Acuerdo con el FMI: el equipo económico filtró más datos pero mantuvo una incógnita clave

Funcionarios del equipo económico expusieron ante la comisión Bicameral de Trámite Legislativo aspectos del acuerdo con el FMI que el Gobierno presentó a través de un DNU. 

La bicameral finalmente obtuvo dictámen. Para este miércoles a las 10 está convocada la sesión en la Cámara de Diputados para tratar el decreto del acuerdo con el FMI. 

Después de casi dos horas de demora, por conflictos en la conformación de la comisión, comenzó la exposición de los funcionarios. 

Participan de ella el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, el secretario de Política Económica, José Luis Daza, y el de Legal y Técnica, José García Hamilton, todos ellos del Ministerio de Economía, junto al director del Banco Central, Marcelo Griffi. 

Quirno, el primero en hablar, expuso los puntos ya planteados en el DNU y subrayó: "Esta operación de crédito público tiene certeza en cuanto a lo que son los plazos, los costos y, más importante, el uso. Es el primer acuerdo que no pide apoyo presupuestario, porque las cuentas fiscales estan equilibradas". 

El secretario de Finanzas además rechazó que se tratara de un "cheque en blanco" para el Gobierno y repasó: "Tenemos certezas, porque las características del programa es que tiene 10 años de plazo, cuatro años y medio de gracia sobre los pagos de capital, y tiene un costo que ya está determinado para este tipo de programas". 

La única duda que quedaba pendiente, que clarificó Quirno (y como era esperable) es que la renegociación de los vencimientos de los próximos cuatro años se hará sobre los de capital solamente, y no sobre los de intereses. En concepto de capital, los vencimientos para los próximos cuatro años ascienden a u$s 14.000 millones. 

Antes de las preguntas, Quirno concluyó: "Eso es todo lo que hay". 

Los diputados Nicolás Massot y Martín Tetaz fueron los primeros en consultar y apuntaron a la gran incógnita: el monto. 

En línea con el ministro de Economía, Luis Caputo, Quirno ratificó que no saben cuánto dinero le prestará el FMI al Gobierno: "Hay situaciones que no están definidas. El monto no es una cuestión de capricho, es que no está definido, y es una definición que da el directorio del Fondo". 

Es por esto que no aportó claridad sobre el monto ni los desembolsos. Sin embargo, si agregó que estos últimos estarán sujetos a revisiones periódicas para revisar los parámetros acordados. Es decir, al cumplimiento de metas. 

Un detalle que si aportó el funcionario fue el del costo del programa, que tendrá una tasa de 5,63%, "una reducción de casi 80 puntos básicos con respecto al costo del préstamo anterior, que era de 6,46%". 

El recorte de la tasa que menciona Quirno se debe a la decisión del FMI de recortar los sobrecargos, una tasa adicional que se aplicaba a los países que se endeudaban con el organismo por encima de lo que su cuota admitía. La negociación por la baja de sobrecargos fue impulsada por el exministro Martín Guzmán y oficializada el año pasado. 

El funcionario repasó el destino de los fondos para sanear el balance del Banco Central a través de la compra de las Letras Intransferibles del Tesoro y agregó que la baja del costo de financiación de Argentina se da en parte por el abaratamiento del acceso de los privados a financiamiento como resultado del programa macroeconómico. 

Daza, por su parte, explicó el por qué resulta tan importante para el Gobierno este acuerdo: "La gran mayoría de los desequilibrios macroeconómicos fueron eliminados. Pero sí tenemos una debilidad, que es el patrimonio del Banco Central, que se manifiesta en las reservas negativas". 

"Esta vulnerabilidad, que es la fragilidad del Central, es la última que tenemos que resolver y va a resolver este programa. Va a permitir bajar el costo de financiamiento para Argentina y reducir las chances de una crisis hiperinflacionaria", agregó el viceministro. 

García Hamilton defendió que el DNU es el instrumento correcto y argumentó que las únicas prohibiciones para un Decreto de este tipo son modificar temas penales, tributarios, electorales y del régimen de partidos políticos. "Ninguno es el caso", agregó el secretario Legal del Palacio de Hacienda. 

El único representante de la entidad monetaria, Griffi, agregó, en línea con justificar la urgencia del decreto, sostuvo que la fecha de vencimiento de la letra no implica que se pagará en esa fecha exacta. 

"Que la primera letra que se vaya a cancelar tenga vencimiento en junio, no quiere decir que la letra se va a cancelar en junio, se va a cancelar cuando quede habilitado el acuerdo. No va a ser necesariamente en junio, va a ser cuando pueda hacerse", dijo el funcionario. 

Hacia el cierre, Quirno subrayó que la situación de urgencia está justificada en que "durante dos decadas el Poder Ejecutivo de gobiernos anteriores emitió letras intransferibles por 90 mil millones de dolares para" sacarlos del Banco Central. 

Además, subrayó que es una "buena noticia" que Argentina consiga posponer los pagos al organismo.