Violeta Mangriñán admite cuánto dinero ha invertido en su negocio de té matcha y si ha recuperado algo
Maison Matcha es el negocio de Violeta Mangriñán , una cafetería especializada en el té matcha de color verde tan tradicional en países como Japón. Si es por Instagram, el éxito se puede atestiguar en los 84.400 seguidores que acumula desde la creación de la marca. Pero, ¿ qué dinero se ha gastado en poner en marcha este negocio ? ¿Y ha conseguir sacarle provecho tal y como ella misma deseaba? La propia Violeta lo ha desvelado en su canal de YouTube, 'Un matcha con Violeta', que con un solo vídeo acumula ya 42.600 suscriptores y el primer vídeo lo han visto en solo 20 horas más de 47.600 veces . Con dos millones de seguidores en Instagram, está claro que la creadora de contenido genera interés. Sin duda, un éxito que ya adelanta su nueva etapa en la plataforma de vídeo a la que tantas 'influencers' están sumándose para intentar monetizar su contenido de manera independiente. En este primer vídeo ha desvelado varios detalles sobre su vida actual, en la que se admite cansada por la maternidad, pero también ha hablado sobre su pasado . Ha recordado cómo decidió participar en 'Mujeres y hombres y viceversa' tras operarse el pecho y romper con el novio «tóxico» con el que estaba en ese momento. Una amiga la convenció e hizo el casting y al día siguiente la llamaron. De esta época ha confesado que en el programa pagaban apenas 100 euros por capítulo si eras tronista, pero que ella dejó su trabajo para dedicarse en cuerpo y alma a esta nueva vida . Aquello ocurrió a principios de 2018 y, en solo siete años, la vida de Violeta dio un giro radical. En 2019 entró en 'Supervivientes', donde conoció a Fabio, su pareja , con quien ha tenido dos hijas. Pero el mundo de la tele no terminó siendo fruto de su devoción. Tal y como explica en el vídeo funciona mejor sin guion, sin que nadie le diga lo que tiene que hacer. Por lo tanto, decidió abandonar la televisión tras su participación en el concurso de supervivencia. En los años posteriores se centró en su faceta como 'influencer', escogiendo mejor a las marcas y con quien trabajaba. Unas 700.000 personas ven a diario sus 'stories' y su récord estaría entorno al millón, cuando fue madre de su primera hija. Aunque admite que el 90% de sus ingresos son todavía por su trabajo en redes sociales, también tiene claro que lo que está viviendo es temporal . Dice que es «muy cómodo», pero quiere tener otras alternativas de cara al futuro. Por eso montó hace nueve meses Maison Matcha, con el sueño de que un «fondo de inversión» adquiera la marca y «ganar una pasta». Una estrategia que parte de la base de que ella no es la imagen de la firma, aunque sí la promociona una y otra vez en sus redes sociales y también está directamente detrás de su desarrollo. « Solo 'influencer' no voy a ser nunca más , si lo vendo haré otra cosa«, comenta Violeta con seguridad en sí misma. Pero el detalle llamativo es saber cuánto dinero invirtió Violeta Mangriñán en Maison Matcha para que saliera adelante. Una cantidad de 230.000 euros que sacó de sus ahorros , conseguidos a base de su trabajo como creadora de contenido, y de la que solo ha recuperado 20.000. Pero esa cifra de ganancias para aliviar su inversión no se la ha guardado, sino que la ha utilizado para expandir aún más la marca , confiando en su potencial. «La mayoría de nuestros clientes son de todos los días, repiten, no vienen porque es mío , viene porque les gusta el matcha«, admite. De hecho, considera que -aunque hay ciertos beneficios- por ser 'influencer' se ha tenido que enfrentar a ciertos retos como empresaria que alguien anónimo no tendría. «Cuando eres conocido la gente va a buscar más el fallo y tienes que demostrar el doble para que no te critiquen«, explica. »Al principio cuando abrimos hace nueve meses habría gente que vendría porque es de Violeta pero eso al mes o los dos meses a tomar por culo«, dice con la naturalidad que le caracteriza. Ella está segura de que su negocio funciona porque está todo hecho «con amor y mimo» , por lo que sigue mirando a futuro con este «plan B» mientras mantiene la visión en las redes sociales.
Maison Matcha es el negocio de Violeta Mangriñán , una cafetería especializada en el té matcha de color verde tan tradicional en países como Japón. Si es por Instagram, el éxito se puede atestiguar en los 84.400 seguidores que acumula desde la creación de la marca. Pero, ¿ qué dinero se ha gastado en poner en marcha este negocio ? ¿Y ha conseguir sacarle provecho tal y como ella misma deseaba? La propia Violeta lo ha desvelado en su canal de YouTube, 'Un matcha con Violeta', que con un solo vídeo acumula ya 42.600 suscriptores y el primer vídeo lo han visto en solo 20 horas más de 47.600 veces . Con dos millones de seguidores en Instagram, está claro que la creadora de contenido genera interés. Sin duda, un éxito que ya adelanta su nueva etapa en la plataforma de vídeo a la que tantas 'influencers' están sumándose para intentar monetizar su contenido de manera independiente. En este primer vídeo ha desvelado varios detalles sobre su vida actual, en la que se admite cansada por la maternidad, pero también ha hablado sobre su pasado . Ha recordado cómo decidió participar en 'Mujeres y hombres y viceversa' tras operarse el pecho y romper con el novio «tóxico» con el que estaba en ese momento. Una amiga la convenció e hizo el casting y al día siguiente la llamaron. De esta época ha confesado que en el programa pagaban apenas 100 euros por capítulo si eras tronista, pero que ella dejó su trabajo para dedicarse en cuerpo y alma a esta nueva vida . Aquello ocurrió a principios de 2018 y, en solo siete años, la vida de Violeta dio un giro radical. En 2019 entró en 'Supervivientes', donde conoció a Fabio, su pareja , con quien ha tenido dos hijas. Pero el mundo de la tele no terminó siendo fruto de su devoción. Tal y como explica en el vídeo funciona mejor sin guion, sin que nadie le diga lo que tiene que hacer. Por lo tanto, decidió abandonar la televisión tras su participación en el concurso de supervivencia. En los años posteriores se centró en su faceta como 'influencer', escogiendo mejor a las marcas y con quien trabajaba. Unas 700.000 personas ven a diario sus 'stories' y su récord estaría entorno al millón, cuando fue madre de su primera hija. Aunque admite que el 90% de sus ingresos son todavía por su trabajo en redes sociales, también tiene claro que lo que está viviendo es temporal . Dice que es «muy cómodo», pero quiere tener otras alternativas de cara al futuro. Por eso montó hace nueve meses Maison Matcha, con el sueño de que un «fondo de inversión» adquiera la marca y «ganar una pasta». Una estrategia que parte de la base de que ella no es la imagen de la firma, aunque sí la promociona una y otra vez en sus redes sociales y también está directamente detrás de su desarrollo. « Solo 'influencer' no voy a ser nunca más , si lo vendo haré otra cosa«, comenta Violeta con seguridad en sí misma. Pero el detalle llamativo es saber cuánto dinero invirtió Violeta Mangriñán en Maison Matcha para que saliera adelante. Una cantidad de 230.000 euros que sacó de sus ahorros , conseguidos a base de su trabajo como creadora de contenido, y de la que solo ha recuperado 20.000. Pero esa cifra de ganancias para aliviar su inversión no se la ha guardado, sino que la ha utilizado para expandir aún más la marca , confiando en su potencial. «La mayoría de nuestros clientes son de todos los días, repiten, no vienen porque es mío , viene porque les gusta el matcha«, admite. De hecho, considera que -aunque hay ciertos beneficios- por ser 'influencer' se ha tenido que enfrentar a ciertos retos como empresaria que alguien anónimo no tendría. «Cuando eres conocido la gente va a buscar más el fallo y tienes que demostrar el doble para que no te critiquen«, explica. »Al principio cuando abrimos hace nueve meses habría gente que vendría porque es de Violeta pero eso al mes o los dos meses a tomar por culo«, dice con la naturalidad que le caracteriza. Ella está segura de que su negocio funciona porque está todo hecho «con amor y mimo» , por lo que sigue mirando a futuro con este «plan B» mientras mantiene la visión en las redes sociales.
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