Anatomía canina: la papila incisiva, un atajo invisible al sentido del olfato
La papila incisiva comunica con el órgano de Jacobson, que procesa y analiza los olores.

No son pocas las personas que, tras mirar el interior de la boca de su perro, se alarman al descubrir una pequeña protuberancia justo detrás de los dientes incisivos superiores. Este pequeño bulto, redondeado y ligeramente elevado, se encuentra en la línea media del paladar duro y, lejos de ser una anomalía, es una estructura completamente normal. Se trata de la papila incisiva, y forma parte del complejo sistema olfativo de los perros.
Su aspecto puede ser llamativo, especialmente en animales jóvenes o en aquellos con el paladar muy claro, pero no indica ninguna lesión, tumor ni infección. La papila incisiva es visible a simple vista y suele pasar desapercibida, incluso para personas que han convivido con perros durante años. Sin embargo, su función es esencial para entender mejor cómo estos animales perciben el mundo.
Una conexión entre la boca y la nariz
La papila incisiva marca el punto de entrada del conducto incisivo, un canal que conecta la cavidad bucal con la cavidad nasal. Este conducto funciona como un atajo entre la boca y la nariz cuya función principal es permitir que ciertas sustancias químicas presentes en el entorno, como las que hay en la orina de otros perros, por ejemplo, lleguen hasta una estructura sensorial muy particular: el órgano vomeronasal, también conocido como órgano de Jacobson.
Este órgano actúa como un ‘receptor de feromonas’, las señales químicas que los animales de una misma especie utilizan para comunicarse. A diferencia de los olores comunes, que el perro interpreta gracias a su experiencia o su memoria, las feromonas provocan respuestas automáticas e instintivas en el cerebro. Son, por así decirlo, mensajes directos al comportamiento.
Un ejemplo bien conocido es la feromona canina de apaciguamiento, que segregan las madres durante la lactancia para calmar a sus cachorros. Esta misma sustancia, sintetizada, se comercializa en forma de difusores ambientales, recomendados en algunos casos para reducir el estrés en perros con ansiedad o hiperactivos. El mecanismo que permite su detección está, precisamente, relacionado con este discreto orificio que comunica la boca con la nariz: el conducto incisivo, en cuyo extremo bucal se encuentra la papila incisiva.
En el siguiente vídeo compartido por el veterinario y etólogo Dennis Wormald, puede apreciarse con nitidez cómo se inflan las mejillas de los perros al inspirar y empujar el aire, y los olores, a través del conducto incisivo.
El órgano de Jacobson, distinto pero conectado
Aunque a veces se confunden, la papila incisiva y el órgano vomeronasal son dos elementos diferentes. La primera es el punto anatómico visible que da acceso al segundo, que se encuentra dentro de una cápsula cartilaginosa en la base de la cavidad nasal. Este órgano puede activarse también cuando los perros realizan ciertos gestos de olfateo intenso o aspiraciones profundas, especialmente al detectar marcadores químicos del entorno, como rastros de orina u otras señales de interés.
En muchas especies animales este proceso se manifiesta mediante el llamado reflejo de Flehmen, una mueca característica que permite la entrada de sustancias al órgano de Jacobson. En los perros este gesto suele ser menos evidente, pero la interacción entre boca y nariz sigue desempeñando un importante papel en la recepción de información.
Un complejo sistema olfativo
El sentido del olfato en los perros es extraordinariamente sofisticado. Además de las células olfativas presentes en las fosas nasales, cuentan con este canal adicional que permite analizar señales químicas de forma más específica. Por eso, aunque resulte llamativo que haya un orificio que conecta la boca con la nariz, se trata de una característica adaptativa que ha evolucionado para ampliar su capacidad de percepción.
La papila incisiva es solo una pieza más del complejo rompecabezas que compone la anatomía sensorial de los perros, y que nos ayuda a comprender cómo captan el mundo a través de sus sentidos.