Los jugadores del
Mallorca miraron a su gran portero,
Leo Román, y sonrieron después de una de las múltiples jugadas en las que el Barça disparó varias veces y el balón no entró. El vendaval ofensivo blaugrana fue impresionante desde el primer minuto con una delantera atípica:
Lamine,
Ferran y
Ansu, con
Olmo de enlace.
Flick dio la titularidad a los enfadados, en una jugada inteligente, y
Ansu y
Hèctor Fort respondieron con un buen partido. El lema del técnico germano ‘Todos suman’ volvió a estar en primera línea. Y su máxima clásica se cumplió: un partido menos, un triunfo más. Costó más de lo esperado, pero a
Flick le sirvió para dar descanso a jugadores clave, que salieron en los últimos minutos para poder ducharse (
Raphinha,
De Jong) y preparó bien la final de
Copa del sábado en
Sevilla ante el
Madrid. Nada va a ser fácil. Lo saben todos. Hasta ‘
Tek’, que volvió a sacar un par de manos decisivas, cuando el marcador solo es de un gol de ventaja.
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