienciar sobre este tema, falta formación", ha señalado para lanzar una reivindicación: que se incluya la adicción a las pantallas en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.
Con ella ha coincidido la psiquiatra infantil y de la adolescencia en el Hospital Niño Jesús Beatriz Martínez, que también ha recalcado que una "supervisión adecuada por parte de un referente vigilando" puede evitar que llegue a los menores "información de todo cariz". "Tenemos que tener conciencia de la importancia de este acompañamiento. Una hora en internet es quizá una hora salvaje, hay que acompañar en el uso de las tecnologías", ha añadido. Como sus compañeros de mesa en la presentación, ha instado a las familias a "ofrecer otro tipo de ocio, al aire libre y con iguales en el mundo punto cero, el terrenal". "Los padres tenemos que ser referentes en el uso de la tecnología, favorecer espacios de desconexión como comer sin pantallas", ha abundado.
Esta es la tercera edición de un estudio que se viene realizando con motivo del Día del Niño, que se celebra el próximo sábado 26 de abril. Este se ha centrado en el sector médico y hospitalario, tras recoger anteriormente la opinión del entorno escolar y las familias. Para cerrar la presentación, Busó ha alertado sobre una realidad: "Somos una sociedad apantallada" y con "miedo a aburrirse".